quince

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Harry entró a su oficina y le miró por largo rato mientras leía un artículo estadounidence acerca del control de feromonas omega en el punto más alto del celo. Llevaba sus lentes de lectura puestos y tomaba tranquilamente una taza de café a las dos de la tarde. Bueno, no podría llamarse así mismo un activo, pero había descubierto por Niall, verdadero amante del café, uno de grano molido muy bueno traído desde México, así que tuvo que pedir un par de cajas, y se había guardado algunos paquetes en una bolsa kraft para darcela al castaño. Iba a tomar una bebida con él ese día. 

—¿Sucede algo?—preguntó cuando la mirada del alfa rulado se hizo más intensa. Harry pareció sorprendido, negando. 

—Bueno, sí—Zayn, que había vuelto a la lectura, la dejó de nuevo observándole atento—: Acerca del perfume...

—¿Qué ocurre con eso?

—Ya sabes, me preguntaba... ¿cómo va?—frunció el ceño analizando sus facciones, cruzándose de brazos y relamiendo los labios. 

—Va bien. 

—¿Bien?

—Bien—Harry apretó los labios algo irritado, haciendo una mueca.

—¿Has avanzando en ello?—se rascó la nuca sin poder mirarle a la cara, viendo el piso de la oficina de Zayn como lo más interesante del mundo. 

—Harry—el alfa se tensó sin poder aún alzar la mirada—, ¿Qué te ocurre?

Se empezó a reir de forma despreocupada, con un gesto de mano restándole importancia al asunto. Zayn alzó una ceja escéptico. 

—Nada, no me hagas mucho caso. 

—¿Te gusta alguien?—cuando su expresión se volvió seria, su cuerpo se puso rígido, y su olor empezó a ser el de nerviosismo, Zayn supo que había acertado—. ¿Es aquel chico, el amigo de Niall?... hmm, Louis, ¿no?—. Se ruborizó apenas perceptible, pero el moreno lo vio claramente.

—Es un beta—le recordó a él y a sí mismo. 

—¿Y eso es malo por qué?

—No hay nada de malo en realidad... yo solo...—¿Qué era lo que había de malo?, se preguntó. 

Le gustaba Louis, era algo que ya había aceptado, pero por qué... algo seguía causando ruido en su cabeza.

—Harry—Zayn resopló después de un rato negando—, lo estás pensando mucho.

—¿Qué?

—Lo de los géneros, lo estás pensando mucho—se puso de pie al mirar la hora en su reloj, tomando la bolsa a su lado, observando de nuevo a su amigo. Tenía el rostro dubitativo, parecía perdido—. Si alguien te gusta, te gusta y ya. No te dejes llevar por lo demás. 

Eso fue lo que Zayn le dijo, y no sabía quien había quedado más confuso, si el rizado o él. 




Le observó entrar poniéndose de pie como un resorte, enrojeciendo ante el acto y saludando pausible. Niall vestía ropa deportiva, nada ostentoso dejando en claro la simplicidad que quería aparentar. Zayn llevaba un pantalón de vestir negro hasta los tobillos, zapatos del mismo tono y una camisa blanca manga larga arremangada. Llevaba la bolsa kraft en una mano, y los lentes de descanso aún puestos, y en serio se veía más sensual de lo que recordaba cuando lo vio así por primera vez. Niall le sonrió cuando llegó a su lado, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla. Se sentaron uno frente al otro y se miraron largos segundos hasta que la empleada del lugar les pidió su orden.

—Café latte, por favor—habló el castaño. Zayn seguía mirándole fijo cuando pidió el moka blanco caliente de temporada. 

—Te ves bien—pero si llevaba puesto un conjunto deportivo, y aún así, se ruborizó escandalosamente. Sus ojos azules resaltaban en medio de todo su rostro encogiéndose en su sitio—. Por cierto, mi madre ha dicho que te des una vuelta por su spa, mencionó algo de un sauna y cosas que, si me disculpas, no presté atención—. Parecía lamentarlo pensativo, pero de todas formas, la sola invitación le robó el color de sus mejillas, dejándole pálido. 

