"UNA PLACA Y UNA SONRISA"

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Observo por decima vez la hora en mi reloj.

Estar de guardia es un peñazo, por suerte, me quedan quince minutos antes de acabar de trabajar.

Me encuentro apoyado sobre mi moto, observando alrededor, y esperando que nadie me fastidie los últimos minutos que me quedan.

Por desgracia, no sucede como planeaba.

A pesar de que es de noche y la calle ha quedado completamente vacía, puedo escuchar claramente los gritos de una pelea.

Cuando me acerco y observo que es lo que sucede en el callejón, no puedo evitar quedarme prendido ante la persona que tengo frente a mi.

Una mujer rubia, con figura atlética y ojos salvajes está enfrentándose a un grupo de chicos que llevo intentando atrapar desde hace unos meses.

Reacciono al ver que uno de los chicos se le acerca por la espalda.

Corro y neutralizo al chico, provocando que la chica se gire instintivamente con intención de defenderse.

En cuanto nuestras miradas se cruzan, sonrío y le muestro mi placa.

- Policía, encantado de conocerte.

La chica se relaja y después de mirar a su alrededor, veo que tiene intención de marcharse.

- Perdona! No puedes irte, necesito que vengas a dar testimonio en comisaria... si no es un problema.

A pesar de que me mira con fastidio, puedo ver como hay algo mas detrás de esa mirada fría y amenazante.

Llamo a algunos compañeros para llevarse a los chicos y una vez se han ido, me giro para volver a observar a la belleza que tengo frente a mi.

- Tengo algo en la cara?

Salgo de mi sueño y le sonrío.

- Para nada, me llamo Derek, puedo saber tu nombre?

- Sara.

Le tiendo la mano.

- Te importaría subir conmigo a la moto para llevarte a comisaria? Tiene pinta de que va a llover, y no me gustaría que te mojaras.

Sara asiente y me sigue.

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Sigo al policía sin muchas ganas y monto junto a él en la moto.

Sigo pensando en lo que ha sucedido esta mañana, y la rabia vuelve a apoderarse de mi.

No puedo creerme que esa cría se haya atrevido a abofetearme... y lo que menos me creo es que sea la novia de Kai.

Es que piensa con la cabeza de abajo o como?

- Sara, hemos llegado.

Derek me sonríe e intenta ayudarme a bajar de la moto, pero lo ignoro y bajo por mi misma.

Le sigo hasta el interior de la oficina, provocando la atracción de las miradas de algunos oficiales.

Suspiro con ganas de irme a casa, pero no parece que este agente vaya a dejarme ir tan fácilmente.

Verle tan sonriente y dócil hace que me acuerde del golden retriever que tenia una vecina cuando era pequeña.

Son exactamente iguales, hasta me parece ver como menea la cola de felicidad por hablar conmigo.

Una vez he rellenado los papeles, me levanto con intención de irme, pero el agente me frena de nuevo con su sonrisa y sus suplicas.

- Deja que me cambie y te invite a cenar algo... no parece que estés muy animada.

Me encantaría decir que no y rechazar de una vez esa sonrisa, pero se que si lo hago lo veré hacer pucheros, y no estoy de humor para ello.

Suspiro y asiento mientras vuelvo a ver su cola meneándose de felicidad.

Espero a Derek en la entrada de la comisaria mientras veo la lluvia caer.

Me abrazo debido al frío que estoy cogiendo.

Después de salir hecha una furia del gimnasio, solo fui a casa para dejar la mochila y correr de inmediato lo mas lejos para intentar apaciguar la rabia que me atormentaba.

Una chaqueta es colocada encima mío, provocando en mi un escalofrío.

Al girarme, veo al agente Derek y su sonrisa angelical.

- No me gustaría que te resfriaras por una petición mía.

Disimulo una media sonrisa involuntaria.

Derek saca un paraguas y me presta su brazo para estar junto a el bajo el paraguas.

¿No parece esto una escena de una novela romántica?

Niego con la cabeza y decido cumplir el capricho de este perrito.

Me guía hasta su coche y una vez dentro siento como a poco me relajo ante su presencia.

Quien me iba a decir que esa noche volvería a reír como una vez hice.

La conocí por un puñetazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora