nueve

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Zayn estaba diferente.

No es que fuera difícil darse cuenta, al menos no para Harry, que llevaba siendo su amigo desde al menos unos diez años, cuando lo conoció en la facultad de medicina, y descubrió que la seriedad y apatía del moreno no eran más que la naturalidad de su ser; un comportamiento fuera de lugar a ese, era significado de algo malo en el alfa.

Por eso lo sabía, Zayn estaba diferente.

Olía a una nueva loción, refinada, viríl. Tenía una camisa blanca con un pantalón negro, una corbata a rayas y sus zapatos de cuero. Cargaba sus lentes y el peinado estilizado mientras  miraba entre tantos papeles de su escritorio y comparaba números escribiendo otros con un gis en la pizarra de en frente. El laboratorio estaba a un lado, pero Zayn analizaba los datos en la comodidad del silencio en su oficina.

Carraspeó llamando su atención, dejando que este parpadeara lentamente antes de voltearse a prestarle caso. Hizo una mueca, lo más parecido a una sonrisa, y se preguntó si alguna vez sonreía. Quizá sí, quizá no con él.

—¿De vuelta al trabajo?—el alfa asintió, no parecía querer expresar más, así que se tomó la molestia de adentrarse al mundo ambiental de su oficina para así observar los datos de la pizarra con más claridad. Zayn no se mostró incómodo por ello, siquiera se inmutó—. Supe que te disculpaste con Niall—. Eso sí pareció pensarlo, puesto que su rostro cambió de expresión, una sombra de duda y melancolía antes de postrarse como normalmente solía ser.

—Ese chiquillo con el que sales habla mucho.

—¿Louis?—inquirió. Zayn solo le miró fijo—. No salgo con él. Pero sí, habla bastante—. Dejando a su paso una sonrisa amplia, mostrando sus habituales hoyuelos.

A diferencia suya, sabe, Harry era más relajado y expresivo. Sonreía mucho, algo que él no hacía a menudo, y hablaba más. Era muy amable y un muy buen amigo. Lo mejor era que sabía entenderle, sabía darle su espacio y sabía ver a través de él. Así que su amistad nunca había tenido inconvenientes.

Hmmm—pareció pensarlo, aunque no cree que fuera respecto al tema de su disculpa hacia Niall. Aún así no dijo nada, no era su estilo, el meterse en su vida nunca lo fue. No como él, que no tenía pelos en la lengua al momento de indagar en la suya como en ese momento.

—Veo que estás reformulando. ¿No es este el prototipo?

—Sí. Me dí cuenta de que el prototipo que usé en Niall era la base de todo. Me dejé llevar con los desfases de las respuestas cognitivas, y no me fijé en la formulación como tal. Creo que eso pudo haber causado el desbalance que casi—se cortó. Harry, que miraba los números en la pizarra, se sorprendió ante el apago de su voz, la inspiración por la investigación que Zayn siempre había demostrado. Le miró de nuevo, serio, con la luz de su mirada nostálgica, la sombra de culpa.

—No lo fue—le recordó—. Así es la ciencia. Las pruebas no siempre salen bien—. Harry lo sabía. Zayn tenía un lado sensible muy poco estudiado. No es que no haya podido darse cuenta, sino que, en realidad, muy pocas veces había algo que detonara su sensible personalidad. En este caso, Niall había empezado a tocar un punto de él poco explorado, y no podía parar de tratar entender.

A diferencia de Louis, un beta que creció entre omegas y adquirió la sensibilidad de uno, sabe que Niall es sin más la personalidad de todo beta en carne y hueso, sin nada especial en realidad, más que la valentía de haber aceptado un acuerdo para participar en una investigación privada de un perfume, muy a pesar de los efectos adversos que este tuviera. ¿Sería el dinero?, ¿sería los beneficios que este conlleva?, pues sabe por Louis que no tenía mucho de estos al trabajar en ese club donde Zayn lo descubrió.

Mi perfume~ Ziall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora