Degel se encontraba admirando el paisaje en el balcón de su habitación.
Estaba esperando que Kardia terminara unos pendientes y después irían a la cabaña para visitar a Camus y Milo.— Ya terminé copito — Dijo Kardia abriendo la puerta de la Suite, para encontrarse con su pareja.
— Kardia, amo cuando me dices así — Respondió Degel girándose para ver a su pareja quien se veía tan provocativo con ese traje negro, camisa blanca y corbata roja.
Ligeramente mordió sus labios tratando de controlarse.El heleno se dio cuenta de ello, sonrió de lado y comenzó a caminar hasta el balcón, tomó de la cintura a Degel y comenzó acercarlo más a su cuerpo.
— Algo me dice que quieres otra cosa más ¿Eh? — Contestó mientras le quitaba lentamente su suéter a Degel.
— Quizá... Desearía que me quitaras la demás ropa restante — Degel comenzaba a jugar tímidamente con los botones de la camisa del contrario.
— Lo bueno es que llevabas prisa por ver a tu hijo copito.
— Si quiero verlo, pero me he encontrado con una deidad tan encantadora que me hace sucumbir a los deseos más profundos de mi ser— Aquellas palabras comenzaban a encender su lado erótico de Kardia, justamente cuando Degel mordió levemente el lóbulo de su oreja.
— Jajaja no te preocupa porqué sabes que Camus estará muy bien cuidado por mi sobrino ¿Verdad? — Cuestionó Kardia pasando sus manos de manera descarada por todo el cuerpo del contrario.
— Te lo dije la vez pasada, no me importaría en absoluto que ambos terminen juntos... Milo es todo un caballero con mi hijo.
— Ojalá lo Dioses oigan tus plegarias, Milo vive enamorado de Camus desde que lo conoció... En fin, luego hablamos de ellos, porque tengo otra cosa en mente ya que empezaste a provocarme con esos labios — Kardia tomó el mentón de su pareja y comenzo a besarlo con más pasión explorando más allá de esos suaves labios, robándole el aliento al contrario.
— ¡Ah Kardia! — Susurró entre labios al sentir el suave aliento de su amado.
— Y ahora viene lo mejor — El heleno cargó a Degel mientras él enrollaba sus piernas en la cintura del contrario.
Sin romper ese momento, ambos iban directamente a la cama.
Lentamente lo acostaba, mientras Kardia se posicionaba sobre él, dejándolo completamente a su merced.— Degel, te ves exquisito así— Susurró Kardia quitando cada prenda que cubría a su amado, esto provocaba que Degel sintiera en todo su cuerpo recorrer una corriente inexplicable que lo hacía desear más de ese hombre.
Degel se mordió los labios al ver como se quitaba las prendas Kardia dejando ver su tonificado cuerpo
Sería la primera vez en la que ambos se entregarían al amor, experimentando distintas sensaciones diferentes a una antigua relación heterosexual que vivieron ambos anteriormente.
— Ante tanta belleza Degel, jamás te dejaría salir de mi cama — Susurró Kardia en un tono seductor mientras besaba de manera tortuosa el cuello de Degel.
— Y yo no... dejaría que alguien más te mire... Tu eres solo mío y no pienso compartirte Kardia— Respondió tratando de controlarse pero era imposible ante los besos y caricias que su pareja le brindaba, llevándolo a la cima del cielo.
— Degel, Degel — Sonrió ladino — Soy tuyo ahora y siempre, sería capaz de buscarte por cielo, mar y tierra hasta encontrarte... Porqué tu eres ese complemento que necesita mi vida.
Estas palabras hacían estremecer de placer a Degel, no se había equivocado, Kardia necesita de él, como él de Kardia. Jamás se había imaginado amar a alguien con tanta locura como a Kardia.
— Y yo siempre estaré dispuesto a esperarte— Susurró mientras dejaba un ligero camino de saliva en la mejilla del heleno.
— Quien te viera copito, tan serio, callado y con ese porte elegante que te cargas — Besó descaradamente su torso desnudo — Quien se imaginaría que fueras tú quien tendría la iniciativa.
— Verte con esa corbata roja me enciende.
Kardia sonrió cuando escuchó eso, sonrió con un toque de malicia y se levantó de la cama para tomar su corbata que había dejado en el suelo— ¿Sabes? Es mi corbata favorita — Nuevamente se acercó mirando a Degel de manera sensual— Y créeme se verá muy bien en ti.
