veintinueve

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Se masajeó la sién por cuarta vez en esa mañana, su segunda taza de café seguía sin surgir efecto en mantenerlo alerta y consciente de su entorno, las malas noches le cobrarían factura. La realidad era simplemente que la ausencia de Niall había causado una extraña desesperación en su alfa que le afectaba por completo. Lo ansiaba, lo anhelaba, lo deseaba... quería oír su voz, quería mirar sus preciosos ojos azules y mantenerlo a su lado, cautivado por su increible belleza. 

Absurdo. 

—Te ves mal—la voz de Harry inrrumpió sus ruidosos pensamientos, provocandole un gruñido gutural. 

—¿Qué ocurre?—se rascó la barbilla, mirando desinteresadamente la Imac que tenía de frente, con varias pestañas de artículos médicos abiertos. 

—Lo que me pediste... la inhibición del efecto feromona y supresión del dolor..., bueno, las cápsulas están casi listas. Solo es cuestión de probarlas, tu madre está en ello.

—Gracias—murmuró en voz baja, viéndole con agradecimiento. Harry sonrió de lado. 

—Pasé horas extras en el laboratorio por esto, no he podido ver a Louis adecuadamente, así que espero un buen bono extra... y una explicación—Zayn le miró con una ceja alzada y una sonrisa divertida, cansina, y forzada.

—Niall me dejó.

—¿Estaban juntos?—Zayn suspiró apretando los labios—. Es decir, cuando estás con alguien de forma seria, es por que la otra persona está de igual forma enterada, ¿lo sabes, no?

El morocho le miró sin entender. 

—Niall y yo estabamos juntos—afirmó.

—¿Alguna vez le preguntaste al respecto, a solo lo asumiste?—apretó los labios sin poder responderle. Harry suspiró recargándose en su asiento mientras se rascaba la nuca de forma nerviosa—. Estoy con Louis—. Soltó de golpe. Zayn le miró poco sorprendido al respecto—. A mí... al principio estaba como tú. Solo empecé a salir con él, sin preocuparme tanto por lo que el salír con un beta masculino conlleva, pero con el tiempo entendí que en realidad me enamoré de él, no de Louis el beta, sino de Louis por lo que representa. Yo me enamoré de Louis a pesar de que él no fuera omega, y entonces fue cuando me forcé a mí mismo a reprimir mis instintos alfas por que temía lastimarle debido a su falta de género recíproco—. La risita de Harry se desinfló poco a poco, observando el mohín de los labios de Zayn. 

—Es...

—Sí, dilo... estúpido. Es lo que es. 

—Lo es—ambos estallaron en una carcajada burda de sí mismos, como una sátira de su inútil moral errada—. Fue eso lo que casi me hace perderlo. Así que, no deberías reprimir tus sentimientos.

Le miró algo acongojado, recargándose en su silla, quitándose los lentes de encima. 

Reprimir los sentimientos, aquello que Harry había mencionado no estaba ni cerca de la realidad, estaba seguro de que no los reprimía, estaba seguro de expresar adecuadamente y con seguridad lo que sentía por Niall, ¿o es que acaso él era el único que lo veía de esa forma? 

Si era así, entonces, eso explicaría el por qué la inseguridad de Niall, y su inesperada decisión. 






Después de una semana de puro llorar sin saber que hacer, llegó el punto en el que no podía moverse grandes lapsos de tiempo. Para ese entonces, no se había bañado en dos días, se la pasaba tomando café y viviendo de galletas saladas pues se rehusaba a salir de la casa, había contactado a Louis, al parecer la familia del castaño se hallaba en Londres, aun así, este le iba a ver de vez en cuando y llevaba alguna ensalada o pasta, aunque no lo había visto en aquellos dos días pasados, sino seguramente lo siguiente que le traería, sería un jabón. 

Estaba tomando muy bien la ruptura, es decir, él dejó a Zayn, entonces no tiene por que sentirse mal, ¿no?; caía en una crisis sin fin cuando su cabeza de nuevo le daba vueltas al asunto. 

Zayn había llamado varias veces, pero no respondió. Aún así no había ido a verle y su cabeza ya empezaba a imaginárselo besando otros labios y tocando otro cuerpo. Aquello lo destrozó, llegó a su límite, simplemente no pudo más. Empacó sus cosas esa misma tarde y tomó el primer tren a Doncaster disponible. El camino había sido pesado, lúgubre, lleno de lágrimas, dolor en el pecho, una botella de agua y un par de barritas. Cuando al fin llegó a su destino, tomó un bus que lo llevó al extenso valle, la granja de los Tomlinson y más atrás, donde la casa de sus padres se encontraba. Vio como su padre se encontraba ordeñando a una Holstein mientras olió a lo lejos el horneado pie de manzana de su madre, no pudo evitar correr. 

—Estoy en casa—anunció cuando irrumpió en su propio hogar con una pequeña maleta en la mano. Maura salió de la cocina con un trapo entre sus manos, mirándole como a un fantasma, instalando una tenue sonrisa en su rostro. 

—Mi niño ha vuelto—abriendo sus brazos para recibirle entre ellos.


*

Lamento si es corto, la verdad he tenido diversos problemas personales que me han impedido escribir como se debe y en el menor tiempo posible. Espero el siguiente capitulo traerles algo mas extenso. 




Mi perfume~ Ziall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora