Me despierto al sentir que las caricias de mi hermana cesan.
- Helena? Estás bien?
Veo su rostro lleno de dudas.
- Alba... no es posible para nosotras negarnos? Alan está en prisión... no puede hacernos nada...
- Te has vuelto loca? Alan nos sacó de las calles y nos dio un lugar en el cual quedarnos.
Mi hermana hace un puchero y se remueve inquieta.
- Lo se... pero... estoy cansada de pelear Alba...
Voy a contestarle cuando recibo un mensaje de los chicos.
- Vamos, los chicos nos están esperando abajo.
Mi hermana asiente y nos preparamos para irnos.
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Camino junto a Archie dejando a las chicas detrás.
Necesitamos que alguien nos indique donde encontrar a la Diabla, pero por la gente que hemos visto hasta ahora, dudo que podamos encontrarla pronto.
Entramos en un parque y Helena me frena.
- Mira
Me señala a un chico de nuestra edad que parece haber recibido una paliza reciente.
Caminamos hacia el y en cuanto nos ve, nos revisa a uno por uno.
- Necesitáis algo?
- Queremos saber donde está la Diabla.
El chico nos mira con recelo.
- Os llevaré... pero no creo que sea buena idea...
Sonrío y lo miro amenazadoramente.
- Tu solo llévanos a donde está ella y quédate calladito.
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Llevo al grupo en dirección al gimnasio de Sara.
A pesar de que los miro de reojo, no puedo evitar preguntarme como demonios voy a poder hacer equipo con estos perros de caza.
A pesar de que una de las chicas parece incomoda y cansada, la otra está llena de energía y con ganas de golpear algo.
Por otro lado, los chicos parecen indiferentes.
Llegamos frente al gimnasio y entro junto a ellos.
Para mi sorpresa, está vacío a excepción de los integrantes del gimnasio.
- Estos chicos quieren ver a Sara...
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Me encuentro golpeando el saco de boxeo del segundo piso cuando escucho varios pasos de gente subir por las escaleras.
La luz de la planta es tenue, dando un aspecto frío y elegante.
Cuando los cuatro chicos han subido, me permito golpear un par de veces el saco antes de parar y mirarlos.
Sonrío mientras los analizo a cada uno.
- Esto es lo que Alan me manda? Cuatro críos que parecen polluelos recién nacidos del cascarón?
Una de las chicas me fulmina con la mirada y da dos pasos antes de que su compañero, el que parece el jefe del grupo, la frente.
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La conocí por un puñetazo
Fiksi RemajaUn gimnasio conocido por sus peleas de lucha libre. Él, invicto en luchas y conocido en toda la zona. Ella, la nieta de la jefa del gimnasio. Y un puñetazo. Nada podía salir mal