Aunque seguía en mi burbuja con Ian, mi vida real era la universidad y todo lo que esta abarcaba. Estaba exhausta con tantas tareas y proyectos pero al mismo tiempo la sonrisa que tenía en la cara todo el tiempo era imborrable.
Faltaba casi nada para las vacaciones de fin de semestre y estaba emocionada por ver a mi familia de nuevo. Ian está concentrado en su campaña, las elecciones serán a principios de Diciembre así que tiene suficiente tiempo para poder programar su plan de actividades, y llevarlo a cabo. Sin lugar a duda está dando todo de sí en estas elecciones.
Desde el baile hemos sido inseparables, si alguien del futuro me hubiera dicho hace algunos meses que llegaría a querer a Ian Camber me hubiera reído por hablar incoherencias y ahora, ahora él es tan diferente de lo que pensé. Es increíble lo bien que me siento con él, es como que me hace ser una mejor versión de mí. Y me gusta. Me gusta mi sonrisa cuando estoy con él.
Me ha costado un poco que se lleve con Kaleb, Ian es un hombre reservado y un tanto taciturno pero lo está intentado y está resultando. Él sigue con la idea de que Kaleb está enamorado de mí, una idea disparatada pero me ha dicho que hasta que no demuestre lo contrario no sacará esa idea de su mente, mientras tanto la amistad que tiene con Ema es mucho más estrecha, cabe recalcar que Ema es una persona mucho más extrovertida, y es amiga de más de la mitad de toda la universidad, aunque sé que por ratos le parece un poco agotador sentir esa energía vibrante de la que Ema siempre se caracteriza me encanta que sean amigos.— ¿Anna estás segura que no quieres venir con nosotros a Francia por las vacaciones? Puedes venir con Ian — Preguntó Ema mientras estábamos en la cafetería.
—Segurísima, extraño mucho a mi familia. Pero gracias por invitarme y de verdad espero que se diviertan mucho.
— Esta bien, pero en las próximas vacaciones nos tendrás que invitar a Santa Val. — Agregó Kaleb.
—Pueden ir cuando gusten, me encantaría que mis padres los conozca. Y por favor no atemoricen a los franceses, compórtense, y esto lo digo por Ema.
— No te lo prometo Anni, un polvo francés no vendría mal. — Expresó Ema divertida mientras Kaleb hizo una mueca.
— Supongo que tu querido novio te acompañará para conocer a sus futuros suegros. —Comentó Kaleb divertido.
—La verdad no lo he invitado. Y creo que no lo invitaré.
— ¿QUÉ? — Preguntaron Ema y Kaleb al mismo tiempo.
— ¿Anna al menos le has dicho que no te quedarás en la capital por vacaciones? —Preguntó Ema consternada.
—Pues no. No hemos hablado de las vacaciones. — Dije tímida.
—Será mejor que le digas. Es muy probable que esté planeando algún viaje sorpresa.
—No creo que lo tome del todo bien — Dijo Kaleb. — ¿Por qué no lo quieres invitar? — Me tomé unos segundos para responder, si bien quería a Ian el hecho de presentarle a mis padres me atemorizaba, el no suele tener la mejor actitud a veces, aunque conmigo ha cambiado por completo con otras personas suele ser bastante reacio, indiferente, y arrogante. Tenía miedo de que a mi familia le desagrade.
— Ian es un hombre increíble, pero creo que aún no estoy lista de presentárselos a mis padres. Él suele ser un tanto...
— Territorial... — Dijo Ema.
—Sobreprotector... — Dijo Kaleb.
— Iba a decir reservado. — No pude evitar reír. — No quiero estresarlo ni espantarlo con la idea de que conocerá a mis padres. – Respondí tratando de solapar un poco la verdadera razón por la que no quería.
—Deberías hablar con él. — Agregó Ema mientras le daba un sorbo a su té helado.———————————————————————————
El partido de Alan estaba muy bien estructurado. Según las encuestas tiene las mismas oportunidades de ganar que las de Ian. Mientras tanto Irina no ha vuelto a molestar desde aquella vez en el baile. Aunque por momentos me perdía pensando en el pasado de Ian a causa de lo que dijo esa noche, pero trataba de alejar mis pensamientos y no darle mucha vuelta al asunto. Él ha cambiado y se ha esforzado por mi, no sería justo que después de tanto empiece a dudar de lo nuestro sobre su pasado.
El clima en la capital era frío, sentía que mis manos se congelaban al escribir en el teclado de mi laptop la tarea de lingüística. La cafetería estaba casi vacía, observé el reloj y le di un sorbo a mi café, sentía como inmediatamente abrigaba mi estómago.
Puse mis manos alrededor de la taza caliente para poder abrigar también mis manos, La Capital era como un eterno invierno, brillante en el día y lóbrego en las noches a excepción de algunos días que el cielo estaba inexplicablemente estrellado.
De imprevisto unas manos cubrieron mis ojos.
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Amarte duele...
RomanceAnna es una chica común. Vive en Santa Val un pequeño pueblo del país Marcella. Ella y su familia eran de clase media y tenían una vida tranquila. Todo cambio para Anna cuando obtuvo una beca para asistir a una de las Universidades mas prestigio...