Capítulo 23 (Así es la vida)

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Con un cigarro en la mano y recargado en la pared del centro de convenciones del hotel, Deuteros estaba mirando al cielo, en ese amplio balcón observaba las estrellas mezclado con las suaves olas del mar, había hecho algo que jamás en su vida se había imaginado y ese fué renunciar a esa persona que lo cautivó desde que lo miró. Solo esperaba muy en el fondo que su amigo valorara a esa persona especial que ahora formará parte del corazón de Kardia.

-Te he buscado por todas partes Deuteros.

Aquella voz interrumpió sus pensamientos, volteó para observar que Asmita se acercaba hasta donde estaba él.

-Asmita... ¿Qué necesitas?- Preguntó Deuteros y siguió mirando al cielo.

-Solo, te estaba buscando... ¿Sabes? Te noto diferente, cuando regresamos estabas contento y ahora parece que alguien borró la sonrisa de tu rostro, te ves más serio- Respondió Asmita acercándose al moreno.

-Solo estaba pensando algunas cosas- Contestó Deuteros con la mirada perdida en el suelo.

-Cuando te refieres "Algunas cosas" es Degel ¿Verdad?- Cuestionó el rubio tratando de saber más.

-¿Como lo sabes?- Preguntó asombrado al ver que Asmita sabía la razón por la cual se sentía así.

-Degel me lo dijo el día que llegué... Tanto como tu y como Kardia han estado tras él ¿Quieres platicar conmigo para que puedas liberar todo aquello que guardas? Esconder los sentimientos y hacer de cuenta que nada pasó es malo- Respondió Asmita mientras lo tomaba de la mano y caminaban rumbo a la playa, era de noche ya casi no pasaban personas por ese lugar...








En el restaurante del hotel:

-La cena está exquisita Kardia, me gusta como cocinan tus chefs- Respondió Degel mientras le daba un sorbo de vino a su copa.

-Solo lo mejor de este lugar mi querido Degel- Kardia le regaló un guiño y tomó su copa de vino.

-Bueno cambiando de tema... ¿Camus, estás listo para mañana?- Preguntó Degel mirando a su hijo.

-La verdad estoy nervioso papá, se que mi vida ha girado en torno a las cámaras y las grabaciones, pero esto será distinto... Programa en vivo, un lugar abierto, muchas preguntas por responder... ¡Cielos tengo que darle una leída los libros! No quiero quedar en ridículo frente a todos por no saber algún tema en específico- Camus se levantó de la mesa, se acabó el vino de su copa y caminó hasta donde estaba Degel.

-¿Irás a tu habitación hijo?

-Si papá, lamento dejarte en la cena, pero necesito repasar temas que sean de interés de la gente, no quiero errores mañana... Descansa papá y que pase buenas noches señor Kardia- Camus comenzó a despedirse y tomó el suéter que había dejado en su silla.

-¿Quieres que te ayude Camus?- Preguntó Milo.

-Claro, quizá puedas ayudarme con los libros que traigo en la maleta- Respondió Camus mientras esperaba a su asistente para poder irse a la habitación.

Milo se levantó de la silla y comenzó a despedirse también de su tío y del papá de Camus.

Después ambos se fueron caminando hasta el elevador para llegar a la habitación que les corresponde.

Degel y Kardia se quedaron solos en el restaurante:

-Degel... ¿Quieres salir conmigo a caminar por la playa?- Preguntó Kardia esperando que Degel aceptara su propuesta.

-¿No crees que es noche para eso?

-El lugar a estas horas es tranquilo... a excepción si el clima no fuera favorable, pero el cielo está despejado y casi no hay personas. Además Camus y Milo ya se fueron, no creo que quieras estar solo encerrado en tu habitación- Preguntó Kardia esperando la respuesta de Degel.

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