EPÍLOGO

3.2K 161 16
                                    

3 años después...

Habían pasado varios años desde que huí del pueblo y no habían sido para nada fáciles. Tuve que alejarme lo más rápido posible aquella madrugada corriendo a la parada de autobús comprando un billete al lugar más alejado que fuera y en todo momento esconder mi rostro y cualquier cosa que pudiera identificarme en las cámaras de seguridad e incluso pagué todo en efectivo para que fuera más difícil rastrearme. Conseguí llegar a un pueblo remoto en la otra punta del pais días después de haberme ido y aunque el dolor que sentía en el pecho se mantenía ahí haciendome recordar y llorar cada noche, sabia que habia sido lo correcto y que si no podía tener mi final feliz, no podía quedarme allí, viendo al hombre que amaba todos los días sin poder gritarle al mundo lo que sentía por él.

No había sido para nada fácil conseguir una nueva identidad y tuve que trabajar muy duro para llegar a reunir el dinero para conseguir falsificar todos los nuevos documentos que necesitaba para vivir tranquilamente. Cuando tuve que cambiar mi nombre no me fue difícil elegir uno, lo tenía claro, así que desde hacía unos años mi nombre legal era Aliyah, por mí hija. Obviamente al haber desaparecido, también tuve que dejar el teléfono y el contacto de Indy ya que si me ponía en contacto con ella sabría que Nancy o Jason se enterarían y el club tenía los medios para encontrarme con solo un numero de telefono y el no poder saber de mí hija o de siquiera como se veía era lo que mas me dolia de toda la situación.

No iba a negar que durante un tiempo el sonido de las motos hacia que un escalofrío recorriera mi cuerpo pensando que los Demon me habían localizado o aun peor, que el club de Marco había dado conmigo, pero siempre eran personas normales que disfrutabas de conducir sus motos.

Ahora mismo me encontraba viviendo en el sur de España y me gustaba. Había aprendido el idioma rápidamente y había tenido la suerte de haber conseguido trabajo como profesora de inglés en un colegio de niños que adoraba.

Desde que me fui, prometí que nunca jamás volvería a enamorarme aun y cuando era muy joven y estaba segura de que podrían llegar hombres a mí vida, no quería ni pensaba que nadie más fuera a ser capaz de hacerme sentir lo que sentí por Blake, y aun habiendo pasado tantos años, mi amor por él aun seguía ahí, como el primer día.

Ahora mismo era verano y los colegios estaban cerrados así que me encontraba en la playa disfrutando del sol y el ruido de las olas, viendo a las familias y los niños correr por la arena y haciendo castillos.

- Mamá! Mira mamá!- escuche a un niño gritar a lo lejos.

Mi amor y mi motivo para seguir adelante en la vida venía corriendo hacia mí con un cubo en la mano.

- Qué traes ahí?- pregunte curiosa.

- Mira! Un señor me ayudó a coger este pequeño cangrejo pero me dijo que tuviera cuidado con sus pinzas porque podrían hacerme mucho daño.- decía él felizmente mirando al pequeño cangrejo.

- Acuérdate que hay que devolverlo al mar, no queremos que sufra ni se muera.

Asintió y le vi correr de nuevo a la orilla del mar junto a las rocas, dejando al pequeño cangrejo marchar.

Para mí sorpresa, pocos meses después de haber huido, me enferme y al ir al hospital me dieron la noticia de que estaba embarazada y me quedé en shock. Aquello no podía estar ocurriendome a mí. Pensé en volver y obligar a Jason a aceptarnos como pareja a Blake y a mí pero sabía que aun estando embarazada, Blake se llevaría una golpiza y lo echaría del club y ese fue uno de los motivos de mi huida. Había guardado su número de teléfono junto con el de Nancy por si en un futuro estaba dispuesta a llamarlos y muchas veces quise comunicarme con Blake, sobretodo después de saber que esperaba un hijo suyo, pero sabía que al segundo que lo supiera, movería cielo y tierra hasta encontrarnos, llevando así a Jason a encontrarnos y volver al punto de partida asique simplemente escribía cartas que nunca mandaba y guardaba en una caja.

Obviamente mi hijo se llamaba como el padre, y él en todo momento sabía quién era. Apenas tenía un par de fotos de el que le había tomado cuando estaba desprevenido en el club y otra la noche que me fui que le tome una estando dormido y esas eran las fotos que le enseñaba a mí hijo y le contaba historias de lo maravilloso que era su padre pero que él estaba lejos en una misión capturando chicos malos para que el mundo fuera más seguro y que por eso no estaba con nosotros pero todos los días a la noche antes de dormir y después de arroparlo, me quedaba en la puerta y sin que él supiera que aun seguía ahí, lo escuchaba hablar con Blake de su día muchas veces emocionándome porque daría lo que fuera por que mi hijo pudiera tener a su padre en su vida, pero eso sería imposible asique hasta que pudiera contarle la verdadera historia del porque su padre no estaba con nosotros, le seguiría haciendo creer que su padre estaba salvando al mundo de la gente mala.





FIN

Adoptada Por Los Demon MCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora