Shake It Off [🦁Aioria x Shaka📿]

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Me quedo en la calle hasta muy tarde
No tengo nada en la cabeza
Eso es lo que dice la gente
Eso es lo que dice la gente
Tengo muchas citas
Pero no puedo lograr que se queden
Al menos eso es lo que dice la gente
Eso es lo que dice la gente

Era una noche de verano bastante tranquila en el santuario. Shaka, el caballero de virgo meditaba en su templo, como era su costumbre.

Nada más que el silencio reinaba en su templo, y parecía que todo el resto de la noche seguiría así, de no ser por cierto intruso escandaloso que se coló, haciendo que todo el silencio se fuera por el desagüe.

- ¡Oh, hola, Shaka!- Escuchó a Aioria prácticamente gritar estando enfrente de él.

- Aioria, no estoy sordo, ni tampoco a un kilómetro de distancia.- Dijo, intentando mantener la compostura.- Puedo escucharte perfectamente. No es necesario que grites.

- Lo siento.- Bajó Aioria su tono de voz. Riendo nervioso.- No quise molestarte, solo que necesito pasar por tu templo, ¿te molesta?

Shaka negó con la cabeza.- Ya estás a mitad de mi templo de todas formas, Aioria.- Respondió.- Puedes pasar, solo que la próxima vez intenta no gritar por favor.

- Gracias, Shaka.- Agradeció sonriendo el Leo, para después seguir su camino.

Shaka no le dió mayor importancia, y continuó con su meditación, hasta que escuchó nuevamente a Aioria, acompañado de alguien más, solicitándole permiso para pasar por su templo.

- Pueden pasar, Milo y Aioria.- Confirmó, y ambos santos siguieron su camino.

Casi todas las noches eran lo mismo, Aioria pasaba por su templo haciendo un escándalo, y después bajaba acompañado de Milo, Shura o cualquier otro santo, haciendo un nuevo escándalo, interrumpiendo su paz.

Después de que la guerra contra Hades terminó, y Athena les otorgase una nueva vida, anunciando que los dioses habían llegado a una tregua y no habría más guerras, casi ningún santo parecía tomarse su puesto en serio, y cada uno hacia lo que quería.

Mu había vuelto a Jamir, junto a su discípulo. Aldebarán se quedaba todo el día en su templo cocinando, y de vez en cuándo iba a visitar al santo de Aries a Jamir. Saga se quedaba en su templo la mayor parte del tiempo, pero de vez en cuándo desaparecía por unos días y nadie sabía a dónde. Kanon había desaparecido desde que volvieron a la vida, y nadie sabía su paradero. Death Mask, al igual que Aioria, Dohko, Milo, Shura y Afrodita se la pasaban de bar en bar y fiesta en fiesta casi todos los días. Aioros pasaba sus días entrenando en el coliseo, y ayudando a entrenar a jóvenes aspirantes a caballeros. Camus pasaba sus días metido en la biblioteca secreta de su templo, y parecía ser el único, además de Shaka y Aioros, que aún tenía presente su puesto como santo de Athena.

No les envidiaba nada a sus compañeros. Después de todo, tenían una nueva vida, y cada uno tenía derecho a hacer lo que quisiera con ella. Pero el tener que soportar a diario las interrupciones y escándalos que hacían sus compañeros al subir y bajar, además de que alguno bebiera más de la cuenta y volviera ebrio, y terminara entrando a su habitación, ya comenzaba a molestarlo.

Después de terminar su meditación, se dirigió a su alcoba para descansar. Mañana le esperaba un día de entrenamiento, y debía estar bien descansado.

Se quedó dormido sin mucho esfuerzo, y habría seguido así el resto de la noche, de no ser por la presencia de un cosmos ajeno, que se recostó en su cama a su lado.

Suspiró resignado. No sería la primera vez que alguno de sus desobligados compañeros se confundiera de templo, o simplemente se cansara de seguir subiendo, y se colara sin permiso en su habitación. Así como tampoco sería la primera vez que echara a patadas al intruso, o de ser necesario, privarlo de sus sentidos.

Saint Seiya. Songfic's YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora