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La presión ha existido desde siempre en las cúpulas omega, ¿qué sucederá cuando se cansen de ser tan sumisos?
El error más grande siempre ha sido subestimarlos, tomarlos como débiles. Con ayuda de un gruñido, au...
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Llegados a este punto, Gustabo ya ni siquiera podía quejarse o insultar al alfa que tenía entre sus piernas, su boca estaba ocupada con otra cosa, con su lengua. Cada que intentaba separarse para obtener aire era nuevamente ahogado por él y sus besos.
ᵍᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『D-Des. .pa. .cio.』─Gimió como pudo.
Aunque ya sabia que eso no iba a ser posible porque todos los alfas eran agresivos, aún lo intentaba. Cada embestida parecía peor que la anterior, hacía crujir y sacudirse toda la cama mientras él suplicaba. Los gemidos y leves chillidos combinados con los ruidos pegajosos de su lubricante era todo lo que inundaba esa habitación, Gustabo era ahogado por un abrazador olor a menta que nunca antes había probado. En un momento se dio cuenta de que seguir así no iba a cambiar nada, el calor de Conway estremecía todo su cuerpo sudoroso. Enredó sus brazos alrededor del cuello del alfa y comenzó a gemir más fuerte, moviendo su cintura para que vaya más allá, para que alcance ese punto que lo llenaba de tanto placer.
Ese era el omega que quería ver Conway, ese que sin importar la hora o el día se le lanzaba encima. Su cuerpo pequeño le gustaba demasiado, era tan fácil acariciarlo, sostenerlo, su piel suave se veía tan apetecible, le daba ganas de morderlo y proclamarlo suyo. Gruñó gustoso de su sumisión, llevó ambas manos hasta su cintura y lo sostuvo con fuerza, con la pura intención de empujar con más velocidad dentro de él y su lubricante que hacía todo el trabajo de entrar y salir más placentero, más intenso.
ᵍᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『¡U-Ugh!』─
Toda su espalda baja dio un fuerte tirón que contrajo su interior, presionando la polla del alfa dentro de él. Clavó las uñas en su espalda ansioso, esa sensación lo estaba dejando sin aire y ya sabía lo que significaba. Sus ojos lagrimosos no le permitían ver del todo bien, pero sentía los dientes ajenos rozarle el cuello, succionar su piel. Con un fuerte y sonoro gemido terminó por venirse primero, ensuciando el vestido que aún llevaba puesto y lo estaba matando de calor, no se le era permitido quitárselo, a pesar de eso no dejaba de abrazar cariñosamente a Jack, sumido en su olor y todas las sensaciones que viajaban por su espalda en ese momento en que se encontraba tan sensible y sólo quería enredarse entre sus brazos.
Dejó ir varios chillidos necesitados cuando su alfa se separó de él y se alejó un poco de la cama.
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『Gustabo.』─Gruñó llamando su atención algo vacía, tenía los ojos nublados, como si no pudiera mantenerse concentrado.─『Arrodíllate.』─
El nombrado cumplió lo pedido, quedando de rodillas en la cama. Verlo babeando y con todo el vestido pegado a su cuerpo subiendo y bajando por buscar aire le dio a al alfa lo suficiente para masturbarse cerca se su rostro. Gustabo no apartaba su vista, todo lo que quería era llevarse ese miembro duro a la boca, se relamía, pero no parecía poder ser capaz de hacerlo. Su cuerpo aún temblaba algo exhausto de haber terminado primero.
