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La presión ha existido desde siempre en las cúpulas omega, ¿qué sucederá cuando se cansen de ser tan sumisos?
El error más grande siempre ha sido subestimarlos, tomarlos como débiles. Con ayuda de un gruñido, au...
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Ya pasaron 6 meses. Los primeros 2 estuvimos la mayoría en el hospital. . ., más que nada porque algunos realmente estaban heridos sin darse cuenta, y porque debían vigilar a Horacio. Ahí me dijeron que, teníamos placas metálicas en gran parte de nuestro cuerpo, yo sobre todo. Las placas acomodaban mis huesos y algunas arreglaban tejidos. . . fue horrible saberlo. Horacio, al despertar, pensé que iba a estar contento, una vez más me sorprendió con su cara de asco y su "Hijos de puta, ¿por qué sigo vivo?", comprendí que él no murió por "llegar tarde", sino porque se había rendido, porque estaba cansado. Me enojé con él un mes entero a causa de ello, y no me prestó atención.
Lo que vino después fue desagradable, hasta yo preferí morir al igual que él. Nos culparon de todo lo sucedido en la ciudad, a los alfas y omegas por igual. Betas de mierda.
Pasan los meses, y sigo haciendo esta basura. Una vez que te acostumbras. . ., ¿creo que no es tan malo?
Da un poco igual al final, no quiero pensarlo mucho. Mi nariz pica demasiado hoy, algo va a pasar, y no sé qué es.
Las puertas de comisaría se abrieron, dejando ver entrar a un uniformado rubio con la placa en el cuello, puesta como un collar. Los agentes y nuevos alumnos, al ver que se trataba del subinspector Gustabo se pusieron tensos, más que nada por su cara de claro mal humor. Cuando aparecía así, sólo se trataba de una cosa: se peleó de nuevo con su binomio, el superintendente.
ᴳᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『¿Tengo algo en la cara o qué?』─
Los agentes rápidamente desviaron la vista hacia otro lado. Gustabo, malhumorado se marchó del sitio en camino al piso superior para encerrarse en uno de los baños a ver videos hasta que su humor mejore, no quería toparse con nadie o sabría que lo mandaría a la mierda, sin importar de quién se trate.
ˢᵉᵍᶤˢᵐᵘᶰᵈᵒ- ─『¿Ahora qué ocurrió?』─
Preguntó Segismundo en voz baja a su compañero. Yuu lo miró con mala cara mientras bebía un juguito.
ᵞᵘᵘ- ─『¿Tengo cara de saber todo lo que pasa en los patrullajes?』─
ˢᵉᵍᶤˢᵐᵘᶰᵈᵒ- ─『No, tienes cara de ❛mi novio todavía no me perdona❜』─
El omega castaño le pisó el pie con fuerza, iba a insultarlo, pero unos minutos después de que Gustabo haya desaparecido, entró el superintendente con el mismo aspecto de mal humor. Sus pasos eran pesados y el aroma que lo rodeaba demasiado amargo, tanto que presionaba en los pechos de los más jóvenes haciendo que surjan ganas horribles de vomitar. Una vez se fue, el aire se despejó y ambos omegas pudieron respirar de nuevo.
ᵞᵘᵘ- ─『Hoy tiene pinta de mal día.』─
ˢᵉᵍᶤˢᵐᵘᶰᵈᵒ- ─『¿Tu crees?, desde que trabajamos en esto, todos los días son dolor.』─
