Llevaba en la fiesta un rato y estaba pasándomelo mejor de lo que esperaba cuando Jason se acercó a mí con cara de pocos amigos y me agarro del brazo llevándome hasta lo que era su oficina y cerró la puerta de un portazo lo que hizo que me asustara. Lo había visto de mal humor con otros pero en el poco tiempo que llevaba con ellos nunca le había dado motivos para que se pusiera de mal humor conmigo como lo estaba ahora. Había visto su cara cuando llegue a la fiesta y me baje de la moto, eso no le gusto demasiado pero no parecía haber sido un problema muy grande, aunque su cara cambió cuando me vio lo que llevaba puesto bajo el chaleco. Había notado su mirada fija en mí durante las pocas horas que llevábamos en la fiesta y aunque solo se había acercado a mí cuando llegue a saludarme, por sus gestos sabía que tarde o temprano tendría que escuchar lo que tenía que decir y el momento era ahora.
- Qué crees que llevas puesto? Es que acaso estas buscando que alguien te haga algo?- dijo alzando la voz.
No respondí y él siguió diciendo barbaridad tras barbaridad haciéndome ver que no nos llevaríamos bien mientras que el no cambiara su opinión.
- Acaso no estás escuchando lo que te he dicho?- dijo dando un golpe en la mesa que había entre nosotros.
Pegue un salto hacia atrás y las lágrimas empezaron a salir sin que yo lo quisiera pero de verdad que me estaba dando miedo cómo estaba reaccionando por solo una camiseta en la que se veía algo de mí estomago, tampoco creía que se fuera a poner asi.
- No eres mi padre lo entiendes? No puedes decirme lo que puedo y no puedo ponerme solo porque unos papeles digan que soy tu hija, porque nunca lo voy a ser. No eres mi padre, porque el murio asique dejame jodidamente en paz Jason!- grité con todas mis fuerzas.
Su mano se movió tan rápido que no lo vi cuando su palma impactó con mi mejilla, solo me vi en el suelo, con la mejilla dolorida y una gran picazón en la zona. Puse mi mano para poder aliviar un poco el dolor y cuando me la vi, tenía un pequeño rastro de sangre en ella del labio y cuando mire a Jason, éste estaba quieto detrás de su escritorio mirándome fijamente y su cara había perdido algo de color como si se hubiera dado cuenta de lo que acababa de hacer. Rápidamente vino hacia mí e intentó ayudarme pero ahora mismo le tenía mucho miedo y mucha rabia por lo que me había echo; me había puesto la mano encima por una simple discusión sobre una camiseta.
- No me toques Jason- dije entre dientes mientras que intentaba levantarme y las lágrimas caían por mi rostro- he dicho que no me toques.
Cuando conseguí levantarme fui hacia la puerta y cuando estaba a punto de salir por esta, note que Jason me sujetó del brazo levemente haciendo que me girara y le gritara con todas mis fuerzas que me dejara en paz. No se lo que grite o cuál alto lo dije, pero de un segundo a otro, todo quedó en silencio y vi que Nancy se acercaba a nosotros con pasos rápidos y cuando vio mi rostro sus manos giraron mí cara mirando fijamente la marca que seguramente tendría en mí cara.
- Jason por dios, pero qué has hecho? Solo es una niña, es tu hija por dios!- decía mientras su mirada iba de su marido a mí.
Me gire para poder irme poniendo el pelo de tal manera que tapara todo lo posible mi mejilla, el labio era más difícil taparlo asique no lo intente. Quería irme de allí cuanto antes, no quería nadie del club cerca mio, ni a Jason ni a Nancy, no quería verlos.
- A dónde te crees que vas?
- Me voy lejos de ti.- me quite el chaleco y la chaqueta de cuero que llevaba y se los tire- y te puedes quedar con eso también, no los quiero.
Ninguno de los dos dijo nada mas mientras me fui hacia la calle en busca de Blake que estaba en la parte de atrás del edificio, cerca de un pequeño bidón donde habían hecho fuego, y parecía que los pocos que se encontraban hablando allí no se habían enterado de lo que había pasado. Aun con la cara ligeramente agachada toque suavemente el hombro de Blake ya que me daba la espalda.
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Adoptada Por Los Demon MC
RomanceDespués de una dura niñez, me encontraba en un orfanato cuando mi vida dio un cambio radical que me haría entender que una familia no tenía porque ser sangre y que unos completos extraños podrían amarme aún cuando su exterior dijera lo contrario.