Miro a mis hombres dentro de la furgoneta en marcha.
- Muy bien caballeros, la operación de hoy no puede tener ningún fallo, o me encargaré personalmente de que nadie vuelva a encontrar un trabajo decente.
Diez hombres me miran serios y asienten dispuestos a no cometer ningún error.
La furgoneta aparca frente al edificio donde se llevará a cabo la ultima ronda del torneo.
Miro por última vez el pen drive que Viktor me envió de parte de Sara.
Sonrío y empezamos a salir para colocarnos en nuestras posiciones.
No pasa mucho tiempo hasta que todos los concursantes y sus equipos empiezan a llegar.
En cuanto diviso el coche donde se encuentran Sara y Alan, no dudo en trotar hasta su posición y hacer mi trabajo.
El primero en salir es Alan.
En cuanto veo salir a Sara, siento como se me cae el alma a los pies.
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Me he pasado el último mes peleando sin parar en todo tipo de locales, cualquier excusa era buena para reprimir las ganas de querer encontrarme de nuevo con mi abuela y mis amigos.
Después de lo que pasó aquella noche con Alan, ni el ha vuelto a beber o a acercarse a mi, ni yo me lo he cruzado ya que he estado fuera todo el tiempo que he podido.
Por desgracia, he tenido que pagar un precio muy alto.
Salgo del coche y reconozco el rostro de Derek, pero soy incapaz de sentir cariño o alegría por volver a verle.
Sigo a Alan hasta el interior del edificio y camino sin perder el tiempo hasta mi carpa.
Me cambio rápidamente y empiezo a calentar sin pensar en nada mas que las cuatro ultimas peleas que me esperan al salir de estas cuatro paredes de tela blanca.
- Sara
La voz de Jake me saca de mi concentración haciendo que pare en el acto.
- No deberías estar aquí
- Sara mírame
A pesar de que me gustaría girarme, sonreírle y decirle que estoy bien, que ya no tendré que ver mas el rostro de Alan en unas horas, se que nada de eso pasara.
- Sara
Noto unas manos posarse sobre mis hombros, provocando que mis puños reaccionen y se dirijan al rostro de Jake.
Por suerte para ambos, consigue cogerme los puños y verme la cara.
Lo miro a los ojos furiosa y me deshago de su agarre.
- Ya me has visto, ya puedes largarte
Veo a Jake dar unos pasos atrás mirándome decepcionado.
- Tu no eres Sara... Sara jamás se hubiera rendido a tan poco tiempo de salir de este infierno.
Me río sarcásticamente y empujo a Jake con fuerza.
- No soy la misma, tienes razón, ahora mismo soy una cascara vacía que intenta olvidar todo lo que ha pasado por cuatro meses, cuatro putos meses donde me he visto obligada a pelear en contra de mi voluntad, a tener sexo cuando el ha querido y a sobrevivir de cualquier forma posible... así que discúlpame por no ser la misma.
Empujo de nuevo a Jake y lo hago salir de mi carpa.
- Lárgate, solo quiero que esto acabe de una vez.
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La conocí por un puñetazo
Novela JuvenilUn gimnasio conocido por sus peleas de lucha libre. Él, invicto en luchas y conocido en toda la zona. Ella, la nieta de la jefa del gimnasio. Y un puñetazo. Nada podía salir mal