Protection: La guardiana de Yui Komori

Capitulo 25: Una amistad con forma de Fénix.

Una tranquila y silenciosa noche, Shu se encontraba descansando en las escaleras que daban al jardín de rosas, pero su tranquila y pacífica postura era sólo un cascarón, ya que volvió a sentir la misma presión que sintió en su niñez cuando estaba sometido a las órdenes de su madre para que él fuese la cabeza del clan Sakamaki, cuando Reiji se dio cuenta de esto se sentía muy preocupado ya que Shu aun no le tenía la suficiente confianza como para hablar de ciertos temas, esa misma noche, Shu acudió a Narvi para hablar con ella, quien apenas sintió que Shu la necesitaba se apareció ante él, afirmándole que ahora que se esforzaba para salir adelante sentía que estaba a punto de rendirse y dejar de lado todo el esfuerzo que ha hecho los últimos días ya que lo perdió todo después de aquel incendio que acabó con la vida de su mejor amigo de la infancia, Edgar, lo que conllevó a que Narvi apenas escuchase ese nombre volvió a tener recuerdos de Yuma cuando ella compartía con él mientras vivía con los Mukami y eso le hizo pensar en que Edgar y Yuma podrían ser la misma persona, por lo tanto, a Narvi se le ocurrió la idea de darle una teoría a Shu en forma de una mentira piadosa

- Shu quiero preguntarte algo ¿has visto últimamente a Edgar? – le preguntó Narvi improvisadamente.

- ¿Qué clase de pregunta fue esa Narvi? – preguntó Shu confundido – te dije que Edgar murió en aquel incendio.

- Es que es extraño... porque yo sí lo he visto – dijo Narvi – es más, te lo has topado en el instituto en varias oportunidades.

- Es imposible... si te refieres a uno de los Mukami, puede que sólo sea una coincidencia – dijo Shu retirándose de las escaleras donde descansaba – Narvi... te agradezco que me hayas escuchado, pero prefiero dejar esto hasta aquí.

- ¡Shu antes de que te vayas déjame decirte algo! – exclamó Narvi deteniendo a Shu – a veces el tiempo marchita nuestros recuerdos hasta hacerlos desconocidos, pero el pasado vuelve de cualquier forma y puede estar siempre a la vista y pasar desapercibidos, pero si te esfuerzas, verás que lo mejor que te ha pasado en tu vida ha estado siempre cerca de ti.

Después de que Shu entró a la mansión, Reiji apareció detrás de Narvi para invitarla a su laboratorio para conversar con ella, pero esta vez él apenas podía mantener su mirada seria, Narvi notó en seguida que algo lo tenía mal y al haber tenido todas las posibilidades de leerle la mente, ella prefirió no hacerlo para no ser muy invasiva y sólo siguió a Reiji hasta su laboratorio, quien aprovechó de servirle una taza de té a lo que Narvi trató de animarlo

- Primera vez que tomo el té contigo y no hay nada extraño en mi taza, gracias Reiji – dijo Narvi riéndose tratando de hacerlo reír.

- Aún así no comprendo cómo puedes tomar de lo que te sirvo después de todas las veces que te he puesto pociones – comentó Reiji pensativo mientras tomaba su té – Narvi... Shu me ha tenido preocupado últimamente, no me ha querido decir lo que le sucedía y por lo visto te lo acaba de contar.

- La verdad es algo muy difícil para él, pero yo no quiero andar de boca suelta si es eso lo que quieres Reiji – dijo Narvi seria – si Shu me lo contó a mí es porque confió en mí y no pienso delatarlo.

- No te quise llamar para eso Narvi – aclaró Reiji – ya sé lo que te dijo Shu... y lo que le ocurrió fue por culpa mía, es solo que él no lo sabe.

- ¿Pero por qué dices eso Reiji? – preguntó Narvi confundida.

- Antes... yo odiaba mucho a Shu, eso ya lo sabes, pero ahora que ya no me irrita de la misma manera que antes, el peso de lo que le hice me está atormentando y pensé que tú me podrías ayudar a superarlo – le contestó Reiji mientras se sacaba los lentes – fui yo... quien quemó la aldea en donde Edgar vivía, no sabía lo que tenía en la mente, sólo estaba cegado por los celos y sólo quería hacer sufrir a Shu, pero ahora que sé que Edgar está vivo... no sé lo que ocurrirá.