XIII

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Unas semanas mas tarde y aun no había pasado nada y eso me inquietaba porque por lo que había llegado a escuchar en casa cuanto mas tranquila esta la cosa y pasa el tiempo sin que algo pase, mas duro seria lo que pasara. La calma antes de la tempestad era lo peor ya que no sabían cuándo llegaría, pero cuanto más tiempo pasaba, sabía que peor serían las cosas. No quería involucrarme en las cosas del club y por eso no llevaba el chaleco e intentaba que no se me viera con ellos, no quiera que me asociaran con ellos, aunque todo el mundo sabía de quien era hija así que aunque intentara esconderme ya todos lo sabían.

Estaba trabajando cuando sonó el teléfono del café mientras atendía a una pareja de ancianos y cuando fui a la barra a preparar su pedido mi compañera me miró aterrada.

- Que a pasado? Quien era? - dije acercándome.

- Tu padre, dijo que viene a buscarte.

Solo con oír esas palabras me entró un escalofrío y corrí hacia la parte de atrás a cambiarme. Sabía que no tardaría y no hubiera llamado si no fuera una emergencia y menos que me viniera a buscar.

No pasó mucho tiempo hasta que escuché el ruido de unos frenos que salí hacia la parte delantera del café y vi a Jasón bajar de una camioneta negra. Me quedé helada cuando lo vi bajar con esa cara y ojos que parecían dispuestos a matar. Miraba a todos lados mientras daba largos y rápidos pasos hacia donde me encontraba hasta que un ruido me sacó de mi viendo como el cristal de una de las ventanas estaba roto.

Y de un momento a otro Jasón y otro tres hombres que bajaron de la parte de atrás de la camioneta vinieron corriendo hacia dentro del café diciendo a las pocas personas que estaban que se fueran detrás de la barra.

Estaba aterrada pero el shock de la situación en la que me encontraba no dejaba que mostrara ninguna emoción, estaba seria pero las ganas de llorar las sentía en mi garganta, cada vez que tragaba un gran dolor se instauraba ahí y notaba que las lágrimas querían salir.

Jasón consiguió meternos debajo de una mesa y yo me fui a la esquina, pegada a la pared, poniendo las rodillas en el pecho y abrazándome. Intentaba no escuchar el sonido de las balas y todo lo que se rompía a mi alrededor pero todo era demasiado ruidoso y era imposible ignorarlo.

- Estás bien? - dijo Jasón a mi lado.

Asentí porque no sabía si sería capaz de articular palabra alguna en aquella situación.

Podía ver en una esquina de la barra a mi compañera llorando y a la pareja de ancianos abrazándose mutuamente y me compadecí de todos ellos. Todo esto era mi culpa. Si yo no hubiera trabajado aquí, nada de esto hubiera pasado, y si Jasón no me hubiera adoptado, tampoco nada de esto estuviera pasando.

En un momento en el que todo estaba en calma, Jasón me dijo que teníamos que movernos a un lugar más seguro así que con cuidado pero con precaución escuché que tenía que hacer y hacia donde tenía que moverme y cuando esté dio la señal corrí hasta la barra cuando escuché el ruido de un disparo.

Tape mis oídos y corrí hasta la barra donde me tiré al suelo nada más llegar y después fui a ver a mi compañera para asegurarme de que se encontraba bien cuando noté un dolor agudo en el brazo y al mirar me fijé que estaba sangrando lo que hizo que me asustara. Mi compañera llamó a Jasón y cuando esté vio mi brazo su cara cambio completamente. Movió mi brazo suavemente ante mis quejas y se aseguró que la bala había salido pero que teníamos que salir de allí para que me atendieran. Se quitó su cinturón y con una manga de mi chaqueta taponó la herida e hizo un torniquete para que dejara de sangrar.

Asegurándonos de que todo el mundo estaba seguro y estaba bien, a excepción de mi brazo, Jasón llamó por teléfono alguien mientras gritaba entre el ruido de las balas. No sabíamos cuantos estaban fuera ni cuánta munición tenían pero precia que nunca acabaría y cuanto mas tiempo pasaba, mas me enfocaba en mi brazo. Estaba segura que mi llanto se escuchaba por encima de todo el ruido ya que este dolía demasiado, y aunque el torniquete parecía estar ayudando, la sangre caía por mi brazo manchando mi pantalón y todo lo que estuviera cerca y empezaba a marearme.

No se cuanto tiempo paso cuando todo se quedó en silencio y se escuchó el ruido de unas motos alejándose. No sabia si todos se habían ido pero por mi mente solo podía pensar en que esto no podría haberse acabado así de fácil, tendría que haber algo mas porque esto había sido muy rápido.

Jason y los chicos se levantaron con cuidado mirando hacia todos lados y cuando salieron y vieron que se habían ido volvieron dentro y ayudaron a todos a levantarse asegurando que todo estaba bien y que ellos se encargarían de todo el daño causado pero que en aquel momento teníamos que irnos por la herida que sufría.

Entre tanto mi brazo no paraba de sangrar y yo me encontraba peor, quería que el brazo dejara de dolerme y quería irme a un hospital.

Con cuidado uno de los chicos me agarro de la cintura para ayudarme a andar mientras Jasón veía hacia la carretera me suponía esperando a que alguien del club viniera para llevarnos y asegurarse de que ningún rival se acercaría ahora que estábamos a descubierto e indefensos además de que la camioneta en la que habían venido estaba llena de balas, los cristales inexistentes y las ruedas rajadas. Pronto levantó la mano y otra camioneta igual a la primera apareció y todos los montamos. Tan rápido como llegaron, nos fuimos dejando a todos atrás. Quería que la gente del café vinieran conmigo, quería que los mirase un doctor y asegurarme de que lo único que tenían era un pequeño trauma por lo vivido hacía unos minutos.

Jason hablaba o más bien, gritaba desde la parte delantera con quien conducía contándole todo lo sucedido y cada pocos segundos su mirada venia a mi asegurándome que todo estaría bien y que el dolor acabaría pronto y es que este era el primer ataque que daba comienzo a lo que llamaban la guerra entre clubs. Minutos antes de la llamada se habían enterado que yo era un muy interesante blanco al encontrarme sola en mi puesto de trabajo y por eso fui el blanco del primer ataque y por eso llamaron y vinieron a buscarme.

Cuando me quise dar cuenta de estaban sacando de la camioneta y vi que estábamos en el club y todos parecían estar allí; mujeres y niños incluidos y todos miraban hacia mi.

Mis gritos de dolor se escuchaban claramente en el lugar mientras esta vez Jasón me llevaba en brazos hacia dentro y una vez ahí Nancy apareció viniendo hacia mi y haciendo preguntas. Estaba tan enfocada en el dolor que no escuchaba nada de lo que se me decía, yo solo lloraba y gritaba, quería que me dieran algo para el dolor. Sentía como si alguien estuviera clavando un cuchillo ardiendo dentro de mi brazo y no parase de retorcerlos haciendo que todo a su alrededor ardiera.

Subimos a una de las habitaciones bajo la atenta mirada de todo aquel que se encontrara en el club hasta que la puerta se cerró, ahí fue cuando Jasón, Nancy y yo estábamos solos que Nancy comenzó a gritar a su marido con mucha rabia y este solo agachaba la cabeza e intentaba explicar la situación pero Nancy no quería entender y era comprensible. Pocos segundos después alguien tocó la puerta y como si nada Nancy fue y la abrió dejando pasar a una mujer con un pequeño maletín.

- Hola cariño, soy la doctora. No te preocupes que te daré algo para el dolor.

- Jasón quiero a Blake aquí por favor. Lo quiero aquí. - decía entre lágrimas.

La doctora me puso una vía en el brazo mientras sacaba cosas de su maletín. Este fue a decir algo por mi comentario pero Nancy lo miró y salió de la habitación mientras me ponían cables por todos lados y notaba el calmante entrar a mi cuerpo. Segundos después apenas notaba el dolor y sentía mucho sueño cuando Nancy volvió y justo detrás se encontraba Blake. Sonreí o eso creo cuando lo vi y este después de mirar a Jasón y este mirar a su mujer y después a mi asintió haciendo que Blake se acercara a la cama sentándose en esta y agarrara una de mis manos entre las suyas.

- Todo estará bien si? Ya estoy aquí. Ahora solo duerme y cuando despiertes todo habrá pasado.

Note que alguien más entraba en la habitación y el ruido de unos pequeños pitidos mientras miraba hacia Nancy, Jasón y Blake, después, deje que el sueño se apoderara de mi.

Adoptada Por Los Demon MCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora