veinticinco

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Su rostro empapado del sudor y las lágrimas estaba adornado de una adorable sonrisa. No tenía control. No parecía saciarse tan facilmente, y eso que habían estado ya un día de aquella forma. 

Zayn yacía encima suyo, sus manos se apoyaban contra la cama, sujetando con fuerza el endredón entre sus dedos, se había resistido de anudarle tantas veces, y se perdía a cada minuto con los sutiles gestos de Niall que le envolvían en la locura.

Se movía en un vaivén, el castaño apretaba su cuerpo contra el suyo con las piernas, gimiendo sin reparo su nombre, gimiendo su necesidad. 

—Más... más, Zee—le tuteaba con ese apodo cariñoso, mientras sus manos acariciaban su pelo y su rostro, sonriéndole risueño, con las ojeras visibles bajo sus ojos ante el cansancio. Zayn arremetió contra él de nuevo, embistiendo con más fuerza, aumentando cada embiste hasta la base de su miembro que chocaba con sus glúteos. Niall se arqueó abriendo la boca y soltando un gemido agudo, gruñendo ante la sensación de sus paredes internas apretando su pene. 

Se estremeció, gruñendo por lo bajo. Niall se corrió de nuevo, y él le miraba con el pecho de arriba a abajo, apoyando su frente contra la suya, besando su nariz, y luego sus labios. 

—¿Estás mejor?—su voz gruesa y ronca susurraba con suavidad para él. Niall tragaba con dificultad, su garganta dolía, y Zayn cree que no era consciente de que no había dejado que salga de él en todo ese tiempo. Le aferraba a él con las piernas cuando lo intentaba, y sus manos se sostenían a sus brazos para atraparlo. 

Niall le miró con esos enorme ojos azules, la luz de la ventana colándose en la habitación resaltaban estos, perdiéndose en ellos. Negó. 

—No te has corrido—musitó—, acaso yo... yo no...—. Sin esperar, el alfa le besó con desesperación acallando sus dudas ante la fiereza del acto, la necesidad de él, el deseo. 

—Te deseo—le dijo en medio del beso. Niall gimió sintiendo su miembro crecer en su interior, asintiendo.

—Deseame más. 




—Buenos días, chiquitines—Ahmed Malik les observó queriendo escabullirse al bajar de las escaleras. Sus ropas mal acomodadas y arrugadas delatando. El omega se encontraba con una taza de té en sus manos, una bata floral adornando su cuerpo—. Por suerte todo el mundo se levanta tarde en esta casa cuando hay fiesta, y para mi, las seis de la tarde sigue siendo mi amanecer—. Sonríe de esa forma característica, logrando apreciarse aún más hermoso de lo que es. Niall se sonroja con violencia y Zayn gruñe por lo bajo—. ¿Cómo se la pasaron?

—Basta, mamá—corta el morocho. Ahmed sigue sonriendo más abiertamente. 

—Niall, cariño, ¿Te encuentras bien?, puedo ayudarte si requieres ayuda. Los alfas suelen ser... un poco bestias—farfulló dejando su te de lado y poniéndose de pie hasta alcanzarlo. 

—No te sobrepases—cubrió con su cuerpo el suyo, observando al omega mirarle de una forma poco amigable, algo que jamás había notado en Ahmed desde que lo conoce. Zayn vaciló un momento en el sitio, tragando duro. 

—Cariño, no olvides quien soy—le dijo con sutileza, logrando que un par de segundos después, el alfa retrocediera. 

Ahmed sonrió, observándole entonces sin descaro, suspirando—: ¿Por que no mejor te das un baño antes de irte a casa?—le susurró con amabilidad. Niall, abochornado, solo asintió. La verdad es que si se sentía algo atontado por todo lo que había pasado, por lo que aún no buscaba una explicación. 



Había hecho que una de las empleadas se llevase a Niall a uno de los baños principales de la casa, mientras tanto Zayn y él se habían encerrado en el despacho de Yaser. El alfa evadía su mirada mientras cruzado de brazos esperaba una explicación. 

—Puede ser un efecto secundario—concluyó. Ahmed asintió—. No lo sé, es... dificil saber sin hacerle estudios, pero yo... no me atrevo a mirarle a la cara y decirle que posiblemente le he arruinado la vida. 

Zayn levantó el rostro afligido hacia su madre, demostrando algo que jamás podría revelar ante alguien más que él, y ahora, incluso a Niall: miedo. Ahmed suspiró. 

—De acuerdo, no nos adelantemos. Posiblemente es un efecto de la sobreexposición de feromonas. Quiza sea combatible. El perfume de prueba fue demasiado inestable durante mucho tiempo, la falta de rotación del objetivo pudo ser igual un grave error que como científico no tomaste en cuenta. El perfume actual no debe ser de esa forma. 

—Si la junta se entera de Niall...

—Nadie va a enterarse de Niall—Ahmed le miró con seriedad, como muy pocas veces se le veía. Zayn vaciló antes de asentir. 

—Mamá... ayúdame—el omega relajó su postura caminando hasta él, acariciando sus mejillas—. Yo... Niall es muy importante para mí, ayúdame a protegerlo. Voy a arreglar todo esto—. Asintió. 

—Claro que sí—le dijo con una sonrisa plantada de nuevo en su rostro—, mamá te ayudará.


Mi perfume~ Ziall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora