Eran las Diez de la mañana y a pesar que Ian y yo nos quedamos hasta las seis de la mañana en la Laguna ya no pude dormir más. Básicamente había dormido tres horas y media.
Me levanté y caminé directamente hacia el baño.
Me vi al espejo y vi en mi cabello algo verde enredado. Era césped.
Sonreí involuntariamente al recordar lo qué pasó en la Laguna, luego de un momento muy íntimo en donde como siempre Ian me hace sentir increíble, nos vestimos y al tratar de encontrar la chaqueta de cuero negro de él me tropecé con una rama. A pesar que no me pasó nada grave más que un raspón en mi rodilla Ian me trajo a casa cargándome. Fuera de eso fue una noche mágica.
Me cepillé mis dientes y peine mi cabello. Caminé en dirección a la habitación de Isaac para despertar a Ian y no lo encontré. Luego fui hasta la cocina y por el aroma supe de inmediato que mamá estaba haciendo unos huevos rancheros.
— Buenos días mamá. — Le dije. Mientras conecte la cafetera.
— Buenos días hija. — Me sonrió, se la veía radiante.
— ¿Lo has visto a Ian? — Pregunté. Luego de aquello vi por la ventana de la cocina a papá llegar en su camioneta. Acompañado por Isaac, Gael, Sebastián e Ian.
— Creo que eso responde tu pregunta. Se fueron a pescar. — Dijo mamá y soltó una risa, papá era bueno en casi todo, pero la pesca no era su fuerte.—Buenos días chicas. Resulta que tenemos un experto en pesca. — Dijo papá mirándolo a Ian. Solté una risa pero traté de disimularlo, el llevaba unos pantalones que reconocí de inmediato, uno de los favoritos de papá para pescar y un sombrero de pesca a juego. — Aprendió muy rápido y fue el que más pescó. Tiene una habilidad innata.
— Fue solo suerte de principiante. — Dijo Ian siendo modesto. Se acercó a mí y me dio un beso fugaz en la mejilla acompañando de un «Buenos días». A penas sentí sus labios. Me resultó gracioso aquel acto exageradamente pudoroso después de lo qué pasó ayer.
Respondí con una sonrisa.
—Sé que ya desayunaron pero me imagino que la pesca les abrió el apetito de nuevo. — Dijo mamá poniendo sobre la mesa el desayuno. Ian debe sentirse muy cansado supongo que tuvo que haber dormido una o dos horas.
—Sra. Llobet se ve todo delicioso, muchas gracias. — Dijo Ian. Y de repente su celular lo interrumpió. Hizo un gesto de disculpa y respondió la llamada.
— Ian es un chico de mucho apetito, eso me agrada. — Comentó mamá, a ella siempre le encantaba que las personas disfruten y elogien su comida. Y era cierto, Ian básicamente siempre tenía hambre.
Miré hacia la ventana. Se había sentado en un asiento de madera que teníamos en el jardín trasero a lado del huerto de mamá, tenía una mano en su frente mientras apoyaba su brazo en la rodilla, no pude ver su rostro completamente, pero de perfil no parecía muy contento, al parecer la llamada que recibió no era muy buena. Traté de enfocarme en la conversación que mamá había planteado conmigo, no quería ser de esas chicas que espiaba a sus novios, si había algo que contarme, me lo contaría, no quería invadir su espacio.
— ¿Te gustaría hija? — Preguntó mamá.
—Yo creería que sí, ni siquiera deberías preguntarle. — Respondió papá por mí, mientras se sentó en la mesa con Isaac.
— ¿Qué cosa? —Pregunté de inmediato. Apenas sabía de lo que hablaban.
—Haré muchos ravioles y los congelare para que lleves a la Capital. — Dijo al fin. Sus ravioles eran los mejores. Asentí con la cabeza confirmando aquella idea.Ian entró y se sentó en la mesa, a mi lado. A pesar que me sonrió con dulzura pude ver algo de molestia en su expresión.
Mamá había preparado huevos rancheros, jugo de naranja, café pasado, tostadas y ensalada de frutas. Todo parecía un banquete, se lució.———————————————————————————
Me dispuse a preparar mi maleta mientras que mis hermanos e Ian jugaban videojuegos.
Ellos se conectaron de inmediato, se entendieron tan bien que incluso podría decir que mis hermanos se llevan mejor con Ian que conmigo.
Iba a extrañar el clima de Santa Val, llevar shorts cortos y blusas vaporosas era algo realmente cómodo, pero a pesar de todo La capital me seguía pareciendo un sueño, un sueño que aún no termina, y ahora me parece aún más teniéndolo a Ian a mi lado. Nunca pensé necesitar a alguien hasta que él llegó, es como si me complementara.
Guardaba estratégicamente mi ropa para que pudiera entrar, a pesar que no traje mucha, mamá me ha preparado varios bocadillos para llevarlos así que debía hacer espacio.
—Toc toc. — Dijo Ian, sacándome por completo de mis pensamientos. Le hice un gesto para que pasara.
— ¿Qué tal el campeonato? — Le pregunté refiriéndome a los videojuegos.
—Nunca he sido fanático de los videojuegos, así que mi habilidad es muy escasa en comparación con tus hermanos, Sebastián me ha ganado por mucho. — Respondió, entró en mi habitación y se sentó en la vieja silla que había a juego con mi escritorio. —Sé que tienes planeado irte mañana, y no quiero influir en tus planes pero yo me tendré que ir hoy. — Dijo con voz profunda, no solo parecía algo abrumado también sentí que estaba confundido y triste.
— ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? —Le pregunté. Mientras terminaba de arreglar mi maleta.
—Me han llamado del directivo de la universidad. Pero no quiero preocuparte... —Su voz era tensa.
—Pero ¿Ha ocurrido algo malo?
—Sí. El auxiliar de aseo encontró a Tyler Tom, un estudiante de segundo año, casi agonizando en el campus de la universidad. Él ha comentado que alguien lo estaba acechando, y que lo habían golpeado, antes de desmayarse alcanzó a decir que había recibido varias amenazas. —La mirada de Ian se volvió oscura y su expresión dura y tensa. Una sensación extraña recorrió por mi pecho.
— ¿Cómo está el? ¿Alcanzó a decir quien lo hizo? — Pregunté. A penas me di cuenta que había dejado de empacar. El corazón me latió más rápido de lo usual y recordé a Andrew y su extraña carta en donde culpaba a SAE.
—Él está en cuidados intensivos. Y no, no lo dijo Anna. Por esa misma razón me llamaron. Yo soy el representante de los estudiantes, y aunque será difícil necesitan mi ayuda. Mañana tendré una reunión en la tarde por esa razón, así que viajaré hoy en la noche.
— ¿Crees que lo qué pasó puede estar conectado con el hostigamiento a Andrew? ¿Por ese tal SAE?
—No lo sé. Espero que no. Estaban seguros de que sí, pero según los exámenes él había consumido drogas, no sabemos si eso influyó con lo que dijo— Respondió serio.
¿Qué estaba pasando? ¿Sera ese tal SAE? Debía serlo.. Sentí un nudo en la garganta. Quería preguntarle más detalles pero por su rostro ya se veía lo suficientemente cansado para seguir con este tema.
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Amarte duele...
RomanceAnna es una chica común. Vive en Santa Val un pequeño pueblo del país Marcella. Ella y su familia eran de clase media y tenían una vida tranquila. Todo cambio para Anna cuando obtuvo una beca para asistir a una de las Universidades mas prestigio...