—¿Tu madre?

—Si—dijo enseguida, sacando de entre su abrigo una tarjeta de presentación que extendió frente suyo. El nombre de un lugar bastante prestigioso al centro de Londres se divisó notablemente—. ¿Lo conoces?, mamá es algo excéntrica así que no creo que te pierdas, pero insistió mucho en que vayas—. Asintió timidamente tomando la tarjeta. 

—Me daré una vuelta en estos días...

—Perfecto. Le avisaré—la tenue sonrisa del alfa, casi imperceptible, se borró cuando sus bebidas fueron traidas. 

Le dio un sorbo largo a su café, relamiendo sus labios, Zayn lo observó en todo momento sin perde ni un rastro de la expresión en su rostro, sorprendiéndose del sol al atardecer golpeando contra sus ojos, sus pestañas batidas, su genuina mueca de gusto. 

Niall era hermoso. 

—¿Zayn?

—¿Eh?—el beta le vio con preocupación, sus manos apretadas contra si, aventurándose hasta extender una de ellas y posarla justo encima de la contraria. 

—¿Pasa algo?—el alfa le observó largos segundos sin una respuesta concreta, negó poco después de ello y Niall asintió restándole importancia mientras terminaba de tomar su bebida y le contaba acerca de su día. 

Había hablado con Louis por teléfono, luego con su madre. Hizo compras en el supermercado, se ganó la última leche descremada del aparador, y llamó a un técnico por que su aire acondicionado había dejado de funcionar. 

—Me encargaré de ello—respondió con simpleza tomando un trago de su bebida, sin dejar de observarle. 

—Oh, está bien. Ya he llamado—el moreno pareció meditarlo, asintiendo vagamente. Niall le sonrió con naturalidad, y de nuevo se le quedó mirando largo rato, parpadeando algo confuso con sus acciones ese día.

—El perfume está listo para otra prueba—dijo entonces cuando casi olvida el por que había citado a Niall esa tarde más allá de poder tenerle cerca un rato. El castaño le vio algo preocupado, cambiando su expresión a una más relajada. 

La suya debía verse demasiado estoica o demasiado confiada por que Niall solo asintió. Volvió a tomar de su bebida y se relamió los labios, manchándose por encima del labio superior un poco con la espuma del latte, sin darse cuenta, empezando a hablar de otras cosas triviales que de repente perdieron el sentido. 

Sonreía, con esos ojos azules que le miraban, a él; le miraban con interés y euforia, y aún con las dudas dispersas en toda su mente, dejando a un lado su juicio, se puso de pie sacando un par de billetes y dejándolos sobre la mesa, tomándole de la mano y jalando de él. 

El castaño quedo, solo se limitó a seguirle, saliendo así del lugar, caminando un par de calles, dando vuelta en una con un pequeño callejón que les llevaría al otro lado. Aún así, Zayn se detuvo, la bolsa kraft aún en sus manos. 

—Zayn—

—Para ti—se la extendió, Niall la miró escéptico, tomándola con lentitud, asintiendo en agradecimiento, queriendo replicar, quedando sin aire cuando las manos, frías, de Zayn le tocaron las mejillas, acariciando con suavidad con la yema de sus dedos su tersa piel. 

Dio un sobresalto, sin comprender que ocurría, mirándole preocupado. 

—Zayn—dijo de nuevo. 

—Niall—pero Zayn volvió a dejarle sin habla. 

Juntó sus labios a los suyos repasándo la lengua sobre la espuma que el latte había dejado, por sus carnosos labios, entre abriendo su boca, e introduciendo esta hasta enroscarla con la suya, capturando su aliento, enloqueciendo sus sentidos. 


Mi perfume~ Ziall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora