XII

2.6K 202 6
                                    

Unas semanas más tarde en una cena a la que Blake fue invitado, decidimos hablar con Jasón de lo que pasaba entre nosotros y de lo que sentíamos porque sabíamos que él tendría que aceptar el hecho de que Blake y yo sentíamos algo el uno por el otro pero las cosas no fueron para nada bien y poco después de que la cena terminara Jasón echó a Blake de la casa y a mi me mando a mi habitación quitándome cualquier aparato con el que pudiera comunicarme con Blake. No discutí con él sabiendo que solo lo empeoraría y quería que por una vez las diferencias pudiéramos hablarlas estando los dos tranquilos, así que durante unos días me limité a irme a trabajar y volver a casa ya que Jasón me dijo que tenía prohibido acercarme al club a menos que Nancy o el me llevaran y sabía que eso no pasaría a menos que fuera una emergencia ya que el quería que no tuviera oportunidad de ver a Blake bajo ningún concepto.

También sabía por Nancy que las cosas entre Jasón y Blake se habían puesto muy serias cuando los dos se encontraron y hablaron en la oficina del club pero que esta vez al menos no hubo golpes, lo que me alivió, porque después de lo que viví en el piso de Blake, sabía cómo podía reaccionar Jasón y también sabía que Blake no se iba a defender de él pudiendo hacer que acabara en el hospital.

- Jasón podemos hablar? - pregunte cuando llego a casa una noche.

Nos dirigimos al salón mientras Nancy estaba en la cocina preparando la cena y sabía que en esta conversación tendría que cuidar mis palabras al máximo para que pudiera entender que respetaría su decisión aunque no la compartiera mientras le explicaba que aquello que estaba pasando no era un amor de verano o algo de una sola noche sino que llevábamos tiempo reprimiéndonos por el y por el respeto que le tenia Blake a su presidente y al club.

- Quiero hablar de Blake, porque quiero que entiendas que aunque no comparta tu opinión la respeto. Se que los dos necesitamos tiempo antes de tener esa conversación tranquilamente sin discutir, pero quería pedirte si por favor podría tener mi móvil y mi ordenador de vuelta, los necesito para poder seguir buscando a Hope, te prometo que sólo los utilizaré cuando Nancy o tú estéis para ver qué no contacto a Blake, pero por favor los necesito para encontrar a mi pequeña.

Lo miraba a los ojos porque de verdad necesitaba que me creyera en que eso era lo único que haría. Aunque quisiera contactar a Blake, sabía que una vez rompiera la confianza de Jasón, no volvería a creer en nada de lo que dijera jamás y ahora eran mis padres y necesitaba que creyeran en mí y no por un tiempo limitado, estaría atada a ellos de por vida quisiera o no.

No dijo nada y se levantó camino a la parte de arriba de la casa haciéndome pensar que todo lo que había dicho había sido inútil y que se iría a su habitación hasta que la cena estuviera lista y Nancy lo llamara hasta que volvió a bajar con mi ordenador y móvil en mano.

- Espero que sepas que como mientas y sepa que has contactado con Blake estarás en grandes problemas, ya hablé con él y sabe lo que pasará si cualquiera de los dos se intenta poner en contacto con el otro. Eres menor y podría meterlo en grandes problemas y no me importaría que fuera del club, piensa en eso.

Ya sabía que si Blake y yo estuviéramos juntos podría causarle muchos problemas al ser menor pero estábamos dispuestos a arriesgarnos además de que solo faltaban unos meses para que cumpliera la mayoría de edad, además que nunca nos hubiéramos dejado ser vistos fuera del club o fuera de casa de Jasón en actitud cariñosa pero si él era lo que pensaba tendría que aguantarme.

Rápidamente encendí el ordenador y el teléfono escuchando llegar un par de notificaciones bajo la atenta mirada de Jason que rápidamente borré ya que no eran más que publicidad que de nada me servía. Tecleaba rápidamente ante la atenta mirada de Jasón mientras que miraba artículos sobre gente que le había podido pasar lo mismo que a mi pero pocos había y eran de hacía muchos años lo que me aliviaba y me frustraba a la vez porque eso significaba que parecía que muy poca gente había sufrido la pérdida de un bebé cuando ellos no lo querían y tenían que vivir sabiendo que su hijo o hija estaba por ahí fuera y no pudiendo saber quién era.

