Capítulo 32 (A la luz)

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-Hemos interrogado a cada uno de mis empleados Kardia, ellos mencionan que llevaron el trabajo siguiendo los respectivos lineamientos para seguridad de los demás- Respondió Shion mientras admiraba el paisaje por la ventana.

Se encontraban en la Suite donde Kardia había recibido por primera vez a Degel, justamente aquella ocasión cuando cayó ante la belleza de ese hombre de piel de porcelana y cabellos verdes.

-¡Mi personal no fué Shion, ellos jamás me han hecho una trastada así!- Espetó molesto el heleno, si resultaba algo malo del accidente de Camus, la reputación de su hotel está en juego.

-Quizá le falte uno de ellos- Contestó Shura mientras caminaba hasta donde estaba parado su jefe contemplando la vista a través de la ventana.

El dueño del "Santuario" posó su vista al español, esperando que le diera más información.

-Falta Surt, no se ha aparecido desde el accidente.

Shion llevó su pulgar al mentón y pensó que en realidad era cierto, Surt no se ha aparecido y era el único que faltaba por interrogar.

-Ahorita mismo le llamaré- El dueño de la empresa televisiva sacó su móvil y comenzó a buscar entre sus contactos a ese joven de cabellos rojizos, lo necesitaba inmediatamente.






Saga se encontraba tranquilo después de hablar con Surt. Aunque el mencionado hablara que en realidad fué él quien planeó todo, aunque las cosas no salieran como lo esperaba... Aquel accidente era para Milo, no existía prueba alguna que lo demostrara. Después de todo sigue siendo la pareja oficial de Camus y eso es un punto a su favor.

Solo estaba esperando la aprobación de Aioros para poder irse a la Isla Milos y actuar con "Preocupación" para que nadie sospechara.

-Ya no hay más pendientes Saga, puedes ir a las Islas Milo para saber como está Camus. Shion ya está allá... Que más quisiera visitar a Camus para ver como se encuentra pero, Dohko quiere ir al "Santuario". Comenzaré a presentarle al personal- Respondió el castaño sin mirar de frente a su nuevo asistente. Era extraño para él tener un lugar superior y segunda, desde aquella noche no se atreve a mirarlo a los ojos.

-Gracias Aioros, me iré de una vez... Solo quiero preguntar algo ¿Porqué me evades?- Preguntó curioso, le daba la extraña sensación que algo le escondía, pero sinceramente eran temas que no quería saber Saga.

-Nada... No es nada, solo que me es difícil tener el puesto que era tuyo, eso es todo. Ahora si me disculpas, tengo que regresar- Aioros se levantó de aquella silla y se salió, dejando a Saga muy confundido.

-¿Ahora este que se trae?- Se dijo a si mismo mientras tomaba sus cosas para ir a las Islas Milo y buscar a Camus.








La noche había caído en ese lugar alejado de la ciudad, las estrellas comenzaban a brillar iluminando esa penumbra de la noche. Milo comenzaba a despertar al sentir más de cerca a Camus descansando sobre su regazo.

Abrió lentamente los ojos y lo primero que miró fué aquellos cabellos en tonos viridián sobre su pecho. Tener ese suave aroma de la fragancia de galo lo enloquecía... Trataba de controlar sus emociones al tener en esa cercanía a Camus, jamás se había imaginado estar de esa forma con su amado conductor.
Quien diría que después de meses atrás cuando solo lo admiraba a través de una pantalla, ahora estuviera durmiendo a su lado.

-Sería más bonito tenerte en mi vida- Pensó al recordar que después de todo le pertenece a Saga, aunque haya perdido la memoria seguía siendo su pareja.

Momentos como esos solo pasan cuando la suerte está de tu lado pero Camus es inalcanzable... Todos los aman y en especial él.

Dejó escapar un suspiro después de debatir internamente sus sentimientos, sin embargo ese ligero respiro lo pudo sentir el galo, pronto comenzaba a despertarse, abrió lentamente sus ojos y lo primero que vio fué a ese hombre de tez morena que comenzaba a despertar un sentimiento extraño en él.

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