Protection: La guardiana de Yui Komori

Capitulo 10: El pacto de amor.

Esa misma noche opacada por las nubes en la que Ruki quiso asegurarse de que Narvi estaría bien y que no colapsara de tanto peso sentimental que padecía en aquel entonces, Azusa la esperaba fuera de su habitación porque tenía que decirle algo, pero no tenía el valor ni las palabras indicadas para expresárselo por el temor que lo tenía oprimido, era tal sus nervios que ni se atrevía a decir una sola palabra, el silencio era su única elección. Cuando Azusa tomó a Narvi del brazo repentinamente entró a la habitación de Narvi y la dejó sentada en la cama y mientras deambulaba por toda la habitación, ella lentamente se levantó para ir a buscar los vendajes y el alcohol para cambiarle las vendas a Azusa pero al mover sigilosamente su pie éste la miró directamente a lo que Narvi temerosa optó por quedarse quieta mirándolo fijamente mientras las puntas de su cabello se tornaron lilas, las ganas de poder introducirse en la mente de Azusa para saber qué le ocurría la invadían, sin embargo, ella consideraba que no era lo correcto y sólo pensaba en la manera de comunicarse con él mediante el diálogo, ya que ella consideraba que eso era una parte muy esencial para una relación, en especial una con la que recién empezó y con alguien que escaseaba de experiencia acerca de ese tema

- Por favor Narvi... no tengas miedo de mí – dijo Azusa poniéndose triste – me duele mucho el pecho... cuando siento que me tienes miedo.

- Azusa... voy por los vendajes y el alcohol ¿sí? – dijo Narvi mientras se levantó rápidamente de la cama – espérame un momento.

Luego Narvi salió de su habitación aprisa como si algo la fuese a perseguir, pero al momento de salir de su habitación Narvi se detuvo con el corazón acelerado y las piernas temblando por lo nerviosa que Azusa la tenía, al soltar un suspiro de alivio de pronto ella sintió a Azusa asomado por la puerta que estaba cerrada, por lo que de forma inmediata ella se cubrió la nariz y la boca con una mano para que él no pudiese oír su respiración, Azusa por su parte intentó abrir la puerta para ver si Narvi realmente fue a su habitación a hacer lo que dijo, pero justo ella bloqueó la manilla con la otra mano lo más fuerte que pudo hasta que repentinamente Azusa dejó de forcejear.

- No oigo sus pasos... ¿por qué?... ¿por qué... Narvi huiría de... mí? – se preguntaba Azusa – sé que estás ahí... escuchándome... aún... estoy esperando... por ti... mi Narvi.

Cuando Narvi oyó esas palabras, simplemente soltó la manilla y siguió su camino un poco nerviosa aún conteniendo la respiración y al llegar a la habitación de Azusa para conseguir las cosas para cambiarle las vendas, retomó su respiración un tanto agitada y de la nada se topó con Yuma al lado de la puerta

- Si hubieses sido humana, en el estado en el que estás actualmente hubieras sufrido un infarto – dijo Yuma – oye Palito ¿por qué estás asustada? ¿acaso Azusa te hizo algo?.

- Yuma... Azusa está extraño y no sé lo que le sucede en estos momentos – contestó Narvi – siento que me quiere decir algo, pero está actuando de una manera que jamás he visto en él.

- Palito ¿puedes flotar sin romper un vidrio con tus poderes? – le preguntó Yuma.

- ¡Claro que puedo Yuma! – contestó Narvi irritada – y se le llama volar, no floto por medio de la telequinesis.

Después Yuma acompañó a Narvi quien llevaba las vendas y el alcohol mientras flotaba al lado de él quien la llevó a su habitación y acto seguido le pide que escuche atentamente ya que él presintió que Azusa le estaría hablando a Justin en ausencia de Narvi. Ella y Yuma estaban atentos escuchando y apenas se escuchaba la voz de Azusa ambos se enfocaron en silencio en lo que Azusa hablaba

- ¿Justin? Oye... Justin, creo que Narvi me tiene miedo... no sé cómo decirle... quiero unirme a ella eternamente... pero no sé de qué manera hacerlo – decía Azusa a su cicatriz – sólo quiero entregarme a ella... en cuerpo y alma... quizás... de ese modo... la puedo sentir cada vez... mas cerca de mí... sin importar la distancia... que nos separará.