Capitulo 7: Muchas curiosidades y un encuentro.

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Cuando ya era de mañana, Narvi apenas abrió los ojos se levantó bruscamente de su cama al percatarse de que Azusa ya no estaba con ella, mientras recordaba cómo él la mordió ella pensó que él se quedaría con ella, entonces Narvi se levantó para bañarse y mientras llenaba la tina se miró al espejo y viendo lastimosamente la marca de colmillos que Azusa le dejó en su clavícula, comenzó a cuestionarse si se la quedaba o no hasta que no dudó en buscar un pequeño frasco que ella tenía guardado para dejar sus lágrimas en caso de emergencia, Narvi encontró el pequeño frasco y depositó en él un poco de sus lágrimas seguido de tomar un hisopo de algodón para humedecerlo con sus lágrimas, de ese modo, Narvi comenzó a pasar el hisopo encima de su herida, la cuál desapareció apenas hizo contacto con sus lágrimas. Después Narvi se metió ya en la tina, justo cuando ella se estaba acomodando para acostarse, Azusa se le aparece repentinamente para preguntarle si podía acompañarla para que se bañen juntos y Narvi acepta pero un poco temerosa y desconfiada.

- Te aviso que el agua está un poco caliente – dijo Narvi sonrojada mirando a Azusa mientras se desvestía.

- No te preocupes Narvi... te haré compañía – dijo Azusa terminando de desvestirse – y eso... me hace muy feliz.

Narvi se corrió hacia delante en la tina para hacerle espacio a Azusa para que él pudiese meterse, apenas él se acomodó, tomó los hombros de Narvi pero ella en seguida le hizo el quite causando que Azusa se entristeciera un poco, pero después Narvi se disculpó con él y se apoyó en el cuerpo de Azusa preguntándole si eso era lo que él quería, lo cual la respuesta de Azusa fue abrazarla tiernamente hasta que notó que la marca de colmillos que él le dejó desapareció, entonces soltó a Narvi apenado

- Azusa ¿está todo bien? – le preguntó Narvi mientras se volteó para verlo de frente.

- Narvi... tu herida... desapareció – dijo Azusa mirándola con mucha tristeza – ¿por qué...? Bebí tu sangre... pensando en lo mucho... que te amaba.

- Azusa, perdona, pero me estaba doliendo un poco – dijo Narvi tratando fallidamente de consolar a Azusa – además, quería prevenir el hecho de que la herida se me pudiese abrir.

- Narvi... quiero preguntarte algo... pero necesito... que seas sincera conmigo – dijo Azusa tomando la mano de Narvi – ¿tú... me amas? Necesito saberlo... quiero... estar seguro de que nuestros sentimientos... son iguales.

- Perdona Azusa... es que con el paso del tiempo siento que me he enamorado de ti, eres tan lindo – dijo Narvi apretando levemente la mano de Azusa – pero cuando me pides que te lastime, me asustas, no quise decírtelo antes porque no quiero hacerte sentir mal y ahora... cuando bebiste mi sangre me sentí extraña, como si estuviese disfrutando tu voz, tu cuerpo sobre el mío, así que... diría que sí, te amo Azusa.

- Ya veo... tu forma de amar... es diferente a la mía – dijo Azusa pensativamente – pero... a pesar de eso... ¿tú aceptarías ser parte de mi vida... si yo formo parte de la tuya?.

- ¿Te refieres a que yo sea tu novia? Sinceramente sí, sí quiero ser tu novia Azusa – dijo Narvi descubriéndose el cuello – haremos todo lo posible para que esto funcione.

Narvi cedió a acercarle su cuello, Azusa le clavó sus colmillos y ella sólo se aferró más a él, estando rodeada en sus brazos mientras Azusa le chupaba la sangre para ella nada le importaba, Azusa se detuvo para lamerle la parte del cuello que mordió, él quedó fascinado por la sangre de Narvi la cuál él consideró que era dulce y cálida, ambos se miraron y Azusa contemplaba cómo la sangre que sobresalía de la marca de sus colmillos llegaba hasta sus pechos, los cuáles Azusa no se demoró en lamer los senos de Narvi para así limpiarle la sangre que apenas recorría alrededor de su cuerpo. Azusa la miró a los ojos diciéndole que su sangre era fantástica y Narvi sólo le da un beso pero le mordió el labio, cosa que dejó a Azusa en silencio viendo a Narvi enrojecido.

Protection: La guardiana de Yui KomoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora