Mis ojos se abrieron lentamente y se fijaron en la pequeña figura que estaba frente a mi andando de la mano de la mujer.
No podía ser. Aquella no era quien yo creía que era. Mi mente me estaba dando una mala pasada, pero estaba segura que reconocería a mi pequeña bajo cualquier circunstancia.
Miré detrás mío a Nancy y a Jasón mientras las lágrimas se amontonaban en mis ojos pidiendo una respuesta silenciosa. Los dos me sonrieron y eso fue todo lo que necesite para saberlo. Mi cuerpo cayó al suelo mientras las lágrimas caían y mis sollozos se hacían eco en el club, todos aún en silencio.
- Mira a mamá preciosa.- escuché a la mujer decir y una carcajada salió de la boca de la niña.
Noté unos brazos levantándome y ahí estaba Blake, a mi lado, ayudándome a ponerme de rodillas ya que la niña venía directa a mi a pasos lentos. Al llegar a mi, mis brazos rodearon su pequeño cuerpo y con cuidado la abracé mientras las lágrimas aún caían por mis mejillas. La niña poco duró entre mis brazos así que con pesadez me separé de ella mientras ella exploraba el club y yo aún seguía en shock. Lentamente me levanté y no pude evitar abrazar a Blake y llorar aún mas desconsoladamente mientras la gente parecía entender que todo había acabado.
Noté dos manos aparte de las de Blake pasar por mi espalda y entonces me separé de él.
- Esa es Hope? Es mi Hope?- dije aún sin acabar de creérmelo.
- Si cariño, es es tu pequeña. Por eso estuve tanto tiempo fuera. Quería asegurarme de que era ella antes de traerla.- contestó Nancy emocionada.
- Yo...yo no se que decir.
- No hace falta que digas nada Alexa, eres nuestra hija y haremos lo que sea por verte feliz.- dijo Jasón.
Me separé de Blake y los abracé fuertemente.
Rápidamente fui al baño a limpiarme la cara ya que con las lágrimas estaba echa un desastre y volví justo para ver a la gente sentándose en la larga mesa.
Yo me fui al lado de Jasón, frente a mi Nancy y justo a su lado Blake. Lo miré sorprendida cuando la mujer apareció con Hope y justo detrás de ella quien suponía sería su marido con una pequeña trona que puso a mi lado y ahí entendí el porque Blake no se había sentado a mi lado sino frente a mi; había dejado que tuviera a Hope a mi lado.
Mi mirada no la dejaba, mirando con asombro todo lo que hacía. Sus pequeños gestos, su risa, la manera en la que se comunicaba o intentaba comunicarse.
- Hola Alexa, me alegra poder conocerte por fin, son Indy.- dijo la mujer.
- Encantada Indy. Siento lo de antes solo que...- dije sin saber hasta que punto sabía l historia.
- No te preocupes, es normal tu reacción. Cuando Nancy nos contactó nos sorprendió y nos enfureció que alguien pudiera habernos engañado de esa manera y sentimos mucho por lo que has pasado. Solo pudimos aceptar su invitación de pasar unos días aquí con la pequeña para que pudieras pasar tiempo con ella.
- No sabes lo feliz que me hace eso. Yo solo quería saber que se encontraba bien, solo quiero saber de ella. Prometo que no intentaré quitárosla.
- No cariño, no tienes nada que justificar. Sabemos que eso podía ser una posibilidad pero yo quiero asegurarte que ella en todo momento sabrá quien eres tú y vendremos todas las veces que podamos ya que vivimos algo lejos al igual que tu y tu familia sois mas que bienvenidos a nuestra casa para pasar tiempo con la pequeña y os conozcáis. Mantendremos contacto.- dijo sintiéndome.
Indy me caía bien. La niña se notaba que le tenía cariño y estaba bien cuidada. No negaría que me daba envidia que ella fuera a verla crecer y yo estuviera apartada de ella pero con lo que sufrí cuando ella fue apartada de mi apenas habiendo pasado unas pocas horas con ella, no quería que esa hermosa familia sufriera después de haber pasado más de un año con ella.
- Por cierto, como se llama?- pregunte.
Para mi siempre sería Hope pero ellos la habían puesto otro nombre y no quería que la niña se confundiera si la llamaba de otra manera.
- Alyah.
Era un nombre poco común pero era muy bonito, aunque Hope sería el mejor en para mi gusto.
Empecé a comer viendo como la pequeña Alyah comía o mejor dicho, jugaba con la comida que Indy le ponía frente a ella.
- Mira Alyah así.- dije llamando su atención y cogiendo un cacho de patata que tenía frente a ella.
La metí en la boca y mastiqué viendo como la niña cogía otro cacho de patata más pequeño y lo metía en la boca haciéndome sonreír.
La comida estaba pasado tranquila hasta que el sonido de unas motos acercándose me saco de mi burbuja con Alyah y levanté la mirada y el corazón se me paró. Blake y Jason estaban de pie camino a la puerta antes de que pudiera hacer nada y yo solo miré como el resto de los chicos los seguían.
- Que pasa? Quienes son?- pregunto Indy en voz baja.
- El padre de la niña y el club al que pertenece. Ha habido algunos problemas serios con ellos.- contesté mirando al frente.
Indy le dijo a su marido algo y segundos después estos ya estaban camino a la calle detrás de Jasón y el club.
Nancy se levantó como si nada pasara y fue a cerrar las puertas para que lo que fuera a pasar en la calle no solo viéramos las pocas mujeres que nos encontrábamos allí.
- Nancy voy a salir.- dije convencida.
- Alexa sabes que esto es asunto de hombres y ellos lo solucionarán.
- No Nancy, este tema me involucra y no voy a dejar que me amarguen la navidad.
Sin decir nada más abrí la puerta y salí cerrándola de un portazo haciendo que algunas cabezas se giraran y se hiciera un pasillo hasta que llegue a la parte delantera donde Jasón, Blake y el otro tipo de encontraban frente al presidente del club de Marco y algunos de sus chicos y justo detrás de todo se encontraba el, apenas visible, pero con una pequeña sonrisa en su cara.
Jasón me miró cuando llegue y puso su mano en mi hombro pero sin decir nada como si con eso me estuviera diciendo que no diera un paso más.
Todos estaban en silencio y atentos esperando que alguien dijera o se moviera lo más mínimo para tener razones de atacarlos. Habían sido muy estúpidos de venir hasta aquí, en desventaja sabiendo que estábamos buscándolos y tenían probablemente horas de vivir una vez los encontraran. No sabía mucho del club pero en el tiempo que llevaba aquí había ido aprendiendo poco a poco por los que los chicos hablaban cuando pensaban que no los escuchaba.
- Solo venimos a desearos una feliz navidad.- dijo el presidente.
Noté como la mano de Jasón se tensó y seguramente el resto de su cuerpo también.
- Una mierda. No se quien mierdas te crees para venir aquí. Acaso quieres tentar a la muerte?- dije sin poder aguantar.
Todas las miradas fueron a mi, no solo porque era la única persona del sexo femenino que se encontraba allí, sino porque había echo algo con lo que el presidente del club no estaría muy de acuerdo y contento.
- Esto no te incumbe jovencita, será mejor que vuelvas dentro.- me dijo el hombre con semblante serio.
Dando un paso a delante me quede al borde de salir a la calle, fuera de nuestro territorio y donde estaba a salvo.
- Esto me incumbe desde que la basura que está ahí escondida detrás casi me mata, así que lo siento, pero me quedo te guste o no.- dije con una sonrisa.
Marco dio unos pasos hacia delante acercándose a su presidente y después de decirle algo se puso frente a mi con una sonrisa burlona. Mis puños se cerraron a mis costados y todo mi cuerpo se tensara haciendo que la sonrisa que había en el rostro de Marco se hiciera más grande aún sabiendo la reacción que mi cuerpo estaba teniendo al tenerlo de frente.
- Yo solo venía a ver a nuestra hija ya que escuché que la encontraron y que vino de visita.- dijo en un tono burlón.
- Marco te juro por mi hija, que como la menciones una sola vez más mi puño acaba es tu cara.- dije entre dientes.
- Acaso vas a ser tu la única que pueda ver a Hope? Acaso no somos una familia?
Cerré los ojos mientras respiraba profundamente intentando calmarme antes de golpearlo y empezar algo que no quería, pero el simplemente se rio. Abrí los ojos y miré a Jasón que no parecía haber quitado su mirada de nosotros y haciéndole una pregunta silenciosa me asintió, dándome la respuesta que más deseaba.
Antes de que este se diera cuenta crucé la línea y mi puño golpeó su rostro haciendo que diera unos pasos hacia atrás. Yo me quede donde estaba mostrándole que estaba fuera de mi club y no lo temía.
Quitando un pequeño rostro de sangre que salió de su labio, se acercó a mi sujetando mi brazo fuertemente haciendo que mi rostro mostrara el dolor que me estaba ocasionando.
Todo seguía en completo silencio viendo como los dos interactuábamos hasta que escuché un par de pisadas y sabia exactamente quien era quien tenia detrás de mi.
- No.- dije sin mirar hacia atrás y levantando mi mano.
No quería que nadie se metiera, podía con el y se lo demostraría. La rabia que llevaba dentro por todo lo que me hizo haría que se fuera.
Me movía intentando soltarme de su agarro pero el no me soltaba y cuando por un segundo miró a su presidente tome la rápida decisión de soltar mi mano y golpearlo en su mejilla.
Su reacción no tardó más que unas milésimas de segundo en llegar y su puño en mi rostro hizo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo y me mareara golpeándome la cabeza contra el suelo haciendo que por unos segundos todo mi mundo diera vueltas mi alrededor. Jasón rápidamente llegó a mi preguntándome si estaba bien.
- Estaré bien.- contesté con una pequeña sonrisa.
Las botas de alguien más aparecieron a mi lado viendo a Blake junto a mi pero con un arma a escasos milímetros de la frente de Marco, que ahora había dejado de reír y se encontraba serio.
- Jasón dile que no lo haga, no podemos empezar esto, no ahora, Hope se encuentra aquí.- dije mirando rápidamente a la puerta cerrada del club.
Este me ayudó a levantarme y poniendo una mano en el hombro de Blake este bajo el arma.
- Vamos, no dejaremos que nos amarguen las fiestas. Ya nos encargaremos de ellos una vez estás acaben.
Mi mirada se cruzó con la de Blake durante unos largos segundos antes de escuchar el ruido del arma sabiendo que ahora tenia el seguro puesto, después de esto los tipos se largaron tan rápido como llegaron y la puerta del club volvió a abrirse.
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Adoptada Por Los Demon MC
RomanceDespués de una dura niñez, me encontraba en un orfanato cuando mi vida dio un cambio radical que me haría entender que una familia no tenía porque ser sangre y que unos completos extraños podrían amarme aún cuando su exterior dijera lo contrario.