Capitulo 12: A Trip to Diagon Alley

6K 408 90
                                    

El callejón Diagon estaba a rebosar cuando Severus llegó con el glamuroso Harry femenino a su lado. No pudo entender qué había atraído a tanta gente hasta que pasaron cerca de la esquina del callejón Knockturn, donde una bruja robusta con túnica del Ministerio estaba de pie en la esquina, repartiendo lo que parecían panfletos. Severus había empezado a pasar de largo, desinteresado por los asuntos del Ministerio, cuando el agarre de Harry se tensó en la mano del mayor lo suficiente como para doler. Su mano libre se dirigió automáticamente a su varita, Severus se dirigió a la línea de visión de Harry en busca de lo que había molestado a su compañero.

-Ven a buscar tus folletos de información, cortesía del nuevo Ministerio de Magia-.

La voz alta y aniñada corrió por la espalda de Severus como agua helada, y al instante sufrió flashbacks de ridículos lazos verde lima, cardigans rosas peludos y placas de gatitos horteras en cualquier superficie disponible. Controló su ceño y su escalofrío con un gran esfuerzo y se volvió hacia la fuente de la voz.

Umbridge. Fuera lo que fuera lo que el horrible sapo rosa estaba haciendo en el callejón Diagon, no era bueno.

Harry se apoyó en el hombro de Severus, con el asco escrito en su rostro. Murmuró: -¿Qué está haciendo ella aquí? ¿Y qué quiere decir con el nuevo Ministerio?-.

-Controla tu ira, amor-, respondió Severus. -Tu magia accidental nos delatará de lo contrario. En cuanto a tus preguntas, si nos hacemos pasar por transeúntes curiosos, deberíamos poder averiguarlo-.

-Odio a esa mujer-.

-Yo también, pero no debemos llamar la atención. Recuerda lo que hemos venido a hacer-.

Harry suspiró y dejó que su odio se desvaneciera, de su expresión en todo caso. Severus aún lo sentía en el agarre de Harry, pero no era nada que no pudiera soportar durante una temporada.

-Ven, amor-, dijo Severus con una voz más alta. - Vamos a ver qué tiene para nosotros-.

Harry murmuró: - De acuerdo-, y siguió a Severus mientras se acercaba a la vil mujer.

Umbridge empezó a hablar con su vil tono meloso mientras se ponían en fila con los demás que esperaban los panfletos.

-La ministra Thicknesse tiene grandes planes para Inglaterra y todo el Reino Unido, no se equivoquen-, dijo.

Harry jadeó y susurró. -¿Thicknesse? ¿No es Scrimgeour todavía Ministro de Magia?-.

-Ssh. Evidentemente, nos hemos perdido muchas cosas mientras estábamos recluidos. Escucha-.

Harry asintió y volvió a prestar atención a la mujer-sapo, que seguía hablando.

_'Y volveremos a tener motivos para sentirnos seguros en nuestras camas. El ministro Thicknesse y su equipo están trabajando sin descanso para restablecer el orden en Gran Bretaña. Pronto se pondrá fin a esta división, a la lucha. Pronto nuestros aurores limpiarán a las viles bestias que traen la guerra y el caos a nuestra gran tierra, y el buen y digno pueblo mago de Gran Bretaña prevalecerá, trabajando en armonía para establecer un mundo mejor y más seguro'_.

Severus se encogió internamente. Tenía una idea de lo que aparecería en el panfleto. Por el fuego en los ojos de Harry, él también lo sabía. Así que había aprendido a leer entre líneas. Bien. Ya era hora de que el joven abrazara su lado Slytherin.

Umbridge le dedicó a Harry una sonrisa simpática cuando llegó a la parte superior de la fila. -¿Y cuál podría ser tu nombre, querida? Creo que no nos conocemos-.

A Severus se le cayó el corazón al estómago.

-'Ella no lo recuerda de Hogwarts y sospecha que ha estado escondido. Merlín, espero que tenga el sentido común de responder bien'-.

THE SEVENTH DAY SEERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora