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La presión ha existido desde siempre en las cúpulas omega, ¿qué sucederá cuando se cansen de ser tan sumisos?
El error más grande siempre ha sido subestimarlos, tomarlos como débiles. Con ayuda de un gruñido, au...
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ʸᵘⁿ- ─『¿Cuánto tiempo va a seguil así?』─
ᴶᵒʰⁿ- ─『Sabes que el cielo artificial no se compara para nada con el de verdad.』─
ʸᵘⁿ- ─『Tráelo, el jefe lo quiele.』─
ᴶᵒʰⁿ- ─『Sí señor.』─
Una vez lejos de su compañero pelirrojo rodó los ojos asqueado y cambió su expresión seria a una más tranquila, sabía de sobra que ellos eran del tipo de alfas que no habían sido encerrados de forma horrible en una caja blanca a inspeccionar sus habilidades, porque eran considerados inútiles. Algo envidiable, pero debido a ello se habían vuelto poco delicados y hasta algo antipáticos con los omegas.
Mientras subía las escaleras al tejado de la sede, notó que el aire golpeando su rostro era de verdad frío, seguramente Horacio se estaba helando ahí arriba. Apuró el paso y una vez había llegado se acercó con cuidado hasta él, estaba temblando y viendo sus manos.
ᴶᵒʰⁿ- ─『Hey, bajemos ahora.』─
ᴴᵒʳᵃᶜᶤᵒ- ─『Espera, mira esto.』─
Llenó sus pulmones de aire y lo expulsó por la boca, contemplando sorprendido el llamativo vaho saliendo de forma suave hasta desaparecer en el aire. Había estado haciéndolo durante un largo rato, a pesar de estarse muriendo de frío como nunca antes, esa sensación tan nueva le encantaba y al mismo tiempo le hacía enojar. Años encerrado, y sin embargo se perdía de todo, el frío, el calor. Algo que sin duda le había gustado, eran los animales, se los quería llevar a todos, se veían exactamente como en los libros que le mostraron antes de cambiarlo de sección cuando era niño, pensaba que algo tan diferente a lo que ellos eran, era imposible que exista.
ᴶᵒʰⁿ- ─『Sé que es increíble, pero contraer enfermedades no.』─
ᴶᵒʰⁿ- ─『Y conociendo como tienen a los omegas, me sorprende que no te hayas enfermado hasta ahora.』─
Se quitó su sudadera pesada roja y se la colocó al omega en contra de su voluntad, al sentir el calor cómodo dejó de resistirse y se abrazó a sí mismo, de verdad estaba muriendo de frío. Por suerte para Gringo, había sido inteligente y llevaba otra sudadera de repuesto bajo esa, pero esta en color verde. Cualquier color era llamativo con su cabello y su piel morena marcada por trazos negros de taruajes.
ᴴᵒʳᵃᶜᶤᵒ- ─『Soy del tipo: “reproductivo”, me hicieron resistente y cómodo al tacto. No voy a enfermarme.』─
Al terminar de responder, comenzó a toser suavemente. El alfa le lanzó una mirada algo dudosa, a lo que Horacio ya no dijo nada más y sólo se levantó de su sitio.
