The Night [🐉RadamanthysxKanon♊]

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El día es la esposa a la que evito
A quien debería ser leal
Aunque advertido por compañeros y parientes
Siempre me rindo ante la noche
Mamá siempre me advirtió tal
Ser un alma nocturna
Además de ser simplemente extraño
Genera de alguna enfermedad mental

Perdido entre los árboles de un enorme bosque, envuelto en la negrura de la noche, en una de las habitaciones de un enorme castillo en algún lugar de Inglaterra, se podía apreciar con la tenue luz de las velas, la silueta de un hombre, paseándose de un extremo de la habitación al otro.

- ¿Qué tengo que hacer para que me quiera?- Interrogó con fastidio a su único acompañante.

- ¿Yo qué sé, Radamanthys?- Bufó.- Es bastante bello, pero al final de cuentas, no es más que un simple, vil, repugnante y asqueroso humano. ¿Hasta cuándo vas a tenerlo aquí?

El rubio detuvo sus pasos, tan solo para tomar asiento en el escritorio de caoba, frente a su acompañante.

- No negaré que es un ejemplar sumamente hermoso, y que desearía poder conservar.- Respondió con tranquilidad.- Aunque debo admitir que comienza a colmarme la paciencia con su actitud.

El albino que se encontraba sentado en la silla frente a él, rió levemente.

- ¿Qué te hace tanta gracia, Minos?

- Oh, no es nada, Radamanthys.- Sonrió.- Es solo que me parece elocuente que un sangre pura de tu categoría, se encuentre tan encaprichado con su juguete.

El inglés no pudo evitar fruncir su uniceja, algo molesto por la burla de su amigo y consejero.

- En fin...- Minos pareció notar su molestia, e inmediatamente dejó de reír.- Quizás deberías simplemente preguntarle qué demonios quiere.

- ¿Y crees que no lo he intentado ya?

El albino solo rodó los ojos, y bebió el líquido de la copa en su mano, harto de escuchar cada noche las quejas y berrinches del inglés.

Radamanthys siguió quejándose por unos minutos más, recalcando cuán difícil era tratar con aquel humano, y que sin importar lo que hiciera, el resultado siempre era el mismo. Hasta que el ruido de un objeto pesado cayendo al suelo interrumpió su monólogo.

- Ahí va tu humano, a intentar escapar otra vez.- Se burló Minos, para después ver a Radamanthys salir corriendo del despacho.- Buenas noches, Radamanthys~

Canturreó, para después apagar las velas, y retirarse a su recámara.

[...]

No tardó nada en llegar a la habitación dónde permanecía cautivo ese hermoso ejemplar.

Sabía que apenas abriera un poco la puerta, lo primero que lo recibiría sería un golpe con algún objeto. Un cojín o un candelabro, ya le había intentado lanzar de todo: almohadones, velas, zapatos, partes de una armadura decorativa, un fuelle, una escoba, incluso un atizador... ¿Qué sería ésta vez?

Tomó una profunda bocanada de aire, sujetó la manija, y abrió la puerta.

Tal y como esperaba, estuvo a punto de golpearlo, pero sus movimientos fueron muchísimo más rápidos, esquivando el ataque y desarmando al contrario con facilidad.

- ¿Un perchero?- Dijo, sonriendo burlonamente.- Vaya, cada día me sorprendes más, Kanon.

El peli-azul se removió, buscando zafarse del agarre del rubio, pero de nada le sirvió.

Saint Seiya. Songfic's YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora