Capitulo 19: Consecuencias de una mente secuestrada.

29 1 0
                                    

Esa misma mañana, Shu le dio el té a Narvi que Reiji le preparó bajo la orden de asegurarse de que se quede descansando todo lo que pudiese para no tener problemas en el instituto nocturno, no obstante, Narvi solo quería estar sola porque temía que si llegaba a decir algo sobre Azusa a Shu, él podría aburrirse, entonces le pidió a Shu que se fuera a lo que Shu simplemente le hizo caso sabiendo que ella en el fondo necesitaba desahogarse pero no quería hacerlo con él. Al cabo de un par de horas, Kanato apareció al lado de Narvi quien se encontraba dormitando acostada hasta que, al sentir a Kanato acostándose a su lado ella no mostró ninguna señal de alerta a causa del té relajante que Reiji le hizo y sólo se mantuvo inmovilizada tratando de dormir.

- Vine a acompañarte porque oí que tuviste una pesadilla – dijo Kanato mientras se acomodaba en la cama – Teddy me dijo que viniera a protegerte para que no sufras otra pesadilla ¿verdad Teddy?.

- No quería decirle nada a Shu... pero tengo miedo, tengo la sensación de que si cierro mis ojos, él va a volver... y volverá a atacarme – dijo Narvi con la voz entrecortada.

- Mira, Teddy te estará viendo desde aquí – dijo Kanato colocando a Teddy frente a la mirada perdida de Narvi – y yo estaré aquí para protegerte y así lo haré a partir de ahora, desde este momento... a quien sólo vas a mirar, será a mi y la voz que solamente escucharás, será la mía... desde ahora y siempre sólo me necesitarás, me amarás y yo te amaré a ti... eternamente.

- Kanato... no quiero dormirme – balbuceaba Narvi hasta que cayó en un sueño profundo.

- Duerme tranquila, Teddy y yo estaremos aquí para que no sufras otra pesadilla – dijo Kanato abrazando a Narvi – la persona que te lastimó hasta en tus sueños ya no volverá a ser parte de tu vida... para nosotros él será un enemigo, ahora más que nunca debemos estar lejos de nuestros enemigos Narvi, así estaremos juntos y en paz.

Al atardecer ya todos se estaban preparando para ir al instituto, todos se encontraban en el vestíbulo de la mansión pero Narvi aun no llegaba, entonces Yui decidió ir a buscarla un poco preocupada, no obstante, Narvi se apareció delante de ella bajando las escaleras con una mirada vacía y sus ojos fijos sin algún tipo de expresión, cuando Yui la vio así se acercó a ella para verla más de cerca para ver si algo tenía, sin embargo Narvi reaccionó instantáneamente mirando a Yui apenas sonriendo seguido de decirle que ya estaba mejor, después Yui tomó a Narvi del brazo y ambas caminaron juntas hasta la puerta de la mansión junto con los demás hasta que de pronto Narvi se soltó bruscamente de Yui y acto seguido, Kanato llamó a Narvi para que ella camine con él de la mano y Narvi sin expresión alguna en su mirada perdida accedió a darle la mano a Kanato y caminar con él hasta llegar a la limusina.

Por otra parte, los hermanos Mukami llegaron a la academia Ryoutei pero se mantuvieron cerca de la entrada para darle la posibilidad a Azusa de poder hablar con Narvi, Azusa por su parte se sentía muy nervioso pero en el fondo tenía la esperanza de poder arreglar las cosas. Cuando los Sakamaki, Yui y Narvi llegaron ya al instituto, Kanato en seguida notó la presencia de Azusa, por lo que rápidamente toma a Narvi del brazo y ambos se escondieron cerca de un arbusto.

- Narvi, cuando te dormiste yo te mencioné algo de estar lejos de nuestros enemigos ¿lo recuerdas? – preguntó Kanato – ahora mismo las personas que me quieren separar de ti están ahí esperándote, si logran su objetivo, te harán cosas malas. ¿Tú no quieres eso o sí?.

- Te equivocas en una cosa Kanato – dijo Narvi de forma severa – a nuestros enemigos hay que tenerlos siempre cerca, ya verás que a mí no me harán nada.

- Esta vez no nos acercaremos a ellos, así que para que tú los evadas entra al instituto por otra parte y nos reuniremos en la azotea – ordenó kanato a Narvi seguido de tomar fuertemente el brazo a Narvi – y espero que te apresures... odio que me hagan esperar.

Protection: La guardiana de Yui KomoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora