Miro por la ventanilla del avión privado de Erika mientras acaricio la cabeza de Laika.
El corazón me late con fuerza desde la llamada de mi amiga de hace unas horas.
Cojo la cara de Laika y junto mi frente con la suya.
- Supongo que si quieren echarme algo en cara, tendré que aceptarlo...
El rostro de Kai me viene a la mente, provocándome una sonrisa.
Señorita Sara, en media hora aterrizaremos. Un coche la estará esperando.
Sonrío y respiro hondo a la espera de llegar a tierra.
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Salgo de mi trabajo despidiéndome de mis compañeros.
Camino con la cabeza mirando al suelo, pensando en mis cosas, cuando siento que alguien se planta frente a mi.
En cuanto alzo la mirada, no puedo evitar sonreír como idiota.
Abrazo a Sara alzándola del suelo y dando vueltas con ella mientras escucho su risa.
- Derek!
La dejo de nuevo en el suelo y siento mis piernas fallarme.
Caigo de rodillas mientras cojo las manos de Sara y las beso suavemente.
La lágrimas no tardan en llegan mi rostro.
Alzo la mirada mientras observo a Sara y le sonrío.
- Me alegra verte de vuelta preciosa
Sara sonríe con lágrimas en los ojos y se agacha para abrazarme.
- Te he echado de menos Derek... muchísimo...
Sonrío aliviado al tenerla de nuevo entre mis brazos.
La separo de mi y abro la boca para decir algo, pero ella me tapa la boca con sus manos mientras me dedica una mirada llena de comprensión.
- No te atrevas a disculparte Derek... por favor...
Asiento y vuelvo a estrecharla contra mi.
- Has visto ya a los otros?
Siento como niega con la cabeza.
- No... quería ver primero a mi cachorro.
Me río.
Es la primera vez que me llama así estando yo presente.
- Vamos al gimnasio... yo te sigo con mi moto.
La ayudo a levantarse y me encargo de limpiar las lágrimas rebeldes que caen de sus hermosos ojos grises.
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Dejo las cajas de agua y bebidas energéticas en el suelo.
Con el calor que hace, no se como no pueden tener las puertas de cristal abiertas.
Un viento fresco me recorre de repente, obligándome a mirar a la entrada.
En cuanto veo, de quien se trata, sonrío y me acerco corriendo.
Cojo a Sara y me la coloco en el hombro mientras le hago cosquillas.
- Jake! Bájame por dios!
Nos reímos y la dejo en el suelo.
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La conocí por un puñetazo
Ficção AdolescenteUn gimnasio conocido por sus peleas de lucha libre. Él, invicto en luchas y conocido en toda la zona. Ella, la nieta de la jefa del gimnasio. Y un puñetazo. Nada podía salir mal