El amor todo lo puede, el amor todo resuelve y es el arma para vencer cualquier cosa. Es lo que todos dicen ¿No?
Jeon Somin, una mujer responsable con cualidades buenas además de ser increíblemente bella tiene una vida tranquila acompañada de grandi...
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Un muchacho de cabellos oscuros arribo a la puerta, Lisa y Rose no perdieron oportunidad de saborearlo con la mirada con respecto a las ropas oscuras con detalles plateados como su collar. Cargaba una mochila y parecía tener preguntas.
—Disculpen la molestia, ¿Aquí vive Kim Choi hyun? — reviso antes un papel en su mano.
—No— dijo Irene quien estaba al siguiente punto de Somin—, pero su nombre vaga por mi mente por alguna razón.
—¿Qué asunto tiene con él? — preguntó directamente J.Seph saliendo por la cocina rumbo a la sala con un rostro expectante.
—Un asunto delicado y muy privado si no le importa— menciono el chico.
—¿Algo que tiene que ver con sus negocios? —insistió.
—No, es de forma personal... ¿Lo conoce? — dijo con desconfianza.
—Sí, es mi padre
—¿Le importaría llevarme con él? Necesito con urgencia verlo—el muchacho parecía asustado.
—Puedo darle la dirección para que lo busque— J.Seph sacó de su camisa una libreta de notas con un bolígrafo en mano y anotó sobre la mesilla de la barra de cocina un par de oraciones.
Somin encontró inexplicable la forma en como J.Seph salió rápidamente en cuanto el muchacho se fue de casa, no dio indicio de algo en específico sino que le regaló un beso y dijo que volvería pronto. En cuanto a la reunión, se realizó todo como se tenía planeado desde un inicio, todos se regocijaron y bailaron esta vez con responsabilidad hasta casi el amanecer aunque no sirvió de nada tener precauciones pues en nueve meses se verían otros nuevos descendientes de la pandilla infantil.
Cuando la señora Kim se alejaba de sus amigos para hablar con su esposo este se negaba a decirle por teléfono a lo que había salido solo respondía un vago: Tranquila, cariño. Volveré pronto. Castraría a J.Seph si no volvía lo antes posible. ¿Acaso no tenía ningún tipo de consideración con sus pobres nervios?
Su pequeña fiesta termino a altas horas de la noche, y el camino a su ciudad natal era un tanto largo y peligroso por lo que se acordó quedarse a dormir en el departamento, todos tenían suerte de que existieran habitaciones demás aunque tuvieran que compartir. Lo cual resultaba no tener problemas.
—Somin— escucho a su amiga Irene bajar de las escaleras —, deberías irte a dormir. No es sano para tu bebé.
—Iré enseguida— menciono Somin con un anticipo de sueño reflejado en sus bostezos actuales—, solo necesitó que Taehyung llegué para dormir juntos. No puedo dormir si no está él.
—Estoy segura que a J.Seph le molestará que te duermas tarde si afecta tu salud y sobre todo para su hijo. No creo que te perdone eso.
Somin lo miro unos segundos con unos cuantos pucheros formados en sus labios antes de voltear su vista a la ventana donde se veía la capital que podía ser admiración para los fans de los edificios deslumbrados.