El heleno se acercó a Degel y lo maniató con ayuda de su corbata— Ahora disfruta lo que viene dulzura— Susurró cerca de su rostro dejándolo sonrojado por ello.
Bajó de manera repentina al vientre del contrario dejando un camino de saliva hasta bajar a su intimidad, comenzó a masajearlo y felarlo.Estas sensaciones hacían que Degel curveara su espalda, las manos no las podía mover, eso lo volvía más excitante.
Kardia al verlo de esa manera, sentía su cuerpo arder... Con ayuda de su saliva y de sus dedos comenzó a prepararlo para ser uno.— ¡Ah Kardia!... Maldigo que me ataras — Se quejó Degel.
— Eso es lo mejor copito... Me gusta ver como tu cuerpo reacciona a lo que te hago — Rápidamente se levantó para probar de aquellos labios.
Después tomó la cadera de su amado, la levantó a una altura considerable y lentamente fue entrando a ese lugar cálido y estrecho... Solo para él.
Al principio Degel sentía dolor, pero Kardia trataba de hacerlo despacio para no lastimarlo. Cuando entró perfectamente esperó a que su amado se acostumbrara y fué moviéndose lentamente.
— Degel mi amor— Tomó a su amado abrazandolo, se acomodó para sentarse y Degel sobre él, dejando todo su pecho frente al rostro de Kardia.
— Kardia... — No terminó de hablar, estar en esta posición lo hacía estremecer de placer mezclado con las ansias de querer tocarlo con sus manos pero no podía.
El heleno apretó suavemente sus nalgas y comenzó un vaivén lento que después de unos minutos las estocadas comenzaron a subir de nivel.
Sus cuerpos comenzaban a cubrirse de una capa de sudor por el movimiento de ambos amantes entregados al placer.
Sonidos obscenos y gemidos inundaban aquella habitación donde estas cuatro paredes eran testigos de la entrega de ambos amantes.
Degel sentía como era su miembro estimulado por el vientre perfectamente marcado de Kardia.Unos movimientos más y el heleno comenzó a sentir que pronto liberaría su esencia dentro de su amado.
Dio un gruñido al liberarse... Degel al sentir el cálido néctar dentro de él, llegó a su ansiado orgasmo derramando toda su esencia entre sus vientres.
Ambos comenzaron a regular sus respiraciones agitadas por el momento.
— Degel... A la próxima dejaré mis marcas en todo tu hermoso cuerpo— Respondió Kardia mientras tomaba la cintura de Degel con suavidad, ayudándolo a salir y acostándolo en la cama.
— Me gustaría tomar tu lugar después... No sabes como me enciendes — Susurró mordiendo levemente el cuello del heleno dejando una marca muy notoria.
— Ja, ja, ja, por ahora no creo porqué te cuesta levantarte— Contestó Kardia quitándole la corbata de las manos.
— Si admito que me duele la cadera pero... No quito el dedo del renglón, a la otra seguiré yo— Sonrió Degel con malicia.
— Bien dicen que los calladitos tienen bien guardadito sus más bajos instintos de placer... Tendrás que convencerme para que me deje — Sonrió ladino después de decir esto.
— Ya lo verás— Contestó burlón.
— Eso me interesa verlo copito... Pero mientras— Kardia acercó más a Degel para poder abrazarlo, mientras se cubrían con las sábanas— Vamos a dormir para que descanses mañana sin falta te llevo a la cabaña para que vayamos a ver a los chicos.
Ambos se fundieron en ese cálido abrazo, era un hecho que ambos ya no saldrían hasta mañana...
❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄
Buenas tardes mis quer@s lector@s espero que este capítulo les haya gustado, también para adelantarles que en el próximo capítulo tendremos al sensual Kanon el dolor de cabeza de Saga 😈 😅
Nos leemos en el siguiente capítulo... Los quiero. 🥰🥰
ESTÁS LEYENDO
Inalcanzable
Fanfiction"Me enamoré de ti aunque no tenga tu afecto lo conseguiré, aunque no me ames te conquistaré" Acompaña en esta historia a Milo Venizelos quien se enamora de una celebridad de un programa de TV... Camus Labelle quien ni se da cuenta de la existencia d...