Capitulo 12: La llegada a la mansión Sakamaki

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Mientras la limusina se dirigía a la mansión Sakamaki, los 3 estaban en silencio y en algunas ocasiones Ayato fallaba en tratar de romper el silencio hasta que Yui le mencionó a Narvi lo lindo que se le veía su cabello cada vez que se le ponía platinado tornasol

- Yui ya lo has dicho... como 10 veces – comentó Narvi.

- Pero si Yui no ha dicho nada en todo el viaje – dijo Ayato extrañado.

- Leí su mente Ayato – contestó Narvi – con esta ya van once en la mente y una en voz alta.

- Yo creo que a los demás los vas a sorprender con esa gracia – dijo Ayato.

- No es una gracia Ayato – dijo Narvi – mi cabello simplemente es así.

- No sé tú, pero a mí por lo menos me llama la atención que tu cabello cambie de color – afirmó Ayato – eres como... ¿ah? ¿cómo era? ¿plancton?... no, no es eso, ¿camarón? No, tampoco.

- Ayato ¿de qué estás hablando? – preguntó Yui preocupada seguido de ver a Narvi tapándose la cara para que él no la vea riéndose de él.

- ¿Lagartija?... no, ese no era... creo que era calamar – insistía Ayato.

- ¿Camaleón? – dijo Narvi aguantándose las ganas de reírse.

- ¡Ese mismo era! – exclamó Ayato satisfactoriamente – oh, qué tal, ya llegamos a la mansión.

Finalmente cuando llegaron a la mansión Ayato detuvo a Narvi cuando estaba a punto de salir del auto para advertirle que sus hermanos no eran como los Mukami y que no estuviese a la defensiva

- Bueno, esto no es para asustarte... pero es esencial que tengas esto en mente Narvi – comenzó a advertir Ayato.

- ¡Ayato detente! – exclamó Yui angustiada – no la vayas a asustar ahora que estamos aquí.

- ¿Y tu qué piensas Yui? – preguntó Narvi incómodamente – ¿qué voy a salir arrancando? Ya te dije que si debo matar a alguien que te llegue a hacer algo, puedo hacerlo y no lo dudaría.

- Yui no pienso asustarla – dijo Ayato tomando a Yui de los hombros – en fin, como te estaba por explicar, como has conocido apenas a mis hermanos te diré brevemente como son: Laito es un pervertido sin remedio, así que asegúrate de cambiarte de ropa en un lugar seguro y cuida tu ropa interior por lo que más quieras en tu vida. Luego sigue Kanato, es un histérico y cualquier contradicción hacia él lo podría hacer enfadar al instante, después Reiji... ese vejestorio de 4 ojos es el que siempre pone las órdenes en la mansión, luego sigue Shu, es el mayor y bueno... él existe, se la pasa durmiendo pero existe y finalmente Subaru, es una persona que siempre anda de mal humor y suele enojarse con mucha facilidad... y rompe muros... creo que le vas a agradar.

- ¿Es acaso una especie de advertencia? – preguntó Narvi – supongo que debería estar asustada, pues ni tanto, sólo me importa que Yui esté bien, sana y salva.

- Bueno, está bien – dijo Ayato llevando a las dos a la entrada de la mansión – y bueno, tú ya me conoces, para ustedes dos y todos en la mansión soy su Majestad, así que una cosa les debe quedar bien claro, siempre soy el primero en todo.

- Pues siéntete bien Ayato – dijo Narvi acompañando a Yui – porque después de toda esa presentación a tus hermanos fuiste el primero en deberme 55 segundos de vida.

Al entrar a la mansión, Reiji estaba en la entrada al vestíbulo esperando a Ayato, Yui y a Narvi, apenas vio a Narvi su mirada lo decía todo, estaba muy disgustado por la presencia de una raza impura en la mansión.

Protection: La guardiana de Yui KomoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora