Dicen que en realidad no somos nosotros quienes adoptamos a los gatos, si no más bien son ellos los que nos adoptan a nosotros.
Mi gata Luna tiene gustos muy particulares, sobretodo por un chico de cabello bicolor, y eso, bueno... ha traído algunos...
—¿Y a él que mosca le picó?— Kondo llegó a mi lado justo cuando Shouto se alejaba. Al parecer venia de entrenar con Uraraka. Sin preguntar, tomó el bolso desde mi mano derecha y me ayudó a cargarlo. Tenía el ceño fruncido— Podría simplemente haber puesto el moño en tu bolso...— murmuró.
—No es necesario que lo lleves por mi —intenté recuperarlo yo.
—Está bien, Naoko, además necesito fortalecer los músculos— y al fin volvió a sonreír.
—¿Cómo ha ido hoy todo con Uraraka?
Kondo casi se tropezó. ¿Así de mal?
—Pues... Ella es bastante exigente —se llevó la mano libre a la nuca— ¿Qué tal Todoroki?
— Hoy estuvimos estudiando en la biblioteca toda la tarde —sonreí— creo que por primera vez en mucho tiempo me siento preparada para el examen. ¡Es muy bueno explicando!
—¿A si? —el tono en su voz se volvió más grave.
—Si, asi que ya no tendré que molestarte con preguntas cada vez que no entienda algo —lo consolé— agradécele a Todoroki que te librarás de mi —bromeé. Pero Kondo no rió como yo esperaba.
Mi amigo se limitó a una media sonrisa y una pequeña carcajada.
—Kondo ¿hay algo que te molesta? —pregunté al fin. Él me miró a los ojos y por un segundo pensé que iba a decirme algo importante.
—No es nada, debe ser que estoy cansado —me sonrió mientras me daba palmaditas en la cabeza.
No le di más vueltas al asunto. Quizás estaba frustrado o algo así por su entrenamiento con Uraraka.
Cuando me fui a la cama me di cuenta de que tenia un mensaje de Shouto.
- Naoko, vi esto el otro día ¿Qué piensas?
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Era un pantallazo de un post de Instagram.
¿Vacunación gratuita? De hecho era una buena idea...
Yo antes habia pensado en llevar a Luna al veterinario, pero no sabia como hacerlo sin que me descubrieran, ni cuanto iba a costar. Luna me observó mientras bebía un poco de agua, como si supiera que hablábamos de ella. Me causó ternura que Shouto me hablara por esto. Era como si ambos fueramos los padres de Luna.
Solté una risita tonta mientras me sentaba en la cama e intentaba alejar la idea de mi mente.
¡Sería genial llevarla!-
¿Hasta cuando estarán en el centro?
-El anuncio de Instagram decía que hasta el sábado.
