diecisiete

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Ahmed Malik le miró con una sonrisa ladina característica y propia de tal belleza. Él se sonrojó de forma violenta poniéndose de pie y disculpándose tantas veces con el hombre que casi pierde el habla. El omega sonrió. 

—Cariño, ni que fuera algo del otro mundo—anunció Ahmed. Seguía avergonzado, asintiendo chiquito. 

Después del sauna, Ahmed le llevó a una sala de masajes, dos mujeres, betas, les esperaban. Ahmed le animó a colocarse boca abajo dejando consentir a su cuerpo por medio de aquellas manos "milagrosas" isistía él. Largos segundos en los que tuvo que tomar aire de más dejando que los nudillos de su espalda de tanto estrés se evaporaran en un santiamén. Eso le valió un par de suspiros, cerrando los ojos por un rato, yendo a otro espacio—: ¿Por qué crees que te gusta?—. Aquella pregunta le trajo de nuevo a la realidad. Le volteó a ver, ahí, a su lado, siendo un omega tan bello e inmaculado. Definitivamente era una versión de Zayn adulta, más refinada, delicada como una rosa. 

—Yo...—pensar en una respuesta congruente era complicado. ¿Qué significaba en realidad?, suspiró—, supongo que solo me gusta. Ya sabe, el sentimiento que te nace cuando empiezas a convivir mucho con alguien, la forma en la que te trata, la forma en la que te mira, la expresión de su rostro es dura pero cuando me mira a mi, solo a mi, es... como si conociera una parte de él que nadie más conoce. Me siento dichoso, y mi corazón bombea con fuerza de tanto desborde de nerviosismo. Estar a solas con él ya es demasiado, por que sí, entonces podría confirmar que no creo que me gusta... más bien, admito que sí, me gusta en serio. Me gusta Zayn.

Lo soltó como un último susurro, sin siquiera mirar a Ahmed. Quiza hacía mucho que ya no le respondía, más bien, se respondía a sí mismo. Se apretó los labios, volviendo a acomodar su cuerpo para que la chica de los masajes terminara su acción. 

—Hmm—fue lo único que se le escapó al omega, dejándole lleno de incertidumbre—. Bueno, es suficiente—. Dijo después de un rato, deteniendo las manos en su espalda, le miró lleno de duda pero él solo le sonreía—. Vamos a por un aperitivo, ¿te parece?



Junto a la recepción del lugar, se encontraba la entrada a una mini sala de espera que contaba con una pequeña cafetería incluida. Postres y bebidas, Ahmed le sonrió complice invitándole a tomar lo que quisiera. Se pidió un frappe chai junto a una rebanada de pay de limón. Ahmed se deboraba un muffin y un latte caramelo mientras ambos yacían sentados en una de las esquinas del sitio, en una pequeña mesa decorativa. 

—Gracias por la invitación—seguía sintiendose algo fuera de lugar pero, la comodidad con la que el omega le hacía sentir, poco a poco le hacía entrar en confianza y comadería—. Me la estoy pasando muy bien—. Su voz  era tenue, pausada, con las mejillas sonrojadas de nuevo ante la mirada intensa del omega sobre él. 

—La verdad es que ansiaba concerte. Cuando Zayn te llevó a conocernos por primera vez en la cena  de navidad, fue realmente algo sorprendente. Mi hijo y yo somos tan unidos, pero no me habló de ti hasta ese día...—Ahmed sonreía, más allá de algo que pudiera ofenderle, solo le miraba con cierta diversión. 

—¿Qué le dijo?—dijo con la curiosidad de un niño. El omega suspiró. 

—Me dijo la verdad. No soy de inmiscuirme en los asuntos de Zayn pero jamás nos había dicho acerca de la investigación que estaba haciendo. Supongo que es por su padre... Mi esposo no es muy afecto a la diversidad. Pero no es algo de lo que tengas que preocuparte, cariño—. Soltó una risita, y Niall agradeció sus palabras por dentro, quizá era muy amable para reconocerlo, pero Ahmed pisaba cauteloso el terreno con sus palabras—. Me dijo que habías accedido a trabajar con él en el estudio y que por alguna razón, había empezado a tomar afecto por ti—. Su mirada se alzó a la suya, sorprendida e ingenua. El omega ladeó el rostro, su sonrisa burda—. Mi hijo es algo tonto y de muy lento aprendizaje cuando se trata de relaciones personales, pero yo lo conozco bien, creo que le gustas, y mucho. 

No va a negar que en ese momento su corazón casi se le sale del pecho y un ligero suspiro escapó de sus labios casi atolondrado. 

¿Zayn? ¿sentir algo por él?, casi lo cree falacia y al pasar de los segundos, la risita de Ahmed se hace un eco gradual—: Oh, mira, me han avisado de que Ricky está aquí—. Su dulce voz interrumpe sus pensamientos, señalando la pantalla de su celular con un dedo, sin dejar de mirarle de esa forma ladina, guiñando un ojo hacia él—. ¡Es el encargado de nuestros tratamientos faciales de aguacate!—. De repente, Ahmed se puso de pie y jaló de él, pasando uno de sus largos y delgados brazos por sus hombros, apegándole a su cuerpo—. Tranquilo, cariño. No lo pienses mucho y relájate, estoy segura de que cuando lo veas, tendrás un mejor panorama en tu cabeza, y sabrás que hacer. 

Se limitó a asentir hacia él, caminando a su lado hasta llegar a otra habitación, adornada de mantas de colores de algodón enormes, donde un beta de rastas largas y pulcras les esperaba. Se pasaron el resto de la tarde contando anécdotas, hablando entre ellos del día a día. A la mascarilla le siguió una sesión de ventosas e inciensos relajantes, y así el día pasó rapidamente. Para cuando el auto le esperaba de nuevo en la entrada para dirigirse a casa, las 5:30 p.m. marcaba el reloj, y Ahmed y él ya eran amigos como si se conocieran de todo una vida.

—De nuevo, gracias por todo. Me la he pasado de maravilla—se sentía diferente. 

—Para nada, cariño. Quien quita que te vuelves oficialmente parte de la familia—fue un comentario lleno de inocencia, aun así, tragó duro sin responder a aquello, y con el recordamiento de que dentro de solo media hora, estaría en casa con Zayn, juntos y solos, encerrados en espera y a la expectativa de la nueva prueba del perfume. Un perfume que no había hecho otra cosa más que unirles en todo ese tiempo. 



*

Disculpen la tardanza, mi semana ha sido ruda. Lamento si lo corto hasta aquí, prometo subir más pronto esta semana y traerles algo que seguro les encantará** si, ya saben a lo que me refiero. ;)


Mi perfume~ Ziall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora