Capítulo 45 (Uniendo pistas)

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La presencia de su sobrino se le hacía muy sospechosa, sobre todo porqué no entendía el porqué estaba aquí justo cuando estaba Milo cuidando de Camus.
Ahora se sentía culpable por la razón de que jamás previó que llegara Saga de la nada a la cabaña.
Dio un largo suspiro cuando se dio la media vuela y le dijo:

- Nos vemos tío - Respondió Saga sonriendo con un toque de malicia y después tomó su rumbo frente al personal de la televisión para seguir dando un reportaje sobre la desaparición de su pareja.

Después de tener la desgracia de ver a su sobrino, Deuteros trataba de acercarse a Degel para poder hablar con él y arreglar todo este incidente que no se le veía pies ni cabeza.
Ahora que lo pensaba era todo muy confuso, no sabía la verdadera razón por la cual el sobrino querido de Kardia se llevó a Camus lejos de todo esto.
Vaya a saber donde estén en estos momentos perdidos en lo más profundo de los frondosos árboles, siendo blanco fácil para la fauna silvestre del lugar, sin alimentos ni agua.
Ninguno contaba con su celular, ambos aparatos estaban en la recámara de la cabaña, pero...

¿Qué fué lo que sucedió?

- Degel - El gemelo menor se fué acercando al galo, aquél que al principio le había robado el corazón. Le dolía en el fondo verlos de esa manera, distanciados por algo que tiene solución.
El galo no quería hablar con Kardia, llevaba rato evitando su presencia.

- Que necesitas Deuteros... Si Kardia quiere hablar conmigo dile que no estoy de humor - Respondió Degel lanzando una piedra al agua mientras su mirada se perdía en las olas que formaba el lago.

- Degel, no me gusta verlos de esa manera... Kardia será un loco, un orgulloso, hasta muy impulsivo pero también tiene su lado noble y sé que te ama más que a su propia vida pero no se merece que lo evadas - Decía Deuteros mientras se sentaba a lado del galo.

- Estoy confundido... No sé como tomar esto. Camus no puede caminar aún, no sabe ni quien rayos es y además lo más importante... ¿Porqué se lo llevó Milo? - Respondió Degel llevándose las manos a la cabeza con desesperación.

- Porqué tu hijo estaba quizá en peligro. Debes saber que Milo lo ama, solo que Camus no se da cuenta y con el accidente que pasó, aún menos lo recuerda. Hará lo que sea con tal de protegerlo y sé que Saga puede estar involucrado en esto, siempre fué el típico niño que siempre mi hermano lo consentía con cualquier cosa que deseara.

Aquellas palabras hicieron que Degel comenzara a pensar, acomodar cada una de las ideas y sobre todo poner su mente en orden.
Saga desde un principio quiso a Camus a su lado, es por ello que le dio a firmar ese contrato que su hijo se negaba a renovar... ¿Pero que ganaba teniendo a Camus a su lado?
Fácil, simplemente la atención de los demás espectadores, porqué su hijo era una valiosa joya para la empresa.

- Tienes razón Deuteros. Esto que me comentas solo me hace pensar mejor las cosas... - De manera repentina se levantó del suelo - Gracias Deuteros, a pesar de lo que pasó entre nosotros, sigues siendo un Ángel caído del cielo para mi.

Estas palabras hicieron que Deuteros se sonrojara, no se esperaba un agradable halago por parte de Degel.
Estaba por responderle cuando comenzó a sonar el celular del moreno.

- ¡Espera... No te vayas Degel! - Deuteros detuvo al galo antes de que comenzara a caminar.

- Contesta, después hablamos.

- Vas a contestar tú... Es Asmita, está muy preocupado por ti y desde hace rato me dijo que no le contestas el celular - Respondió Deuteros entregándole su móvil para que pudiera contestar la llamada.

- Mi celular se quedó en la habitación donde dormía Camus... Gracias Deuteros - Deslizó su dedo en la pantalla táctil para poder contestarle a su amigo.













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