Nancy nos llamó para cenar y deje todo en la mesa del salón y fui hacia la cocina teniendo detrás a Jasón, vigilando cada paso que daba. Me empezaba a sentir como si fuera un prisionero y un guarda tendría que estar detrás mío a cada segundo. Sabía que no se fiaba de mí y lo entendía pero no hacía falta que estuviera pegado a mí, le dije lo que haría y conseguiría que confiara en mi sin romper mi promesa.

Cenamos en silencio, Jasón y Nancy diciendo alguna frase de vez en cuando pero el aire se notaba tenso, notaba sus miradas en mí y no quería que me dijeran nada sobre Blake ni sobre Hope; aún no había sido capaz de hablar con ellos sobre ella y ahora mismo no quería que supieran nada más que los papeles que Jasón consiguió leer cuando Marco me los trajo. Aun dolía demasiado.

Al acabar de cenar ayude a recoger y después cogiendo el ordenador y el móvil del salón me fui al cuarto cerrando la puerta. Me tiré a la cama y poniéndome mis cascos cerré los ojos escuchando música que ayudaba a relajarme. Necesitaba hacer algo que ayudara a descargar toda la rabia y frustración que me generaba vivir con Jasón, el club y sobre todo el tema de Hope y Marco, pero no sabía a dónde ir, y tampoco tenía el dinero como para pagarme algún gimnasio en el que pudiera ejercitarme y sabiendo que Marco esta suelto por ahí y sabia donde vivía y las cosas tan tensas entre los dos clubes no quería arriesgarme a salir a caminar o a correr por si se le ocurría la loca idea de hacerme algo o intentarlo.

Un rato después cogí algo de ropa y me fui a darme un baño que ayudara a relajarme y soltara mis músculos un poco ya que los tenía agarrotados al siempre estar en tensión, un mal hábito que tenía pero no podía evitarlo.

Al salir de la ducha, me sequé el pelo y me dispuse a irme a dormir cuando encontré a Jasón sentado en la silla de mi escritorio dándome un susto de muerto al no esperar que nadie estuviera en mi habitación.

- Necesito que me des tu móvil y tú ordenador durante las noches y cuando no vayamos a estar ni tu madre ni yo para vigilarte en casa.

- Enserio Jasón? He soportado estas semanas sin saber nada de Blake porque sabía que eso te molestaría, me incomunicaste completamente todo este tiempo solamente dejándome ir al trabajo y aún así, hoy que te he dicho lo que pensaba aún así y no confías en mí?- dije subiendo un poco mi tono de voz.

- Baja ese tono jovencita. Mientras que vivas bajo mi techo tendrás que obedecer mis reglas y ahora mismo son, ni móvil ni ordenador sin supervisión.

Con rabia cogí los dos aparatos y se los tiré, haciendo que fueran al suelo rompiéndose.

- Toma, ahí tienes los dichosos aparatos, pero espero que cuando me vaya de esta casa no vengas pidiéndome perdón porque no te perdonaré. Necesitaba eso para encontrar a mi hija, ella es lo único que me importa en esta vida, sin ella mi vida no tiene sentido así que espero por tu bien y tanto cariño que dices que me tienes que la encuentre.

El no dijo nada más pero sabía que mis acciones y mis palabras lo habían enfurecido porque sus manos estaban echas puños y había una vena en su frente que la tenia hinchada cada vez que se ponía de muy mal humor aunque por unos segundos también note que la amenaza de irme de la casa lo habían preocupado pero solamente recogió los cachos rotos del suelo y se fue cerrando la puerta dejándome en silencio.

Nadie me molesto en los siguientes días y poco a poco pude ir ahorrando algo de dinero para poder comprarme un teléfono ya que Nancy insistió que lo que ganaba trabajando me lo guardara para un futuro y eso hacía.

Jason y yo no nos dirigíamos la palabra en ningún momento, solo le hablábamos a Nancy cuando queríamos algo y por el resto nos ignorábamos, solo de vez en cuando notaba la mirada de Jasón en mi, como si me estuviera clavando dagas con los ojos.

Las cosas en el club no mejoraban, y en la calle se notaba la tensión de que algo pronto pasaría entre los clubes porque todo el mundo murmuraba cosas y cada que me veían me señalaban y se apartaban. Estaba acostumbrada a eso, pero la cosa se estaba poniendo muy fea y aunque nadie decía nada en casa yo lo sabía, en la cafetería se escuchaban cosas y me preocupaban mucho, porque si lo que la gente decía era cierto, la sangre correría y yo estaba metida en el club, quisiera o no, y sería un blanco fácil para los rivales.

Adoptada Por Los Demon MCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora