Naoko POV
Al día siguiente, Shoto estaba esperándome en el gimnasio de entrenamiento. Parecía muy entusiasmado por lo que practicaríamos hoy. ¿Cómo explicarle que para mi era todo lo contrario? ¿Cómo decirle que le había mentido sobre mis habilidades desde el principio? No podía decírselo, no me atrevía.
Suspiré intentando que el pánico no se apoderara de mi.
— ¿Lista para lograr tu movimiento estrella? — me saludó.
No creo que alguna vez esté lista.
Dejé salir una risa nerviosa, intentando sonreír.
Shoto se alejó de mi unos cuantos metros y me miró con emoción, estirando los músculos.
—Ok, estoy listo— afirmó— acércame.
Me mordí el labio, y lentamente levanté la mano hacia él. Estaba temblando, me sentía muy asustada, pero intenté dejar todo eso a un lado.
Acercarlo... para eso tengo que concentrar mi poder en alguna parte de su cuerpo y luego tirar. ¿Su tronco? ¿Sus brazos? ¿Su cabeza? Pero, ¿y si lo lastimaba?
No. No quiero, no quiero hacerlo. No puedo hacerlo.
Bajé la mano, sintiendo como un súbito frio me recorría el cuerpo. En mi mente apareció un recuerdo que había enterrado profundamente. Cerré los ojos y sacudí la cabeza.
—¿Qué pasa? —me preguntó.
—No puedo —respondí.
—Claro que si —se me acercó. Hacía tiempo ya que Shoto era mi mayor apoyo moral, pero aun sabiendo que contaba con él, no me atrevía a decir nada sobre el asunto. ¿Y si pensaba que era un monstruo? Seguro lo pensaría. No estaba preparada para que me mirara con desprecio.
—Shoto, no puedo hacerlo —afirmé rogando por que no insistiera más. Creo que vio la angustia en mis ojos, porque se inclinó levemente hacia mi, observándome con preocupación.
—Naoko, se que eres capaz de hacerlo, lo hiciste ayer y me salvaste, ¿recuerdas? —me tomó con cuidado por los hombros.
—Shoto yo... —apreté los puños. Recordar cosas que quieres olvidar es realmente doloroso y desagradable.
—¿Qué ocurre?
Respiré profundo, intentando no dejar que el miedo me dominara.
—Yo... te mentí —admití al fin, y sentí que se me encogía el pecho—. Siempre he sabido que soy capaz usar mi singularidad en seres vivos—. Shoto solo me miró esperando a que continuara, pero me sentí incapaz de hablar. Seguro él me odiaría si le decía. Yo me odiaba.
—¿Entonces porque no lo haces? —buscó mis ojos con los suyos, sabiendo que había más que solo falta de confianza entre mí misma y lo que quería que lograra.
Supongo que merece una explicación.
— No es que no sea capaz —comencé, y me dolían los puños de tanto mantenerlos apretados— es que no puedo. No puedo porque me prometí a mi misma que nunca más lo haría.
Oí un llanto dentro de mi mente, como llamándome desde el pasado, desde mis recuerdos. La puerta se había abierto a pesar de que yo había pretendido que estaba cerrada y que había perdido la llave, y ahora el miedo y el dolor salían apresuradamente desde la profundidad.
Agarré aire lentamente, intentando inspirar también valor para hablar.
—Cuando era pequeña en mi patio había un naranjo. Yo tenia alrededor de seis años cuando un día salí a jugar y vi entre sus ramas un nido. En su interior un polluelo que esperaba a que su mamá regresara con algo de comer. Me lo quedé observando un rato, escuchando como piaba, y de repente un fuerte viento sopló sacudiendo con fuerza las ramas —sentí los ojos húmedos y aguanté las lagrimas. No quería recordar, no quería seguir contando... —. El nido... cayó y el polluelo... —mi voz se quebró al recordar lo que había ocurrido—. Yo... no quería que se lastimara, lo juro... ¡Intenté que no callera, lo atraje hacia mi para salvarlo! —crucé los brazos en mi estómago— No quería lastimarlo... no quería... —sentí que mi vista se nublaba y vi lagrimas caer hasta el suelo— Shoto yo... yo...
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Luna ~ BNHA Todoroki Fanfic
FanfictionDicen que en realidad no somos nosotros quienes adoptamos a los gatos, si no más bien son ellos los que nos adoptan a nosotros. Mi gata Luna tiene gustos muy particulares, sobretodo por un chico de cabello bicolor, y eso, bueno... ha traído algunos...