Inalcanzable

Capítulo 1 (Milo)

"Me enamoré de quien todos dicen es inalcanzable pero aunque no tenga su afecto lo conseguiré"

Era la décima quinta vez que se quedaba hasta las once de la noche solo por ver ese programa, que no era tanto de su agrado el contenido, pero la persona que lo conducía sí lo era.

Alguna vez en la vida nos hemos enamorado de un famoso ó simplemente de alguien cercano pero nunca sabrá del amor que les tenemos, un amor platónico, como dicen hoy en día... su Crush.

Ese chico que sale como conductor de aquel programa, un francés de piel clara, cabellos en tonos esmeralda y unas largas pestañas que despertaban la envidia de muchas mujeres.

Milo amaba los martes y jueves sólo para verlo a él. El programa era interesante, contenido con datos insólitos, curiosos o desconocidos de la historia de la humanidad... Pero a él solo le interesaba una cosa y esa era su más grande amado conductor.

Ahora se encontraba acostado en su cama simplemente esperando aquel programa para poder mirar una vez más a su adoración francesa.

"Curiosidades del mundo" era el programa, sin embargo lo a que Milo lo cautivó es esa voz con tono francés con la que narra el conductor, su belleza se comparaba como si estuviera describiendo a los mismísimos campos elíseos, a veces se imaginaba como sería en realidad su personalidad ¿Será el típico famoso que no le gusta que el aire lo toque? Quizá ¿Un orgulloso engreído con mujeres de sobra?

No lo sabía en realidad, no es lo mismo estar detrás de una pantalla observándolo, pero había algo en el que lo cautivó, no sabía que era pero pronto lo descubriría

El reloj marcó las once de la noche, tiempo ideal para que comenzara el programa. Milo se acomodó en su cama, a su lado tenía una buena taza de café para poder disfrutar de ese chico de cabellos esmeraldas.

Cuando terminó la media hora destinada al programa, Milo apagó su televisor, se acomodó para dormir y esperaba soñar con aquel chico que le roba el pensamiento día y noche ya que como dicen muchos, soñar no cuesta nada.

En sus sueños, se miraba justamente frente a Camus, soñana cuando estaban grabando el programa, era su más grande anhelo... Estar frente a su amado conductor mientras admiraba su trabajo.
En las pausas pequeñas que tomaban de descanso los productores del programa,  Camus le mandaba pequeños besos a Milo y uno que otro guiño que lo hacían suspirar.

Que bello es soñar...
Imaginar un mundo fuera de la realidad...

Podía seguir así en su sueño más placentero pero su molesta alarma lo despertó

— ¡Hay... Que fastidio de alarma!— Bufó molesto porqué estaba en la mejor parte de su sueño y tenía que interrumpirlo su reloj programado para evitar que le hiciera tarde.

Se levantó de la cama muy a su pesar y se metió a darse una ducha. Le desesperaba tener que despertar temprano, sobre todo cuando se quedaba hasta la media noche solo por ver a su conductor favorito.

Al terminar de ducharse, salió con una toalla envuelta en su cintura, se acercó a su tocador para arreglarse y se miró en el espejo.

— Por los dioses — Bostezó con mucha pesadez — Denme una buena razón para trabajar... Cierto soy pobre.

Se cambió, se peinó su cabello alborotado con un poco de fijador, de lo contrario si no lo acomodaba parecía que tuvo una guerra interminable con la almohada.
Pasó a su pequeña cocina y se preparó un  café junto con unas galletas que compró el día anterior ese fué su ligero desayuno.

Salió de su casa y se dirigió a su trabajo, no era un lugar muy remunerado, pero si lo suficiente para él, vivía solo, era el encargado junto con su amigo inseparable Aioria, ambos tenían de responsabilidad el departamento de electrónica de la plaza comercial de la ciudad.

Se le hizo tarde diez minutos como siempre, pero su compañero ya estaba en su puesto, además siempre le ayudaba a checar su turno puntualmente para que no perdiera el bono que la empresa le daba.
Aioria lo saludó amablemente.

— Milo, amigo buen día... Aunque tu cara demuestre lo contrario ¿Otra vez mirando la televisión verdad?... — Cuestionó en un tono burlón — Ayer te tocó programa.

— Bueno que te puedo decir, me conoces bien y sabes porqué me desvelo — Respondió alzando los hombros sin preocupación alguna.

Milo terminó de acomodar su lugar, solo era cuestión de esperar a que abrieran la tienda y así poder atender a la gente que llegara a comprar o simplemente ayudar a esas personas que solo preguntan y miraban la mercancía.

— Hay Milo no tienes remedio, ya búscate una pareja, tu y tu amado conductor jamás en su vida se van a encontrar y si lo llegaras a ver, dudo que se interese por ti... Es más mira— Dijo Aioria mientras señalaba una de las televisiones de plasma que tienen como exhibición en las paredes.

Era un pequeño reportaje, el entrevistado era nada menos que su amado conductor, anunciando a los televidentes que debido al éxito, ampliarían media hora más del programa.

Eso a Milo le emocionó, media hora más podría admirar a su amado galo que ha inundado hasta sus pensamientos más prohibidos... Sin embargo en la entrevista estaba Camus con alguien más a su lado, un hombre de buen porte, cuerpo esbelto y cabellos azules ¿Será su guarda espaldas ó su pareja? No lo sabía, Camus siempre ha sido un hombre reservado con su vida frente a los medios... Pero eso no era impedimento para seguir siendo admirado por él.

— ¡Ves! — Señaló Aioria a la televisión— Ese tipo está rodeado de mucha gente, tú serías una pequeñísima parte de las personas a las que le haga caso.

— Pero qué ánimos Aioria, eres buen amigo — Respondió con sarcasmo.

— Es la verdad, por eso te digo que te busques a alguien más ¿Sabes? A Shaina la que chica que está en las cajas, siempre te sigue con la mirada, ya dale el sí y deja  a tu amor imposible que esto no te llevará a nada más que a la soledad.

— Quizá... Pero por ahora estoy bien así, media hora más de mi programa, para ver a ese francés. Sabes que todo se lo dejo a mi imaginación.

Aioria solo se rió, sabía de ante mano que su amigo no tiene remedio, se separaron por rumbos distintos de la tienda, ya que la gente comenzaba a entrar y ahora les tocaba tomar su labor.

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Hola a tod@s no podía quedarme sin las ganas de  escribir esta idea que traigo desde semanas atrás, espero les guste la historia así como las demás que llevo, mientras tanto los dejo con este capítulo, y espero les guste 😊😊

Si hay una historia similar así, no tengo conocimiento de ello ya que esta historia la voy escribiendo conforme la voy imaginando, así como las demás...