veinticuatro

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Niall le besaba el cuello, con su pelvis impulsada hacia la suya, restregándose de forma necesitada. Zayn mientras tanto, permanecía estatico, mientras sus pasos le llevaban a una de las habitaciones de la casa principal. 

—Es como un afrodisiaco... Me hace sentir extraño—el moreno suspiró, relamiendo sus labios, las venas del cuello se le veían al ejercer fuerza de voluntad mientras se encargaba de abrir la puerta de la habitación, cerrándola de un movimiento, apoyando el cuerpo del castaño por completo contra ella, invadiendo su boca de forma voraz. 

Niall ahogó un gemido, sintiendo las manos de Zayn deslizar hacia el suelo la camisa blanca que tenía, desabrochando los pantalones, empezando a bajar estos también. Sus manos se colaban entre su ropa interior, despegándose de él de forma rápida, mirando hacia abajo. Niall parpadeó, sintiendo un mareo intenso, teniendo que apoyarse por completo contra la puerta—: ¿Qué ocurre?

—No estás mojado—murmuró en desconcierto el alfa. Niall sonrió de lado, abalanzándose a él. 

—Pues claro que no, tontito, soy un beta—terminó por decir antes de rodearle con sus brazos de forma acaparante, besándole con esmero. Quería todo, todo de él. El sabor de sus labios, como metía su lengua a su boca y jugaba con la suya, como sus enormes manos le apretaban los glúteos y le cargaban, rodeando sus piernas alrededor de sus caderas. 

Gruñó empezando a mover sus manos por el saco de su traje, quitándosela a duras penas, repitiendo el mismo acto con la camisa. Hizo un mojín con los labios, como un pequeño berrinche, cuando la camisa no podía salir por completo de sus brazos, ocasionando una leve risa en el alfa, algo que no se veía muy a diario. 

—Calma, aquí estoy—Niall asintió con euforia, mirando como se terminaba de quitar la camisa, volviendo a enrrollar sus brazos a él, continuando con el beso desenfrenado de hacia un rato. 

Lo tomaba, una y otra vez, y su pelvis seguía restregándose en la suya, y la tenía dura, y estaba más que excitado. 

—Vamos, quítate esto...—masculló. Sentía los labios y los dietes de Zayn repasar la piel de su garganta, le tenía sujeto con una mano dejándolo expuesto y a su merced. La pelvis del beta seguía en movimiento errático encima suyo, bajándose el pantalón en el camino, sacando su miembro erecto de su ropa interior y haciendo lo mismo con la de él. Las juntó en un acto desesperado de posesión, calientes y húmedas una a la otra, ocasionando más gemidos descontrolados en el beta que empezaba a lloriquear necesitado. 

—Tranquilo...—siseó, lamiendo de forma lenta los labios del castaño, mordiendo suave el inferior. Sus manos bajaban por su espalda, pasando por su cintura, sus caderas, apretando los costados de sus glúteos, entreabriendo estos, repasando su entrada con la yema de sus dedos índice. 

Los gemidos de Niall aumentaron, sus manos aferrándose a la espalda del alfa, sus pies anclados a sus caderas, temblando por completo con miedo a caer. Zayn había introducido ambos dedos dentro, y ahora jugaba descaradamente con su entrada, metiendo y sacando ambas falanges, una y otra vez, estirándole. Negaba, con la boca entreabierta, observando la mirada dorada del alfa que solo se limitaba a mirar como se desmoronaba frente a él. Imposible de percibir sus sentidos. 

Negó con desesperación, tratando de buscar las palabras en su cabeza para lo que necesitaba. 

—Zayn... hazlo, ¿Si?, te necesito...—si tan solo Niall supiera, lo desesperadamente encantador que se veía al decir aquello y lo locamente abrumador que eso le hacía sentir, sabría entonces que era poderoso. Lo tenía en sus manos. 

Zayn jamás se había sentido tan sumiso frente a alguien, no como cuando Niall hablaba y le miraba de esa forma, con el sutil tono de voz que le invitaba a hacerlo suyo. 

—Te deseo—murmuró besando lentamente sus labios, sacando sus dedos húmedos de su interior, moviendo su pelvis contra la suya, ocasionando espasmos en el castaño. 

—D-Deseame m-más—gimoteó. 

Zayn apretó los labios tomando sus glúteos y alzando estos para así entreabrirlos e ir introduciendo su miembro en él. Los ojos de Niall se abrieron por completo, soltando un grito fugaz, aferrándose con fuerza a él—: ¡Es... enorme... Zayn!—. El alfa siseó de nuevo, quedando un par de segundos quieto antes de empezar a embestirle. 

Llevaba un vaivén constante, besando sus labios, oliendo el aroma natural que desprendía en su cuello, mordisqueando la piel de su clavícula. Niall gemía entre risas, aquello calmaba la sensación de su vientre bajo, el ahora nítido dolor y la intensa necesidad de sentirlo. Zayn terminó por apoyar por completo su espalda  a contrapuerta, gruñendo cuando la intensa necesidad de acapararlo creció. Niall enterraba las uñas en su espalda, y se arqueaba por completo apretando el agarre en sus caderas con sus piernas. Se besaron una vez más antes de que el castaño se corriese entre ambos, temblando del placer y los espamos, apretando su miembro en el proceso. 

Zayn gruñó, cargando su cansado cuerpo hasta la cama al centro de la habitación, intacta y limpia, era una de huéspedes. Lo acostó sobre ella, viendo su pecho inflarse y desinflarse al tiempo, ante lo errática de su respiración. El alfa terminó de bajarse por completo la ropa interior sin dejar de observale como un enorme depredador, y Niall suspiraba cansino, viendo como el alfa le desprendía su ropa interior, sin dejar de mirarle por completo. 

—Abre las piernas—murmuró con lascividad. Niall asintió haciendo lo que este le pidió. Zayn se fue inclinando hacia él, tomando sus piernas y besando entre sus muslos. Ocasionó que se pusiera más duro, siendo doloroso puesto que acababa de correrse. 

Intentó negarse pero Zayn ya había alzado sus glúteos y metido la lengua entre ellos, gimoteó desconcertado, abrumado, desesperado. Lo estaba disfrutando, cada látigo de placer enviado a su cerebro, deseoso de más. 

El alfa pareció sentir lo mismo, puesto que un par de segundos después su cuerpo fue volteado y alzado para quedar empinado con el trasero hacia su pelvis. Zayn le embistió sin aviso, tomando sus caderas y retomando el vaivén poco piadoso. El sonido de sus pieles chocar, su espalda más arqueada de lo normal. No terminaba de acostumbrarse al tamaño de Zayn, y no es que cada que lo hicieran exploraran mucho las diversas posiciones que existían. Pero su líbido estaba en llamas y, las sensaciones de cada penetración le hacían sonreír de felicidad y placer. Moriría de alegría. 

—¡Zayn!—gimió su nombre. Volvió a gemirlo y lo repitió en muchas ocasiones más. El alfa temblaba y en sus manos sus venas resaltaban de la fuerza que ejercía contra su nivea piel de porcelana. Con seguridad, dejaría las marcas de sus manos. 

Observando su rostro de perfil, apoyando contra el colchón y las sábanas de seda naranja, sus labios rojizos y sus ojos azules llorosos, los gemidos que emitía desordenados y necesitados, Zayn llegó al climax con tan solo un par de embistes más. 

Niall lloriqueó, su miembro se hizo más grande aunque no llegó a anudarle. Dolía mucho y, aun así, era terriblemente conciliador, inclusive para él. 

Un beta. 

Mi perfume~ Ziall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora