Habían pasado unos días y sentía a Jasón y a Nancy muy pendientes de mi. Sentía sus miradas y notaba todas las veces que venían a mi habitación a ver que hacía o si necesitaba algo, veía la preocupación en sus ojos o cuando venían cada noche cuando tenia una pesadilla y se quedaban ahí conmigo hasta que conseguí volver a quedarme dormida. Aún no había salido de casa y desde el día que llegue ninguno toco el tema de mi pasado o el secuestro y lo prefería, aún si me preguntaban les contestaría pero todavía dolía demasiado recordarlo.
Jasón estaba pasando algo más de tiempo en casa y eso me hacía sentir segura, pero no podía evitar el pensar si eso no lo metería en problemas por no pasar tiempo en el club. Baje las escaleras y me dirigí al pequeño despacho que tenía Jasón y toque la puerta y la abrí suavemente al no recibir respuesta. Jasón subió su mirada cuando asome la cabeza por la puerta y sonrió dejando de lado lo que hacía y haciéndome un gesto para que entrara.
- Podemos hablar?- dije nerviosa.
No sabía si era un tema que me incumbiera pero estaba preocupada, no quería que perdiera su presidencia por mi culpa. Si para que el se hiciera cargo del club y no perdiera la presidencia tuviera que irme con el a pasar el día en el club para que el supiera que estaba segura y me encontraba bien lo haría aunque ahora mismo el club era lo ultimo lugar donde quisiera estar,
- Claro, pasa algo Alexa?
- Igual no es algo en lo que tendría que meterme porque es sobre el club pero, no tendrás problemas por estar tanto tiempo en casa? No quiero que puedas perder la presidencia Jasón.
- No te preocupes por eso Alexa, lo que puedo hacer desde casa lo hago aquí, y las cosas que necesito hacerlas en el club las hago allí, mi presidencia no corre peligro, pero gracias por preocuparte.
- Ah bueno, eso me deja más tranquila.- contesté con una sonrisa.
- Nancy a salido y no volverá hasta la tarde así que, que te parece si pedimos algo para comer o mejor, que te parece si salimos a comer a algún restaurante y así te da un poco el aire?
No estaba preparada aún para salir a la calle, aún sentía que ellos volverían y me llevarían de nuevo con ellos si sabían que estaba viva.
- Sino quieres salir no pasa nada, solo pensé que...
- No es eso, solo que tengo miedo de salir a la calle desde aquello.- dije agachando la cabeza.
Escuché el ruido de su sillón moverse y segundos después lo tenía de rodillas frente a mi, poniendo un dedo en mi barbilla y levantando la cabeza, haciendo que nuestras miradas estuvieran a la misma altura.
- No pasa nada si no quieres salir, podemos pedir que la traigan, pero te aseguro que no te va a pasar nada. Es más llamaré a alguno de los chicos para que te sientas más segura si no te parece mal?
- De acuerdo, pero no demasiado tiempo.- dije sabiendo que aunque estaba haciéndolo por el, no hubiera parado hasta sacarme de casa.
Me duché y vestí rápidamente para no hacer esperar mucho a Jasón y a los chicos, que nos esperarían en el restaurante y pedirían por nosotros. Había empezado ha hacer frío así que me puse unos leggins y una camiseta de manga larga junto con una sudadera. No quería arreglarme demasiado, solo lo suficiente para estar presentable delante de la gente.
Estaba nerviosa por ver a la gente del club y tampoco sabía a quienes ni a cuántos había invitado Jasón, pero el significado de pocos en el vocabulario de Jason no era el pocos normal de la gente común. Era la primera vez en cuatro meses que saldría a la calle y volvería a interactuar con la gente, solo necesitaba recordar que tenía que respirar. Tampoco estaba de más que teníamos que ir en la moto de Jasón, que estaba como si nunca la hubiera tirado al suelo de mala gana, ya que Nancy se había llevado el coche.
Durante el corto viaje, no podía evitar mirar a todos lados en la carretera, sobre todo a lo que se estuviera detrás nuestro, sentía mi respiración acelerarse hasta que noté que Jason puso su mano sobre la mía dándome un apretón haciéndome saber que todo estaba bien. El lugar estaba lleno pero en una de las esquina se notaba que estaban los chicos del club, chalecos del club y sus voces altas llenaban el lugar haciendo que las miradas fueran a ellos pero cuando Jasón y yo entramos, esas miradas solo se dirigían a mi. Sabía que el pueblo entero se había enterado de lo que había pasado, no sabía hasta que punto, pero sabía que Jasón no dejaría que se hablara del tema, lo que agradecía.
Llegando a la mesa, todos me saludaron como si nada hubiera pasado y podía ver en sus miradas la curiosidad pero estaba claro que seguramente Jasón les habría dicho que se mantuvieran callados respecto al tema.
Nos sentamos en la mesa y después de que pidiéramos las bebidas de una de las meseras me mantuve en silencio escuchando su conversación.
Justo antes de que las pizzas llegaran a la mesa, el ruido de una moto me saco de mis pensamientos. Levantando la mirada y viendo quien era el dueño, mi respiración se cortó cuando lo vi ahí. Blake estaba allí, fuera del restaurante y su mirada estaba fija en mi.
Un pequeño codazo me saco de ese momento y mire a Jasón, esperando verlo malhumorado pero en vez de eso, lo que vi en su cara fue comprensión.
- Lo has llamado tu?- pregunté sorprendida.
- Creo que es lo mínimo que podía hacer. Pero venga, sal a hablar con el hasta que lleguen las pizzas, creo que tenéis que hablar.
Me quede sorprendida porque no lo esperaba, no esperaba ver a Blake en mi vida, no esperaba saber de él jamás y verlo fuera del restaurante me hacía pensar en la última vez que hablé con el.
Con lentitud me levanté y anduve hasta la salida bajo la atenta mirada de todos, lo que me incomodaba, no sabía cómo saludarlo, un abrazo, dos besos o un apretón de manos? Salí del restaurante con mis ojos fijos en el, no me importaba quien mirara o lo que dijeran, el estaba frente a mi y estaba bien, con unas ojeras enormes pero se le veía bien.
- Hola.- dije tímidamente al llegar frente a él.
No sabía cómo actuar, parecía que estábamos conociéndonos por primera vez y estaba avergonzada, pero que Jasón lo hubiera llamado igual para que estuviera más cómoda no significaba que aceptaba nada más que este encuentro lo que tenía que aprovechar.
No dijo nada pero sus brazos me abrazaron y me pegó a su pecho dejando un beso en la parte superior de mi cabeza. Tarde en reaccionar unos segundos pero pase mis manos desde su pecho hasta la espalda abrazándolo de vuelta. Su olor tan peculiar inundó mis fosas nasales e inspiré fuertemente cerrando los ojos. Los labios de Blake no dejaron de mantener contacto con mi cabeza mientras los segundos pasaban, pero ninguno de los dos se movía.
No sabía hasta aquel momento que pensaba que lo había perdido para siempre que me di cuenta de lo que lo quería y no quería vivir sin el. Había echado de menos todo lo que el era mientras estaba en aquella habitación pero ahora lo tenía junto a mi, no dejaría que se alejara, convencería a Jasón de que lo trajera de vuelta al club, costara lo que costara.
- Creo que es hora de entrar, además todos están mirando.- dijo Blake en voz baja.
Levante la cabeza levemente y me giré viendo a todos los chicos haciendo el idiota mientras Jasón comía tranquilamente pizza haciendo caso omiso a lo que pasaba en la calle.
Me separé a regañadientes de Blake pero quedándome muy cerca de él mientras andábamos hacia el restaurante y cuando entramos pudimos escuchar el griterío que los chicos estaban montando y solo cuando alguno se pasó de la raya Jasón intervino.
- No os paséis que estáis hablando de mi hija.- dijo seriamente.
Esa voz no era amistosa desde luego y todos dejaron de decir las idioteces que estaban diciendo mientras yo volvía a sentarme al lado de Jasón y Blake hacia moverse a quien estaba a mi lado para otro lugar haciéndome sonreír.
Durante un rato no dije nada, solo me dedicaba a escuchar lo que todos decían pero no prestaba demasiada atención ya que la mano de Blake no había dejado mi rodilla desde que nos sentamos y sentía el calor de su mano en mi pierna y parecía que no le importaba lo que nadie dijera o si lo veía.
Vi que un agente de policía se acercó a nosotros y pensé que querría hablar conmigo ya que desde que desperté no vi a ninguno y me suponía que tendría que dar una declaración, era lo normal en estos casos.
- Señores.- dijo educadamente- Jasón tenemos que hablar.
- Ya te dije Earl que no hay nada de lo que hablar, de este tema me encargare yo y ni tú ni nadie de tus muchachos van a hablar con mi hija.- dijo Jasón seriamente.
La mirada del agente se dirigió a mi por unos instantes antes de volver a Jasón.
- Ya, eso me quedó claro, pero no es sobre eso de lo que hay que hablar. Han entrado en tu casa.
Antes de que nadie pudiera reaccionar yo ya me había levantado de la mesa y estaba frente al agente.
- Que han que?- dije algo más alto de lo normal.
- Cariño no te preocupes, sigue comiendo que yo me encargo.
Su mano se posó en mi hombro dándome un pequeño apretón porque estaba segura que sabía que pasaba por mi cabeza. Eran ellos, estaba segura que ellos habían vuelto y querían llevarme de nuevo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y mi visión se fue durante unos segundos, el pánico apoderándose de mi. Me sujeté al brazo de Jasón porque sentía que sino lo hacía caería al suelo.
- Alexa te encuentras bien? Estas pálida cariño.
No podía hablar, así que no conteste pero me sentaron en una de las sillas bajo la atenta mirada de todos, no solo los chicos del club, sino ahora todo el restaurante estaba mirándonos.
La voz de Blake hizo que volviera haciendo que girara mi cabeza hacia el y sus manos se fueron a cada lado de mi rostro.
- No te pasará nada. Estaré contigo las veinticuatro horas del día si es necesario pero nunca estarás sola me entiendes? No voy a dejar que se acerquen.- decía en voz baja.
Sabía cómo hacer que me sintiera mejor. Tras ese duro exterior que hacía a la gente huir y alejarse de él había una persona dulce y cariñosa, que había demostrado en innumerables veces que se preocupaba por mi.
- Necesito...necesito salir de aquí. Necesito aire.
No sabía si alguien me había escuchado pero parecía que tanto Jasón como Blake lo habían echo porque con la ayuda de los dos me sacaron de allí y fuimos a la calle, lejos de las miradas de la gente. Entre los dos se aseguraron que poco a poco me encontrará mejor y volviera cien por ciento en mi.
Jasón tenía que irse con el agente hacía la casa así que le hizo prometer a Blake que cuidaría de mi y me llevaría al club.
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Adoptada Por Los Demon MC
RomanceDespués de una dura niñez, me encontraba en un orfanato cuando mi vida dio un cambio radical que me haría entender que una familia no tenía porque ser sangre y que unos completos extraños podrían amarme aún cuando su exterior dijera lo contrario.