Capitulo 5

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<< ¡Necesito una ducha urgente!>> Pensó alarmada llena de terror en el primer segundo que pisó su habitación

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<< ¡Necesito una ducha urgente!>> Pensó alarmada llena de terror en el primer segundo que pisó su habitación. J.Seph la había acompañado a la puerta de casa cargando las bolsas y una vez que el caballero se marchó, fue imposible esconder su ritmo acelerado sobre su pecho junto con pequeñas gotas de sudor que recorrían su frente. Estaba más nerviosa de lo que pensó, y eso no le ayudaba mucho.

Aún tenía que terminar de limpiar sus ventanas y la barra de la cocina, más aparte tenía que arreglarse y de paso pensar las palabras que diría sin decir algo impropio como que sus ojos eran pequeñas estrellas fugaces a quienes les suplicaba que fueran solo para ella o que sus labios eran la tentación más peligrosa porque aquel que se atreva a tocar esa piel de miel no volverá a desear otra boca jamás.

El sudor salió con más fuerza de su piel gracias a los movimientos rápidos y bruscos que provocaban los nervios de sus brazos, ni hablar de su respiración, pronto tendría que conseguir un par de pulmones nuevos. Con solo media hora para arreglarse —no formal pero bonita y casual— colocó su muda sobre las colchas de su cama y se metió rápidamente al baño sin siquiera tener el estómago lleno. No había ingerido ningún alimento desde su desayuno por lo que era lógico que sus tripas pidieran a gritos un poco de comida ya fuera pura chatarra. ¡Por Dios! Esa era una razón más para no desear sentir esas sensaciones tan peligrosas y conflictivas, ese cosquilleo en el tórax hacia que se le olvidara todo. Se le había olvidado alimentarse.

El timbre resonó ante sus tímpanos como una alarma de cataclismo terrestre, en su caso avisaba que su querido J.Seph ya estaba a la puerta para irse juntos al cine y ¡Ella aún no estaba lista!

— ¡¿Por qué hoy?! ¡¿Por qué a mí?! — exclamó saliendo por la puerta del baño dejando que el vapor acumulado saliera mientras que su cuerpo permanecía mojado y su cabello húmedo.

¿Es que acaso el día no rendía nada o el tiempo era tan cruel con ella?

Con la toalla cubriendo su cabello se colocó la muda de ropa que por suerte ya había escogido y colocado a la vista sobre la colcha de su cama. El timbre volvió a dar su llamado haciendo que sus sentidos temblaran y su corazón incrementara su palpitar.

— ¡Un momento!— gritó pero desconocía si su grito pudiera atravesar las paredes así que para no hacer esperar más a su amigo y que creyera que ya no deseaba salir con él se fue descalza a abrirle la puerta.

—Hola Somin— saludó alegremente su engalanado amigo vestido de una manera casual y sencilla pero bastante atractiva que hacía que sus ojos resaltasen.

De inmediato le dio vergüenza su apariencia, estaba descalza con una toalla enredando su cabello y ni siquiera estaba maquillada.

—Hola — sonrió sonrojada.

—Creí que había tardado en pasar por ti pero por lo visto llegue antes de tiempo— dijo con sorna el chico mirándola de pies a cabeza.

—No te reías, tenía pendientes que resolver y perdí la noción del tiempo — pronunció dándole el paso al interior.

Sensaciones peligrosas J.SODonde viven las historias. Descúbrelo ahora