Epilogo.

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Pensar que fue tan fácil unirnos en un principio... pero nunca pensé que separarnos nos costaría tanto. Yui no quería que me fuera de su vida tan pronto, pese a que le dije tantas veces que la puedo visitar, ella insiste en considerar que las visitas no serían lo mismo, probablemente Yui estaba asustada de que yo me olvide pronto de ella. De todos modos, Daisuke al ver tan apenada a Yui decidió que me quedaría con ella una semana más y que aprovecháramos muy bien y cuidadosamente el tiempo que nos quedaba juntas, ella finalmente aceptó y durante varios días hemos hecho tantas cosas juntas como cocinar, salir a pasear e incluso cuando no queríamos salir aprovechábamos de completar algunos test de la revista que Yui compró la otra vez que nos juntamos, al menos esos 5 días me sirvieron para tratar de convencerla de que jamás la olvidaré y que incluso estaremos estudiando en el mismo instituto, por lo que no habría razón de alejarme de ella por ningún motivo, fue ahí cuando logré comprender los sentimientos de Yui hacia mí, nunca en su vida tuvo una amiga que hiciera de todo con tal de verla sonreír, alguien que le dio valentía y seguridad en sí misma, básicamente tuve varios roles en su vida todo este tiempo que no me di cuenta por estar cumpliendo misión como guardiana: fui su confidente, maestra, consejera, entre muchas otras cosas. Lo importante es que comprendí su preocupación, de esa forma finalmente le hice entender que ella seguirá siendo valiente y fuerte sin mí, que no necesariamente tengo que estar a su lado para que ella pueda defenderse.

Faltaban 3 días para que yo me fuera de la mansión Sakamaki y regresar al alojamiento con los Exiliados, me encontraba paseando por toda la mansión sin mucho que hacer, Yui estaba haciendo takoyakis con Ayato y preferí dejarlos solos para que así ella no me eche de menos por un rato, pero mientras caminaba por los oscuros pasillos hice una breve pausa al pasar frente a la habitación de Subaru, donde me acordé del último encuentro que tuve con él y se fue sin nada que decir, en ese momento me preguntaba qué será de él y cuánto tiempo pasó desde que lo vi por última vez

- Subaru ha estado desaparecido hace ya un mes – escuché repentinamente detrás de mí, era Reiji quién se me apareció detrás de mí como si me hubiera leído la mente.

- Tienes razón – le dije.

- Si piensas en entrar te sugiero que no lo hagas – prosiguió – a pesar de que no está en este mundo te lo podrías topar en cualquier momento y si te sorprende en su habitación podría hacerte algo.

Cuando Reiji mencionó que Subaru no estaba "en este mundo" no entendí muy bien a qué se refería ¿acaso los vampiros viajan a distintos mundos? Quizás debería saberlo pero como yo antes solía ser una híbrida y el único contacto que he tenido con vampiros por primera vez era con los Exiliados, no me cabía en la cabeza el hecho de que todo este tiempo estuve viviendo debajo de una roca como para no estar informada acerca de ello, pero sin tomar en cuenta la advertencia que Reiji me dio, entré de todas formas, pero cuando vi la habitación de Subaru me quedé pasmada por el desastre que había en el lugar... y eso que Leticia me ha dado con sus pantuflas en la cabeza por dejar mi ropa tirada pero si Subaru hubiera dejado tal desastre en alguna habitación del alojamiento, seguramente Leticia le hubiera pulverizado la cabeza a pantuflazos gritándole garabatos en chileno. Apenas se podía caminar en la habitación porque había escombros por todas partes, los muros con grietas y los muebles rotos, entré cuidadosamente al lugar y cuando vi el ataúd cerrado, esperaba encontrarme a Subaru durmiendo ahí, pero cuando lo abrí por suerte no estaba ahí dentro, sólo estaba el collar que le enseñé.

Mirando alrededor pensaba en que el desorden no era tan terrible para ser la habitación de Subaru, así que para no aburrirme fui por una escoba y comencé a ordenar un poco su habitación, como estábamos hablando de escombros y muros rotos sólo hice todo lo que podía como levantar y ordenar los muebles, barrer un poco e incluso deshacerme de los escombros. Logré terminar de ordenar al anochecer y de pura curiosidad me acosté en el ataúd de Subaru para saber qué se sentía tumbarse ahí pero sin comprender cómo Subaru podía dormir en un lugar tan duro e incómodo me salí en seguida de éste y sólo salí a apreciar la noche en el balcón de la misma habitación.

Protection: La guardiana de Yui KomoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora