Me coloco bien el chaleco mientras miro el cielo estrellado.
Las cosas han estado calmadas desde que Sara volvió, a excepción de lo sucedido con la hermana de Jake... Vicky.
Sonrío al recordar su mirada y su sonrisa.
Se parece bastante a Sara...
Justo cuando creo que mi turno de noche acabará tranquilo, veo una moto pasar frente a mi a toda velocidad.
Suspiro molesto y monto en mi moto mientras me coloco el casco.
Enciendo las luces y empiezo la persecución.
El conductor parece inmutarse ante mi presencia, hasta diría que le parece extraño que lo persiga.
Acelero hasta colocarme junto al conductor, dándome cuenta de que no se trata de un hombre, si no de una mujer.
Veo como el casco que le cubre el rostro se gira hacia mi.
Le pido con señas que baje la velocidad y se pare a un lateral de la calle, pero lo único que obtengo de ello es que me lance un beso y que me deje parado.
Si hay algo que odio, es que me ignoren mientras estoy de servicio, y que además, me vacilen.
Me aflojo el chaleco y empiezo de nuevo la persecución.
Al cabo de media hora, empiezo a sentir que esto mas que una persecución, parece un maldito paseo.
Me viene a la mente la cita que tuve con Sara en su momento y no puedo evitar sonreír.
La motorista gira en una calle que no lleva a ningún lugar, solo a...
Porque demonios se está dirigiendo a un mirador sin salida?
Cuando llego a la cima, puedo ver como la motorista que se encontraba en la moto está sentada en el suelo mirando la ciudad iluminada a sus pies.
- Siento estropearle las vistas, pero debo detenerla por infringir la velocidad y...
En cuanto veo de quien se trata, no puedo evitar llevarme la mano a la frente.
- Se puede saber que haces aquí?
La chica se ríe y vuelve a dirigir su mirada a la ciudad.
Me rasco la nuca incomodo, pensando en que hacer o decir.
- Si vas a arrestarme, prefiero que lo hagas después de que llame a mi hermano y le diga lo que intentas hacer.
Alzo una ceja y me cruzo de brazos.
- Y que te hace pensar que Jake te hará caso?
Vicky se encoge de hombros y sigue mirando la ciudad.
Porque a pesar de ser tan prepotente, sarcástica y amarga, tiene una expresión de tristeza en el rostro?
Acabo sentándome junto a ella, observando las maravillosas vistas que nos ofrece la noche.
- Porque luces tan triste Vicky?
La veo sonreír forzadamente.
- No luzco triste...
Ruedo los ojos y agarro su rostro con cuidado para que me mire.
- Eres igual que Sara... no sois capaces de admitir cuando algo os hace daño u os molesta.
Vicky me aparta la mano molesta.
- Sara esto, Sara aquello... es que solo tenéis en la cabeza a esa niña? Tanto mi hermano como Kai... y ahora tu... que tiene ella que yo no tenga!?
Verla intentar aguantarse las lagrimas, hace que algo dentro de mi se remueva.
Paso un brazo alrededor de su cuerpo y acabo sentándola entre mis piernas.
Antes de que pueda quejarse le he puesto la mano en la boca.
- Ella no tiene nada que tu no tengas... de momento yo veo que tienes dos piernas y dos brazos como ella, tienes una nariz, dos ojos, una bonita boca... cinco dedos en cada mano y en cada pie... yo creo que te ves como ella.
Vicky ignora mis palabras y mira frente a ella, a pesar de que lo único que hay es un bosque.
- Sara ha pasado por mucho... ha pasado por cosas que tu seguramente no has pasado, ha tenido que hacer muchas cosas en contra de su voluntad a las que tu seguramente no has tenido que hacer y espero que nunca hagas... por lo que escuché cuando apareciste por primera vez, tu consideras que Sara era solo un capricho de Alan.
Veo como se cruza de brazos aún enfurruñada y sin entender mis palabras.
Sonrío y le doy un pequeño empujón con mi cabeza.
- Porque no intentas ser amiga suya?
Vicky se gira hacia mi de repente, provocando que nuestros rostros queden cerca el uno del otro.
Mis ojos bajan a sus labios, pero vuelven a su mirada en cuanto veo sus mejillas tornarse rojas.
A pesar de ello, no se aleja, ni me empuja.
- Porqué debería ser amiga suya? No hay motivo alguno para que lo sea...
Apoyo mi frente junto a la suya y me río levemente.
- Tu hermano la trata como parte de la familia... Kai está perdidamente enamorado de ella, y yo soy su amigo... también está Erika, quién es buena escuchando.
Vicky me mira sospechando de mis palabras.
- Tu no eres solo su amigo... a ti te gusta Sara...
Sonrío.
- Si, me gusta Sara, pero se que ella jamás podrá mirarme de la forma en la que yo la miro.
- Porque te conformas con ello? Porque no luchas por ella?
Me río y miro al cielo.
- Porque quiero verla feliz, y se que ella será feliz estando con Kai.
En su mirada veo como le cuesta entender mis palabras, pero acaba sonrojándose y cogiendo mi rostro entre sus manos.
- Me dejarías hacerte feliz? Se que soy una amargada, que saco de quicio fácilmente y soy caprichosa, pero...
No la dejo terminar y junto nuestros labios con una sonrisa por parte de ambos.
Vicky pasa sus brazos alrededor de mi cuello y yo la acerco mas por la cintura.
Cuando nos separamos del beso, puedo ver como su rostro se torna rojo y se oculta en mi cuello.
- Dices que eres amarga... pero yo te veo demasiado dulce...
- Eso es porque me contagias tu dulzura...
Nos reímos y volvemos a juntar nuestros labios.
Quién pensaría que la chica ruda, hermana de Jake, sería en realidad un peluche con miedo a dejar salir su verdadera personalidad?
- Gracias, pero eso no va a hacer que te retire la multa por exceso de velocidad...
Vicky gruñe y me tumba al suelo para volver a besarme.
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La conocí por un puñetazo
Ficção AdolescenteUn gimnasio conocido por sus peleas de lucha libre. Él, invicto en luchas y conocido en toda la zona. Ella, la nieta de la jefa del gimnasio. Y un puñetazo. Nada podía salir mal