Amarte duele...

Capítulo 4

                                        Capital, 09 de Mayo 2020.

Querido papá

Sé que actualmente hay muchos medios de comunicación.
Pero tú me enseñaste que no hay nada mejor que una carta. Sentir el aroma del papel y apreciar la caligrafía de cada letra es excitante.

Lamento no estar presente físicamente, es el primer cumpleaños que estoy lejos de ti, y aunque la distancia no es obstáculo para celebrarte, no puedo negar que en este momento darte un fuerte abrazo me llenaría profundamente el corazón. Los extraño tanto que duele. Aquí. En todo el pecho.
Y más que celebrarte, quiero agradecerte.
Agradecerte de manera infinita todo lo que has hecho por mí, no solo me hiciste una mujer solidaria, y bondadosa, también has hecho que mis pies estén bien puestos en la tierra, y mis metas en el cielo. Me has llenado de amor, cariño, gratitud, y de muchos valores que posees, y creo que la vida nunca me alcanzará para agradecerte.
Tú y mamá han hecho todo lo que ha estado a su alcance para darme una vida plena a pesar de las muchas limitaciones que se nos ha presentado a lo largo del camino.
Cuando niña te privaste de muchas cosas para consentirme y al mismo tiempo mantuviste un equilibrio para hacerme saber que en la vida no siempre se puede tener todo, y que eso no es malo. Me convertiste en una persona agradecida ya sea con poco o con mucho. Me enseñaste tanto, y aún en la distancia lo sigues haciendo. Me enseñaste la pequeña línea entre la ambición y el conformismo. Me enseñaste que los defectos pueden convertirse en virtudes si lo ves desde otro ángulo, y que equivocarse es la mejor manera de aprender. Me enseñaste que los días malos son esporádicos pero importantes, si no has vivido días tristes, ¿Cómo valorarás los días felices? Si tus días no han sido grises, ¿Cómo valoraras cuando salga el sol?
Me enseñaste que las cosas materiales te dan alegría más no felicidad, me enseñaste que no hay nada más fuerte en el mundo que el AMOR.
Y ¿Qué es el amor?
Ahora lo sé.
El amor estuvo presente cada vez que me abrigabas cuando dormía, cuando tenía fiebre y mamá se levantaba en la madrugada para tomarme la temperatura. Cuando mamá lloraba todas las noches antes de mudarme. Cuando me regañaban por hacer algo incorrecto. Cada vez que me ayudaban con mi tarea, en cada beso, en cada abrazo, en cada lágrima de felicidad o tristeza, ahí estuvo...
Hay tantas maneras de expresar amor, y no me había dado cuenta.
Agradecerte es mi manera de expresarlo ahora...

¡Gracias papá! Eres mí ser de luz. Mi ser de amor. Mi ser de paz.
Te disfruto cada segundo de mi vida y eso es una dicha.
Te amo con cada latido de mi corazón.

Soy tan afortunada de tenerlos, a ti y a mamá.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Con amor.
Tu hija.
Anna Llobet.

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Luego de aquel incidente que pasamos con las entradas del Baile. Kaleb y Ema decidieron que no irían.

—Ustedes tienen que ir. Yo estaré bien. Por favor vayan. —Supliqué mientras caminábamos hacia el aparcamiento.
—Ya lo hemos decidido An, si tu no vas nosotros no iremos. — Kaleb levantó la mirada para recordar donde estaba su auto.
—Sí, además haremos una pijamada y llevaremos mucho vino, comida y haremos un maratón de  The big bang theory.— Dijo Ema emocionada.
— Suena un plan bastante tentador. — Respondí.

Entramos al auto y de repente, alguien me tomó del brazo antes de cerrar la puerta.
Kaleb, Ema y yo, regresamos a ver.

—Bájate. — Ordenó Ian, dando media vuelta y disponiéndose a caminar.
— ¿Disculpa?
—Que te bajes. — Repitió fastidiado.
— ¿Por favor qué? — Resoplé. Me fulminó con la mirada.
—Por favor, bájate del auto Anna.