Capitulo 3: El plan.

97 5 0
                                    

Narvi se quedó en el techo del alojamiento acostada mirando las estrellas recordando tristemente su primer encuentro con esa persona. Sucedió en la madrugada, en un callejón una semana después de que se haya tenido que ir del apartamento donde vivía con su padre, ella estaba deambulando hasta que unos hombres la sorprendieron y estaban a punto de atraparla, pero por suerte Narvi logró escabullirse en una rejilla pero desafortunadamente uno de los hombres la agarró del cabello y se lo estaba jalando mientras que el otro la sujetaba de un brazo hasta que en un momento improvisado Narvi logra alcanzar un pedazo de vidrio que estaba en el suelo y se cortó su cabello para lograr salvarse de aquellos hombres, Narvi terminó cayéndose y a sus espaldas podía escuchar cómo las risas de aquellos hombres se acabaron para después convertirse en gritos despavoridos y huesos rompiéndose. Alguien había matado a esos hombres y cuando Narvi miró hacia atrás, vio claramente al hombre que a partir de ese momento estaba dispuesto a aparecerse ante ella constantemente, él salvó a Narvi pero sólo quería llevársela para un plan un tanto extraño que Narvi, al ser mitad humana y mitad vampiro se dio cuenta en seguida de que el plan de aquel hombre era tan inhumano que ella sólo prefirió evitarlo a toda costa. Cada vez que Narvi lo recordaba se sentía culpable por no haberle agradecido a aquel sujeto que le salvó la vida pero también se sentía horrorizada que su único consuelo era buscar constelaciones en el cielo ya que, su padre, cuando era pequeña la consolaba de esa forma cada vez que ella sentía pena y pese a que ya sabía de memoria la posición de cada constelación, aún así seguía haciendo lo mismo de modo que la hacía sentir como si estuviese con su padre.

- Narvi... tus pies están rojos – le comentó Daisuke a Narvi mientras se subía al techo – deben estar congelados.

- ¿Y qué más da si se me congelan? – preguntó Narvi indiferente – nunca me ha pasado nada por tener los pies congelados.

- Aún así me preocupo Narvi – le decía Daisuke mientras se sacaba su polerón para cubrir los pies de Narvi – tú tienes en mente lo dedicado que soy con mi familia... y tú eres parte de ella.

- Gracias Daisuke – le agradeció Narvi.

- ¿Y por qué estás aquí? – le preguntó Daisuke a Narvi – no nos has dicho cómo te fue con Yui.

- Lo pasamos bien... es sólo que – decía Narvi algo apenada.

- ¿Volviste a ver a ese tipo otra vez? – le preguntó Daisuke – es extraño que alguien te persiga sin hacerte nada.

- Tienes razón... ahora más que nunca no quiero agregarle a Yui otra preocupación – contestó Narvi – ella ya ha tenido suficiente con todo lo que le sucedió en las mansiones de esos vampiros.

- Yui no debería preocuparse por lo que te sucede en tu entorno – comentaba Daisuke –debería preocuparse de ella misma.

- Daisuke... es una humana ¿qué más le puedes exigir? – le preguntó Narvi.

- Y lo comprendo Narvi... ¿y qué hiciste para hacerla calmarla? – preguntó Daisuke – porque cuando pasé a verla estaba durmiendo muy bien, estaba en un sueño profundo.

- La besé... fue lo primero que se me ocurrió – contestó Narvi algo nerviosa – tal vez no debí hacerlo, pero ya no quería que siguiera preocupada.

- Eso sí que fue extraño – comentó Daisuke pensativo – no pensé que así se calmaban a los humanos.

Entre Daisuke y Narvi se miraron extrañamente hasta que ambos explotaron de la risa y luego eso hizo que Narvi olvidase todas sus penas y Daisuke la acompañó a buscar las constelaciones.

Al día siguiente Yui notó que Narvi no estaba durmiendo a su lado y al ir al baño se topó con Narvi quien estaba en la tina bañándose, Yui estuvo a punto de irse pero Narvi la detiene preguntándole si se va a bañar o no

Protection: La guardiana de Yui KomoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora