Estaba dormido cuando me pareció escuchar la voz de Alexa pero pensé que lo habría imaginado cuando noté que alguien tocaba a mi puerta despacio y me acerqué a mirar por la mirilla viendo a Alexa así que abrí rápidamente la puerta sin pensarlo. No sabía que hora era, pero estaba seguro que no estaba aquí con sus padres sabiéndolo.
Estaba hundida por la lluvia así que me fui al cuarto a por una camiseta y algún short para que se pusiera y no pudiera llegar a caer enferma pero cuando regrese al salón vi que ella ya estaba en ropa interior en mitad del salón.
Ya la había visto antes así, pero esta vez era diferente. Se notaba en sus ojos que venía con un objetivo y sabía cuál era y no sabia si esta vez podría reprimirme como las anteriores veces porque estábamos en mitad de la noche en mi apartamento sin que nadie pudiera interrumpir.
Después de que se fuera del club corriendo, pensé que lo mejor sería dejarla a solas un rato y solo le deje un mensaje de que me llamara cuando quisiera hablar y me fui a casa, porque estar en el club con Tank no iba a ser de las mejores ideas ya que sabía que en aquel momento solo quería arrancarme el cuello por querer hacer de su hija mi dama.
Alexa y yo habíamos estado hablando hacía unas semanas y me quede sorprendido cuando me dijo que me quería, no sabía si estaba dormida o no, pero si aquellas palabras habían salido de su boca solo podían ser verdad después de todo lo que habíamos vivido juntos.
Estaba sentado en el sofá después de que Alexa se pusiera mi camiseta cuando se arrodilló frente a mi, mirándome con aquellos penetrantes ojos que parecieran poder ver todo tu interior.
Instintivamente la bese, porque ya no aguantaba más. Cada día me costaba más y mas no besarla o abrazarla cuando estaba en el club, o incluso sentarla sobre mis piernas cuando estaba hablando con otros de los chicos y ella venía y se sentaba a nuestro alrededor.
Sabía que estaba mal, que era mayor que ella y que era quien tenía que parar lo que estaba pasando, pero Alexa se había metido en mis venas cuál droga y ahora no podía estar sin ella. Lo había intentado, cuando me mandaron lejos, pero aquello solo nos llevó a que ella se fuera y acabara secuestrada y yo volviendo. Ahora sabía que Tank se lo pensaría dos veces antes de hacer lo mismo de nuevo sabiendo lo que su hija haría.
- Blake deja de pensar.- dijo separándose unos centímetros.
Me levante intentando poner algo de distancia entre los dos, pero escuchaba sus pequeños pasos detrás de mi.
- Joder Alexa no puedo. Aún que te quiera y desearía poder dejarme llevar, se que está mal.- dije apoyándome en la encimera de la cocina.
Esta se acercó a mi quedando frente a frente.
- Me quieres?- pregunto asombrada.
- Acaso pensabas que todo esto era un juego para mi?
Se quedó dudando durante unos segundos antes de que en su rostro apareciera la mayor sonrisa que le había visto jamás.
- Solucionaremos esto vale? Solo tenemos que darle tiempo a Tank a que lo digiera. Eres su hija y se que lo único que quiere es que estés a salvo y si eres la dama de alguno de nosotros te pondría una diana en la espalda aún más grande de lo que es ahora siendo su hija.- aseguré poniendo mis manos a los costados de su rostro.
- Lo se. Pero hemos esperado mucho tiempo. Yo quiero estar contigo y me mata no poder hacerlo y demostrarles a todos lo que siento por ti.- contestó poniendo sus manos en mis muñecas.
Estuvimos durante un largo rato mirándonos a los ojos. En los suyos parecía que había algo que quería la preocupaba e intentaba esconderlo, pero no quería arruinar el momento así que pensé que ya se lo preguntaría al día siguiente cuando la viera en el club, o la próxima vez que la viera, ya que no estaba seguro si querría estar cerca de Tank.
- Te acuerdas de aquella primera vez que estuve por primera vez aquí?
- Si. Preguntaste si a mi novia no le importaría que estuvieras aquí.- dije divertido.
Aún recuerdo como estaba de tensa aquella noche después de lo que había pasado. Y aún que entendí la razón por la que Tank estaba enfadado, no fue motivo para golpearla.
- En que piensas?- pregunte viéndola sonreír.
- En que me gustaría volver a recrear nuestra pequeña conversación aquí en la cocina.- dijo mordiéndose el labio.
Sabía de lo que hablaba. Aquella noche casi acabamos besándonos pero pensé en que seguramente se arrepentiría y solamente lo quería hacer para poner de peor humor a su padre que aquello no estaba bien y simplemente la mande a la cama viendo una gran decepción en sus ojos.
Rápidamente la cogí de la cintura y la senté en la encimera como aquella noche para que quedara a mi altura.
Se notaba la tensión sexual que había entre nosotros. Incluso aquella noche se notaba y apenas era el principio. Ahora casi un año después era aún mayor.
Me puse entre sus piernas para poder estar más cerca de ella mientras que esta parecía dudar de lo que hacer.
- Te a comido la lengua el gato?- pregunte divertido.
Esta saco la lengua haciéndome reír.
- Te quiero, lo sabes verdad?- le pregunte.
Quería que supiera que aquello no era un juego, que no sería una noche y ya. La quería para pasar un futuro con ella. Si tenía que dejar el club y borrar cualquier rastro de ellos de mi piel lo haría, y cuando entré me prometí a mi mismo que nunca, ninguna mujer me haría dejarlo pero ahora tenía a la hija adoptiva de mi presidente haciendo que quisiera dejar todo atrás y empezar una nueva vida junto a ella.
- Lo sabía, pero me gusta escucharlo.- dijo sonriendo cerca de mis labios.
Estaba seguro que ella no sabía lo que causaba en mi con su suave voz, su rostro, su risa, sus ojos. No había nada de ella que me disgustara.
La bese suavemente, queriendo disfrutar del momento. Quería tocar cada centímetro de su piel, la que estaba expuesta y la que estaba bajo mi camiseta.
Sus manos lentamente se movieron a mi nuca, jugando con mi pelo e intentando acercarme más a ella, pero entre nosotros no había ningún espacio.
Mis manos empezaron a viajar por su rostro, su cuello, bajando lentamente por sus costados hasta llegar a su cadera, donde se quedó amontonada la tela extra de mi camiseta al sentarla.
Me quede ahí unos segundos esperando como reaccionaba al taco te mis piel con la suya y cuando se separó pensé que ahí había acabado la noche, pero de un momento a otro, sus manos fueron al borde de la camiseta y sacándosela y dejándola junto a ella.
- Creo que sobraba no?
Asentí antes de volver a besarla con algo más de urgencia esta vez. Era lo más cerca que habíamos estado nunca y sabía lo que venía, pero no quería parar, quería llegar hasta el final aunque fuera una vez.
Sabía que sus piernas eran una parte que a ella le acomplejaban así que me separa para preguntarle si estaba bien en que siguiera bajando, si estaba cómoda con aquello.
- Blake, fuiste la primera persona en ver mis cicatrices. Nunca voy a sentirme mas cómoda con alguien que contigo.
Nos volvimos a besar, esta vez con más urgencia, mis manos explorando cada centímetro de piel expuesta.
Estaba excitado y estaba seguro que Alexa podía notarlo, porque era imposible no hacerlo.
Sus talones se clavaron en mi trasero pillándome desprevenido haciendo que tuviera que apoyar mis manos momentáneamente a sus costados.
No podía más, estaba a punto de explotar, pero cuando ella bajó su mano desde mi nuca, pasando por mi pecho hasta el bordillo de mis bóxers e introduciéndola, perdí toda la razón con el mínimo toque de su piel.
Gruñí en medio del beso y supe que no había vuelta atrás.
- Vas a matarme Alexa.
Esta solamente sonrió dulcemente como si nada hubiera echo mientras que su mano aún se encontraba dentro de mis bóxers haciendo que cerrara los ojos de placer.
La cogí en brazos haciendo que sacara su mano y se agarrara con las dos a mi cuello y enredara sus piernas a mi alrededor, posando mis manos en su trasero y la llevé a mi habitación.
En los pocos metros que tuve que andar no pare de besarla mientras ella sonreía y en verdad nunca la había visto así de contesta con excepción del tiempo que pasó con su hija.
Las horas que estuvimos juntos las pasamos demostrándonos el amor que sentíamos el uno por el otro hasta que caímos rendidos en la cama, durmiéndonos en los brazos del otro.
Desperté de golpe al escuchar mi teléfono sonar y miré a mi alrededor viendo que ya había amanecido y buscando a Alexa pero ni ella ni su ropa se encontraba allí así que supuse que se iría al amanecer para volver a su casa antes de que alguien notara que no se encontraba allí, pero si vi un pequeño papel con mi nombre en la mesita de noche y supe que era de ella.
Alcance mi teléfono y maldije al ver quien me llamaba.
- Tank. Pasa algo?- dije intentando mostrarme neutro.
- No estará Alexa contigo verdad?- pregunto serio.
- Alexa? En mi apartamento? Lo dejaste claro ayer Tank, no nos quieres juntos.
Escuché voces al fondo y después la voz de Nancy al otro lado del teléfono.
- Blake por favor, te juro que Jasón no hará nada si Alexa se encuentra contigo.- decía esta llorando.
- Nancy te prometo que Alexa no se encuentra en mi casa. Que pasa?- dije alterándome.
- Alexa. Se a ido dejándonos dos cartas explicándonos que se iría.
- Ahora voy a tu casa, dame unos minutos.
Colgué y rápidamente fui a leer la nota haciendo que todo mi mundo se derrumbara y las lagrimas salieran rápidamente de mis ojos como nunca recordaba que hubiera pasado.
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Adoptada Por Los Demon MC
RomanceDespués de una dura niñez, me encontraba en un orfanato cuando mi vida dio un cambio radical que me haría entender que una familia no tenía porque ser sangre y que unos completos extraños podrían amarme aún cuando su exterior dijera lo contrario.