Te has detenido y te has puesto a pensar
¿Para qué estás en este mundo?
Yo sí.
Ahora soy fiel creyente que todos tenemos un propósito. Todos existimos para enseñar.
Antes pensaba, que algunas personas te dejan malas enseñanzas, y nunca estuve más equivocada.
A pesar que particularmente prefiero accionar evitando herir a las personas de mi alrededor, todos, sin excepciones, te enseñan cosas buenas, simplemente debes ver el mensaje detrás de cada dolor o daño que te han dejado.
Algunos te enseñan amar, o te enseñan a ver el mundo desde el mejor ángulo, otros te enseñan a valorarte, y otros te enseñan a ser valiente. Hay personas que te enseñan el valor de la felicidad porque te lastimaron en el camino, otras que te enseñan a ser fuerte, a mantenerte firme, porque en algún momento trataron de destruirte, de derrumbarte, y otras que te enseñan a valorar cada momento, y a perdonar, porque se fueron sin tener la oportunidad de despedirse.
Ian Camber me enseñó que la vida es efímera, como fue la de él.
Me enseñó que está bien cambiar de escenarios, mientras que tu sigas siendo el protagonista.
Me enseñó que no importa lo que hayas sido porque siempre importará lo que eres ahora.
Y que a pesar que ahora hay un cielo de distancia entre nosotros jamás nos dejaremos de amar.El amor llega muchas veces en silencio y te encuentras frente a él a veces cuando menos te lo esperas, pero se va dando pasos fuertes, despertando tu tristeza y dejando en desorden cada milimetro de tu corazón.
Dereck llegó, tarde. Solo unos segundos después de que a Ian se le detuviera el corazón para siempre.
...
Se derrumbó.
El también llegó a conocerlo, el también llegó a conocer a ese Ian noble que muchos ignoraban.
Dereck se desmoronó por completo al ver su cadáver arrimado a un árbol en medio del bosque.
¿Has vivido algún momento difícil de tu vida como si fuera grabada en cámara lenta? Pues así lo sentí.
Sin sonido alguno, porque la voz de Ian susurrando "Te amo" retumbaba en mi mente. Pero veía como lentamente llevaban su cuerpo envuelto en lo que parecía ser una bolsa de plástico. Y al ver su mano colgada, corrí para sostenerla.
Estaba helado.
Y aunque sé que su mano ya no podrá estrechar la mía, inconscientemente lo esperaba, lo deseaba.
Un acto tan sencillo, que hasta hace poco pasaba por desapercibido, ahora lo deseaba con todo mi corazón.Un día el me dijo entre risas que sentía una conexión con el cielo.
«Si estoy feliz el sol es radiante y si estoy triste el día se vuelve lluvioso» Yo le respondí que sus chakras eran muy fuertes y que no sentía que era una idea tan inverosímil.El día de hoy el cielo estaba totalmente conectado conmigo, estaba tan nublado y la lluvia era tan fuerte que todos llevábamos paraguas.
Ema me acompañaba desde el auto, ya que el accidente la dejó sin poder caminar, se ha puesto muy rebelde y luego de insistir tanto los doctores y sus padres han accedido a que venga, con toda la supervisión médica , claro.
Kaleb sostenía el paraguas, si no fuera por él estuviera totalmente empapada por la lluvia aunque no me importaba, no me importaba porque estaba absorta en entender cómo terminó así todo. ¿Cómo terminó su cuerpo en un ataúd? ¿Cómo pasó? ¿Cómo la vida puede tener giros de 180 grados tan repentinos? ¿Por qué hace poco el destino arrojaba petalos sobre mi camino, y ahora me pone una pistola en mi cabeza? Dejándome a mi misma la potestad de apretar el gatillo.
La ceremonia fue incluso más triste de lo que pensé.
Ethan y Noris parecían fuera de si, parecían muertos vivientes. Cuando sus amigos y conocidos se acercaban a darles el pésame ellos ni siquiera parpadeaban.
Mamá me tomó de la mano para darme fuerzas.
Estreché la suya y apreté mis dientes cuando el ataúd en donde se encontraba el cuerpo de Ian descendía para poder enterrarlo.
Papá me abrazó y me susurró «Eres fuerte, mi pequeña»
Pero era todo lo contrario, me sentía tan vulnerable, tan endeble que no podía soportar más, que si hubiera la oportunidad de arrancarme el dolor del pecho lo haría con mis propias manos sin anestesia alguna.
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Amarte duele...
RomanceAnna es una chica común. Vive en Santa Val un pequeño pueblo del país Marcella. Ella y su familia eran de clase media y tenían una vida tranquila. Todo cambio para Anna cuando obtuvo una beca para asistir a una de las Universidades mas prestigio...