Luna ~ BNHA Todoroki Fanfic

Capítulo 67

Naoko PoV

Cada musculo de mi cuerpo rogaba que me detuviera por un respiro, cada una de sus fibras quemaba por el constante sobreesfuerzo. Ayudar a Kondo con el tobillo herido a avanzar era mas difícil de lo que había esperado. Estaba apoyado sobre mis hombros y dábamos pasos con dificultad. El sonido de las llamas rodeándonos de a poco no era precisamente alentador.

Habíamos escuchado la voz de Present Mic retumbar por el bosque informando que la prueba se había cancelado, y que todos los participantes debian regresar de inmediato a las zonas seguras indicadas en las brújulas. Kondo y yo nos hayabamos aun lejos de cualquier punto de encuentro. 

Habíamos logrado alejarnos de la niebla, pero en contraste ahora el humo del incendio forestal nos rodeaba, secando nuestros pulmones. La garganta me picaba y los ojos me ardían. Me cubrí la boca con el brazo para no inhalar tanto humo.

Me faltaba el aire. Fue cuando Kondo y yo comenzamos a toser, sintiéndonos ahogados.

—Naoko, deberías dejarme aquí e irte... Solo estoy poniéndonos en peligro—dijo con la respiración entrecortada.

—¿Y abandonarte entre el fuego y la niebla? Ni lo sueñes—,me negué y continué avanzando.

—Pero-

—¡Pero nada, lograremos sal-! —. Mi obstinación fue interrumpida por un tropezón. Una enorme raíz que no había visto nos hizo caer a ambos al suelo.

En ese momento por el rabillo del ojo vi algo abalanzarse en nuestra dirección. Un enorme tronco en llamas caía directamente sobre nosotros.

—¡Cuidado! —exclamé, extendiendo mi mano en dirección al árbol, desviando su caída lejos de nosotros. Las profundas heridas de mi espalda ardieron peor que las llamas en aquel árbol, producto del brusco movimiento que había tenido que hacer. Solté un alarido apretando los músculos. Kondo se cubrió la cabeza mientras todo retumbaba a nuestro alrededor y las llamas se esparcían. El tronco encendido se hizo trizas y mi amigo me miró con compasión.

—Naoko...—, se preocupó observando mis heridas.

—Hay que salir de aquí —me limité a decir mientras aun estábamos en el suelo recuperando el aliento.

—El fuego se aproxima —contestó a penas él, respirando entrecortado. Ahora el humo se hacía más denso, pero cerca del suelo era un poco más fácil respirar— si no hacemos algo, nos rodeará...

Yo asentí volviendo a cubrirme la boca para no respirar las cenizas. Estaba exhausta desde la prueba de la mañana, me sentía mareada y veía borroso. Las heridas en mi espalda, las magulladuras por la pelea con la Chica Tigre y apoyar a Kondo para escapar me habían dejado prácticamente incapaz de continuar moviéndome. Sin la adrenalina no habría podido mantenerme en pie, y aun con su efecto sabía que no podría permanecer mucho más tiempo consciente.

Fue cuando sentí que algo me agarraba firme del tobillo y tiraba de mi con potencia descomunal. Caí de bruces, a penas alcanzando a cubrirme la cabeza con un brazo antes de que esta se azotara contra el suelo mientras era arrastrada violentamente hacia los arboles, en dirección opuesta a la zona de seguridad.

—¡Naoko! —, exclamó Kondo, incapaz de aferrarse a mi mano antes de perderme de vista.

Grité despavorida mientras luchaba por liberarme. Una especie de raíz me arrastraba entre la tierra y las rocas en el suelo del bosque. Las ramas raspaban mi piel causándome muchas heridas. A penas y podía cubrirme el rostro.

De repente me detuve y la raíz me elevó en el aire, comenzando a envolverme el resto del cuerpo.

—¡Ya basta! ­—exigí tratando de liberarme, casi al borde de la inconciencia. La raíz me envolvió el cuerpo apretándome el pecho, haciendo que me fuera muy difícil respirar.