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La presión ha existido desde siempre en las cúpulas omega, ¿qué sucederá cuando se cansen de ser tan sumisos?
El error más grande siempre ha sido subestimarlos, tomarlos como débiles. Con ayuda de un gruñido, au...
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ʸᵘᵘ- ─『¡No, no, no!』─
El omega castaño estaba cubriendo la puerta, no quería que lleguen a Gustabo por ningún motivo. Todos esos alfas aterradores planeaban obligarlo a hablar en contra de su voluntad, y eso, por donde lo veas era horrible, no importa si es algo con lo que naciste o no. Yuu estaba muy asustado, temblando, su leve aroma a chicle esparciéndose por el aire lo demostraba.
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『Muévete, o te obligaré a hacerlo.』─
Gruñó impaciente, provocando un pequeño grito por parte del aterrado Yuu.
ʸᵘᵘ- ─『¡N-No!, ¡si te dejo vas a hacerle más daño!』─
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『No, sólo voy a preguntarle algunas cosas.』─
ʸᵘᵘ- ─『¡Que no!, ¿¡no me oyes!?』─
Empezaba a estresarse, desde que lo arrastraron a la misión literalmente lo amenazaban, obligaban a hacer cosas en contra de su voluntad y encima no lo escuchaban, ya estaba realmente harto. Agregando el soporte de llevar una puta pesadilla en su cabeza constantemente, imágenes borrosas, sangre, gritos y muerte. Iba a terminar yéndose a la mierda para que les den por culo a todos y se mueran solos. Lo haría, de no ser por una única persona.
ʸᵘᵘ- ─『¡Dejen de ser tan malditamente insoportables, alfas de mierda!』─
Gruñía, muy fuerte además, mostrando sus colmillos de omega que parecían haber sido limados, si no los tuviera así, los estaría mordiendo a todos. Respiraba agitado, parecía un loco.
Conway retrocedió, y Michelle se le quedó viendo con cara de: “¿es en serio?”, ella tomó el lugar de su subordinado, no quería perder más tiempo.
ᴹᶤᶜʰᵉˡˡᵉ- ─『Apártate.』─
Hizo uso de su voz de mando. Como estática, las palabras se rayaron en la cabeza del omega, causando un terrible malestar, de repente recordó aquella habitación blanca donde lo habían encerrado y no pudo evitar sentirse más ansioso. Rechazó la orden y se lanzó de forma violenta al brazo de la alfa para comenzar a mordisquearlo.
ᴹᶤᶜʰᵉˡˡᵉ- ─『¡Hijo de--!, ¡Volkov, quítamelooo!』─
Chilló, queriendo apartarlo. Mientras Volkov intentaba ayudarla sin hacerle daño a Yuu, Conway se coló en la oficina donde estaba el rubio, parecía aburrido, porque ya no había nada que tirar o romper.
ᴳᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『¿Qué quieres?』─
Preguntó seco, levantando su vista azulada a las gafas oscuras. Su olor realmente era ácido y enfermante, naranjas podridas combinadas con el leve aroma dulce de los jazmines. Conway se mantuvo a una buena distancia, siendo consciente de que en sus manos Gustabo tenía un libro bastante grueso. Temía que termine en su cara.
