Un noche en la mansión, Narvi estaba en el techo mirando las estrellas mientras cantaba una canción que Leticia le solía cantar desde que ella llegó al alojamiento hasta los 15 años llamada "Mira Niñita", después de un rato fue interrumpida por Ayato quien subió al techo para acompañarla y de la nada Narvi le hace una pregunta inesperada
- Oye Ayato, si tuvieses la oportunidad de decirle a Yui lo que sientes ¿qué le dirías? – preguntó Narvi – ni me lo niegues porque se te nota cada vez que estás con ella.
- ¿¡Pero qué clase de pregunta es esa Narvi!? – preguntó Ayato nervioso.
- Perdón Ayato, no quise ofenderte... es solo que a veces he notado cómo miras a Yui de repente – contestó Narvi – si quieres puedes contestar la pregunta pero si no, no te voy a obligar.
- ¿De veras se me nota mucho? – preguntó Ayato sonrojado – le he dicho tantas veces que ella era mi presa, pero desde que la raptaron los Mukami y el ataque de los lobos... me sentía extraño, realmente me preocupaba su bienestar.
- Es curioso verte de esa forma Ayato – dijo Narvi sonriéndole – normalmente tú siempre tienes un carácter muy rebelde y arrogante, pero descuida, tu secreto está a salvo conmigo.
- Gracias, pero hablando en serio ¿realmente eres buena guardando secretos? – le preguntó Ayato mirándola fijamente.
- No, es que al rato se me olvida lo que me cuentan – contestó Narvi orgullosamente.
La charla que ambos tenían iba muy tranquila hasta que ella se percató de que algo andaba mal y rápidamente corrió a buscar a Yui y al encontrarla, llegó justo a tiempo antes de que Yui estuviese punto de ser atacada por Kanato.
- ¡Kanato suelta a Yui en este instante! – le exigió Narvi.
- ¿Quién te crees como para darme órdenes de esa forma? – preguntó Kanato de forma relajada hasta estallar histéricamente a gritos – ¡Tú no eres más que una vampira de sangre sucia así que no me digas lo que tengo que hacer! ¡Sangre impura lárgate de aquí! ¡Fuera de la mansión!.
- Kanato... te lo exigiré una vez más – dijo Narvi mientras las puntas su cabello que antes estaban de color durazno se empezaban a poner rojizas – suelta a Yui... no quiero llegar al punto de tener que atacarte.
- ¿¡Y qué me vas a hacer!? – preguntó Kanato riéndose psicóticamente – ¿vas a hacer temblar algo?.
Justo cuando Kanato estaba a punto de clavar sus colmillos al cuello de Yui, Narvi comenzó a ponerse tensa y lanzó un objeto pesado a la cabeza de Kanato mediante la telequinesis y él comenzó a gritarle histéricamente a Narvi exigiéndole que lo deje en paz a lo que Narvi estiró la mano haciendo que Yui se eleve y la atrajo hasta ella bruscamente haciendo que Yui quede detrás de Narvi, de pronto Yui comenzó a notar que las puntas del cabello de Narvi se estaban tornando de un color rojo pálido y al mencionárselo, Narvi se aleja de la puerta mientras veía cómo Kanato corría hacia ella para atacarla pero Narvi reaccionó rápido y movió la puerta telequinéticamente cerrándola fuertemente dándole un portazo a Kanato y dejándolo inconsciente. En ese momento Ayato llegó para ver qué ocurrió y se dio cuenta de que a Narvi le estaba sangrando la nariz y también que su cuerpo estaba fatigado y tembloroso, por lo que Narvi presionó fuertemente a Ayato para que se llevara a Yui a un lugar seguro, lejos de Kanato y con las pocas fuerzas que tenía intentó salir de la mansión para dirigirse al bosque, pero una vez afuera, Narvi en un fallido intento de bajar cayó por las escaleras que daban al jardín donde afortunadamente estaba Shu dormitando, quien se despertó por los golpes y en seguida fue a atender a Narvi
- ¿Narvi estás bien? ¿qué te ocurrió? – preguntó Shu aterrado viendo cómo le sangraba la nariz a Narvi.
- Es... la hemorragia... – le contestó Narvi con la voz entrecortada – Shu... llévame al bosque... ¡deprisa! Necesito beber sangre.
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Protection: La guardiana de Yui Komori
FanficDespués de los acontecimientos ocurridos tanto a los hermanos Sakamaki como a los Mukami, hay un rayo de esperanza para Yui y a partir de ese momento, una chica que es mitad humana y mitad vampiro va a formar parte de su vida protegiéndola de los va...