"UNA DESCONOCIDA VIENE DE VISITA"

7.6K 293 0
                                    

Me despierto con la alarma de mi teléfono.

Las 6 AM.

Me deshago de las sabanas y dejo mi cuerpo desnudo a la intemperie del frio de mi piso.

Abro las persianas y veo un camión de las mudanzas parado frente a mi edificio.

Me dirijo al baño, me doy una ducha y me lavo los dientes.

A las 6:15 AM estoy vestido con mi chándal y listo para ir a trabajar.

Cojo mi mochila y salgo del piso sin dar importancia a los hombres que han empezado a subir y bajar con cajas en las manos.

A las 6:30 AM estoy frente al gimnasio listo para abrir y empezar a preparar las maquinas.

A las 7 AM veo a mi jefa entrar por la puerta con una sonrisa en la cara rebosando felicidad.

- Buenos días Kai, todo bien?

- ... quien eres y que has hecho con mi jefa.

Helena me mira mal y me pega una colleja.

- No me vayas de listo niño.

Me río y me pongo delante del ordenador para mirar todas las clases que tengo para hoy.

Helena vuelve a salir de su despacho y me mira dudosa.

- Kai... si ves a una chica con capucha entrar y sudar de tu cara, no le niegues la entrada, viene a verme.

Asiento con la ceja alzada y empiezo a atender a los primeros clientes que van llegando al gimnasio.

A las 11 AM veo a una chica con capucha negra entrar e ignorar a todos, tal y como me había dicho Helena.

Miro a los chicos que estoy entrenando y veo como se la quedan viendo embobados, como si nunca hubieran visto a una mujer entrar en este gimnasio, aunque debo admitir que nuestro gimnasio no destaca especialmente por tener una alta tasa de mujeres.

- Chicos, estoy aqui

Muevo mis manos delante de sus rostros.

- Lo sabemos, pero tu no tienes tan buen culo como la chica que acaba de entrar.

Alzo una ceja y sigo el recorrido de la chica hasta el despacho de mi jefa.

La puerta se cierra y volvemos todos a lo nuestro.

Entro con algunos chicos en el ring y entrenamos los golpes bajos, las patadas y los esquivos.

En cuanto la puerta vuelve a abrirse, todos paramos y miramos a la chica despedirse de la jefa y salir tranquilamente del gimnasio.

Dejo a los chicos entrenando y troto hasta el despacho de Helena.

- Quién es?

La escucho reír.

- Alguien a quién no deberías enfadar ni coger por sorpresa si no quieres tener problemas.

Voy a volver al trabajo cuando la escucho chasquear la lengua.

La miro curioso.

- Kai, necesito que le des esto a la chica que acaba de salir, no debe haber ido muy lejos.

Me lanza una cartera contra la cara.

- Gracias.

Le lanzo una mirada irónica.

- Ya puedes correr.

Asiento y salgo del gimnasio para mirar hacia los laterales.

Justo cuando pienso que la he perdido, distingo una capucha negra sobresalir de entre el resto de personas.

Corro hacia la chica y sin pensarmelo mucho, la cojo del hombro.

No esperaba que esa acción me costara un dolor significativo en mi rostro.


La conocí por un puñetazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora