Luna ~ BNHA Todoroki Fanfic

Capítulo 34

Shoto PoV

—Sh-shoto... —pronunció Naoko, a penas. Seguramente no esperaba verme ahí.

Frente a mis ojos por un instante apareció el vivo recuerdo del dia en que había encontrado a Momo besando al chico con quien me había engañado, como en una ilusión fugaz. Fue como si me hubieran puesto sal en una herida.

Con la mandíbula apretada entré al salón y tomé a Naoko de la mano, poniéndola de pie.

—El entrenamiento acabó... —la tiré para irnos. Ella no atinó a decir nada.

—¡Oye, eso no lo decides tu! —se puso de pie Kondo, cerrándome el paso hacia la salida.

En serio me estaba costando mucho trabajo no partirle la cara.

—Hazte a un lado, Yaoyorozu.

—Es Naoko quien decide si se va o no —espetó. Suspiré porque, aun que me molestara que él lo dijera, tenía razón.

Me giré hacia ella para que le demostrara que quería irse, y le dijera que se apartara. Pero ella seguía sin decir nada.

—Y-yo... —nos miró a ambos titubeando. Entonces entendí. ¿Ella... no quería irse?

Por supuesto. Que estúpido había sido. Pensar que lo que yo dijera le había afectado o que estaba comenzando a fijarse en mi, cuando la verdad era que ni siquiera le importaba.

Ja. Solo soy parte de un mal chiste.

Solté la mano de Naoko y me marché sintiendo que algo dentro de mi se rompía. Me sentía como un verdadero tonto. Yo, preocupado por ella y que podría estar sintiéndose mal por lo que le había dicho, o que estaba herida y merecía de mi atención, cuando ella estaba forzando su cuerpo, consciente de que no debía, sabiendo que le había pedido que descansara, y que incluso había cancelado nuestra práctica para que se recuperara...y, peor aún: con Kondo. Ahora entendía porqué él se había atrevido a decirme que me alejara de ella.

Dejé caer en el suelo la bolsa de semillas y el té y salí del edificio.

—¡Shoto! —escuché que ella me llamaba desde atrás—. ¡Shoto, espera!

Como no me detuve, saltó hacia mí y me agarró de la mano, deteniéndome. Un escalofrío me recorrió ante el tacto de su piel, sin embargo, no me giré hacia ella, si no que miré a otra parte.

— ¿Puedes decirme que pasa? —, tiró ella levemente de mi mano.

Basta, no hagas como si no pasara nada...

—Shoto, háblame...

Odiaba sentirme enojado, y por alguna razón no lograba entender si estaba enojado con Naoko o conmigo mismo por ser un tonto y preocuparme por ella.

La miré, herido y furioso al mismo tiempo. ¿En serio? ¿Soy yo el que tiene que hablar? ¡Tú eres la que estaba con entrenamientos secretos y siendo descuidada con su salud! Me solté bruscamente de su mano, girándome hacia ella, que se sorprendió.

—¿Porqué estas tan molesto? —me preguntó.

¡No lo se! ¡No tengo idea, pero seguro ni siquiera va a importarte! Ni siquiera te importa tu propia salud...

— ¿Quieres saber qué pasa? Te diré que pasa. ¡Estas herida Naoko! ¿No eres consciente de lo peligroso que es entrenar en exceso y seguir a pesar de estar lesionada? —me acerqué a ella y al recordar sus moretones fue como si me dolieran a mi— Te pedí que descansaras y en lugar de eso decidiste venir a entrenar con ese idiota.