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La presión ha existido desde siempre en las cúpulas omega, ¿qué sucederá cuando se cansen de ser tan sumisos?
El error más grande siempre ha sido subestimarlos, tomarlos como débiles. Con ayuda de un gruñido, au...
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Arrastrándose a duras penas por los pedazos llenos de destrucción, sus piernas, arruinadas, dejaban un notorio y llamativo rastro de sangre. Si no se hubiera obligado a ser un fanático del dolor para aguantarlo, ahora mismo estaría gritando de agonía. Temía abrir los ojos, permanecían cerrados para no quedarse ciego con la cantidad de polvo en el aire que igualmente estaba inhalando. Tosió varias veces, sintiendo la garganta seca.
ᴳᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『Hostia puta. . ., la cadera. . .』─
Riendo divertido, estaba seguro de que nadie iba a escucharlo, siguió arrastrándose en la entrada principal hasta llegar a la calle frente a la comisaría. Necesitaba ir a otro sitio a reponerse, pero sin lograr ver iba a costarle demasiado.
─『¡Gustabo!』─
La conocida voz gutural del superintendente, la tenía bien grabada en su memoria, eso y sus gritos molestos de viejo amargado. Se oía preocupado, pero que le den, más falso que juguete made in China.
ᴳᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『Aquí.』─
Gruñó del disgusto, oyendo como sus pasos apresurados se acercaban, acompañado del ruido de bastantes escombros cayéndose por donde pasaba. Volvió a toser, ahogado.
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『Gustabo.』─
Lo cargó en sus brazos fácilmente, como si sólo se tratase de una almohada llena de plumas. Lo había estado buscando hace horas, solitario, sin exponer a sus hombres. Sabía que estaban bien debido a la habilidad de Leónidas, a pesar de que él nunca la usaba para sus caídas con la moto resultaba realmente útil; un escudo verdoso que, en forma de burbuja te rodeaba y mantenía seguro, alejando lo dañino del entorno al ser elástico. Vio el rostro sucio de Gustabo, sus párpados estaban rojos, obviamente irritados por todo el polvo y partículas de alrededor.
ᴳᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『¿Cómo está la cosa. . .?』─
Se animó a preguntar, tampoco iba a aguantar todo el camino en silencio, no sabía a dónde iban, pero quería joder.
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『El anormal de tu hermano hizo que le lancen una bola de fuego a la comisaría.』─
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『¿Tú cómo coño crees que esté la situación, Gustabín?』─
El omega no respondió, dejó que su silencio se haga cargo de ello. Estaba muy cansado, escarbar tanto como un insecto había acabado con su energía y uñas, ¿por qué?, porque confiando en que Horacio no le haga nada, al último segundo se alejó de los brazos de Conway, para evitar ser rodeado por el escudo junto con los otros. De ser un omega normal, habría muerto de manera inminente ( algo que tampoco era tan malo ), pero debido a todos los cambios en su cuerpo, pudo resistirlo sin ningún problema.
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『¿Te duele mucho?』─
Preguntó, echándole un vistazo a las disfuncionales piernas. Al menos ya no sangraba, igualmente debía ser tratado cuanto antes, de otra forma se las podían llegar a amputar. Gruñó molesto, con ganas de tener el permiso para mandar a todos los omegas a la mierda; sí, que hagan lo que se les puto salga de abajo con los betas y alfas, pero Gustabo también era un omega.
